Colombia dice que no se dejará “provocar” por Venezuela | El Nuevo Siglo
Imagen tomada de Twitter.
Miércoles, 12 de Diciembre de 2018
Redacción Nacional

Colombia no se dejará “provocar” por los ejercicios de defensa que inició el gobierno de Nicolás Maduro con el apoyo de Rusia, que envió dos bombarderos a Venezuela, afirmaron el ministro colombiano de Defensa, Guillermo Botero, y el consejero de Asuntos Internacionales, Francisco Barbosa, mientras que el canciller del vecino país, Jorge Arreaza, volvió a arremeter contra el secretario de Estado, Mike Pompeo.

Botero afirmó que las maniobras militares de Caracas no son nuevas y que frente a ellas, las Fuerzas Armadas han actuado siempre con una “prudencia a toda prueba”.

“Colombia no es un país provocador, ni provoca, ni deja que lo provoquen”, aseveró el Ministro de Defensa colombiano.

El lunes, Rusia desplazó a Venezuela dos bombarderos Tu-160, un avión de transporte An-124 y un avión de pasajeros Il-62.

El envío forma parte de unos ejercicios destinados a la defensa del país con las mayores reservas de petróleo del mundo, que enfrenta una severa crisis económica y al mismo tiempo sanciones financieras de Estados Unidos.

Aliado estratégico de Washington y “socio global” de la Alianza Atlántica OTAN, Colombia lidera la presión regional que pretende aislar diplomáticamente al gobierno de Maduro, al que tacha de “dictadura”.

Bogotá, que ha negado enfáticamente buscar la salida por la fuerza del gobierno de Maduro, insistió ayer en que seguirá actuando con "prudencia" frente a las maniobras venezolanas.

Por su lado Francisco Barbosa, alto consejero para Asuntos Internacionales de la Presidencia de la República, afirmó que el país no tomará decisiones que atenten en contra del derecho internacional ni los criterios de civilidad.

Sin embargo, Barbosa indicó que “no se sabe exactamente el juego” del gobierno del presidente s Maduro.

“Colombia no es un país que actúa de forma agresiva ni alterando los criterios internacionales de civilidad, de respeto por el derecho internacional, no sé exactamente cuál es el juego de ese gobierno, pero Colombia siempre responde con el derecho internacional en la mano, y el presidente Duque es lo que ha hecho en estos cuatro meses”, sostuvo Barbosa.

No obstante, el coronel Robert Manning, portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, criticó con vehemencia el envío de bombarderos rusos a Venezuela para adelantar “ejercicios de defensa” y maniobras militares, ante un eventual ataque.

“El enfoque de EU hacía la región difiere del enfoque de Rusia. En medio de la tragedia, Rusia envía bombarderos a Venezuela y nosotros mandamos un buque hospital”, afirmó Manning en el Pentágono.

Al mismo tiempo, integrantes de la Comisión de Paz del Senado emitieron un comunicado a través del cual le solicitan al presidente Iván Duque y al canciller Carlos Holmes Trujillo, recomponer las relaciones bilaterales con Venezuela.

El senador Antonio Sanguino afirmó que se deben agotar todos los canales diplomáticos para encontrar una solución a la crisis binacional.

Asimismo, Antonio Rivero, general retirado de brigada del Ejército de Venezuela, pidió no desestimar los ejercicios militares de Rusia en Venezuela. Según dijo, los rusos no recorrieron 10.000 kilómetros de distancia para hablar de paz mientras envían aviones de guerra. A su parecer, se trata de una agresión no solo contra Colombia si no contra toda la región.

El gobierno venezolano calificó ayer de “cínica” la reacción de Washington ante el envío de las aeronaves rusas, recordando que el presidente Donald Trump ha hecho insinuaciones sobre una posible intervención militar.

La reacción del secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, “no es solo irrespetuosa, es cínica: EU posee al menos 800 bases militares (conocidas) en 70 países”, escribió en Twitter el canciller venezolano, Jorge Arreaza.

Pompeo rechazó las maniobras en Twitter, al acusar a Moscú y Caracas de ser “dos gobiernos corruptos derrochando fondos públicos y reprimiendo la libertad mientras su pueblo sufre”. Rusia criticó esa declaración como “poco diplomática” e “inaceptable”.