De Boyacá para el mundo | El Nuevo Siglo
Viernes, 21 de Diciembre de 2018

Es un pasatiempo ancestral, que los muiscas se ingeniaron desde tiempo inmemorial. En familia lo jugaron y de herencia nos dejaron.

Miguel Ángel Gómez

 

Hace 500 años nuestros ancestros muiscas  se ingeniaron un pasatiempo: el Turmequé. Se jugaba con aros de oro y después lo llamaron “tejo” deporte  que se originó  en los amplios  dominios de los reyes indígenas, los Zipas y los Zaques, lugar en donde fue fundado el hermoso municipio  Turmequé, en territorio del  príncipe de Guatavita, cuyas hazañas deportivas son reconocidas desde épocas remotas  por los pobladores de estas zonas cundiboyacenses.

El tejo es el juego más autóctono de los colombianos,  considerado deporte nacional en el año 2000 y ahora el Congreso aprobó la ley que lo considera Patrimonio Inmaterial y pasa para la  firma del presidente Iván Duque, que esperamos sea en Turmequé.

En 1954, fue la primera presentación oficial del tejo en los VII Juegos Nacionales de Cali, lo que dio origen a la creación de la Asociación Colombiana de Tejo. Luego en Villavicencio durante  los XII Juegos Atléticos Nacionales se impulsó la actividad ancestral y se logró llamar la atención de varios países y ya se juega competitivamente en Estados Unidos y en toda Centroamérica.

En nuestro país, las canchas de tejo además de convertirse en centros de recreación, reunión familiar y comilonas de nuestros platos tradicionales, ha sido el epicentro de encuentros políticos y muchos candidatos hicieron campaña jugando al tejo y consumiendo  cerveza gallina y morcilla.

En la capital del país, el centro de los encuentros políticos era el Campo Villamil, que creo aún existe, porque era la más popular de las canchas de tejo por donde pasaron  ilustres jugadores entre otros Alberto Lleras Camargo y Jorge Eliécer Gaitán quienes  llenos de greda en sus manos, se volvieron expertos en embocinar, hacer moñona o simplemente totear  una mecha.

Ya en el año 2000, por iniciativa del representante a la cámara Plinio Mendoza, el tejo fue declarado mediante ley de la República  deporte nacional.

En la Ley  613 se  ordenó a Coldeportes hacer la divulgación y el fomento del tejo y dispuso la creación de clubes, ligas y la Federación de Tejo, con los mismos derechos de los deportistas afiliados en los demás clubes y ligas deportivas. Ahora también se busca  la denominación de origen del Turmequé-

Ya tenemos el monumento al tejo y es un nuevo atractivo  en la provincia de Márquez,  obra del escultor paipano Omar Santamaría,  ubicada en el parque principal de la localidad y fue adelantada por iniciativa del alcalde de Turmequé, Mario Antonio Villamarín Cruz.

Es justo reconocer que la ley  fue impulsada por los jóvenes líderes de Turmequé Miguel Ángel Gómez y William Arévalo Otálora  quienes lograron conseguir apoyo de Antonio Navarro Wolff, de la actual  la senadora Sandra Ortiz y de la representante a la Cámara Neyla Ruiz.

Esta designación conserva nuestras raíces y traen grandes beneficios para nuestra querida tierra boyacense, por ser el juego insignia de nuestro departamento.

lorenarubianof@gmail.com