Empleo, de la desazón al optimismo con la reactivación | El Nuevo Siglo
SE espera que el 2022 sea el año del despegue en la generación de empleo en el país./ENS
Presidencia
Lunes, 20 de Diciembre de 2021
Redacción Economía

Colombia es un país con una enorme resiliencia. Solo así se puede demostrar cómo, luego de la peor crisis económica de la historia, ha podido recuperar en un año gran parte de los empleos que se perdieron con la pandemia.

Así lo demuestra el informe de la Universidad de los Andes “El empleo formal, el gran reto para el 2022”, de la autoría de Marcela Eslava y Juanita Ruiz, en el que se analiza cómo va esta recuperación, las oportunidades y los retos que se presentan.

Señalan que durante el comienzo de la pandemia que se vivió en abril y mayo de 2020, el número de ocupados cayó en más de 20%. Esto se tradujo en un marcado incremento del desempleo y también en una fuerte salida de personas a la inactividad laboral. Redundó también en un incremento de la fracción de hogares cuyos ingresos laborales estaban por debajo de un salario mínimo a 50% en mayo de 2020, comparado con niveles prepandémicos cercanos el 35%. Las afectaciones en esos meses iniciales fueron particularmente marcadas para los trabajadores informales, aquellos en microempresas y para las mujeres y jóvenes.

El 2021 desplegó una importante dinámica de la recuperación de la actividad económica que ya tiene al país en niveles de producción ligeramente superiores a los de 2019 (si bien muy por debajo aún del nivel del PIB que, antes de la pandemia, se proyectaba para 2021). A pesar de la buena dinámica de la actividad, el empleo y los ingresos de los hogares se han recuperado de forma lenta.

Asalariados

A septiembre de 2021 la cifra laboral se mantenía con una brecha de casi 500 mil empleos, mientras el 40% de los hogares tenía ingresos inferiores a un salario mínimo. Aunque mejor que el 50% de hace unos meses, este número no muestra aún una clara dinámica hacia los niveles prepandémicos de entre 30 y 35%, pero sí un mejor panorama.

El empleo asalariado en microempresas también rebotó rápidamente. La recuperación de esos segmentos ha seguido consolidándose, con altibajos de corto plazo. Para septiembre de 2021 el número de empleos informales superaba en casi 300 mil el del mismo mes de 2019. Comparado con ese mes de 2019, el número de trabajadores por cuenta propia en septiembre de 2021 era superior en 550 mil personas.

Entre tanto, el número de empleos formales (definidos como los que cotizan pensión) presentaba en septiembre de 2021 una enorme brecha de 830 mil frente al mismo mes de 2019. Esa brecha no es muy diferente de la que viene mostrando este indicador desde finales de 2020.

No sorprende la difícil recuperación de este tipo de empleo, pues abrir un nuevo contrato formal implica compromisos que, ante la eventualidad de un nuevo choque, se traducen en costos sensibles e inflexibles para el empleador. Por ejemplo, el salario no se puede reducir, hay límites y costos relacionados con la posibilidad de dar licencias o vacaciones o terminar el contrato, pisos a los salarios y unos altos no salariales, asociados a la forma de financiación del sistema de seguridad social.

El piso salarial en este tipo de empleos con frecuencia implica duplicar los costos para un empleador frente a lo que el mismo trabajador gana en la informalidad. La reciente alza de más de 10% en el salario mínimo amplía esa brecha.

Reactivación

Al respecto, la presidenta de Aliadas, María Claudia Lacouture, dijo que “este incremento reafirma el compromiso de las empresas con la reactivación económica y la generación de empleo formal en medio de los efectos que la pandemia dejó y que aún subsisten”.

Sostuvo que “Gobierno, trabajadores y empresarios debemos avanzar en buscar soluciones integrales en esa vía, así como en la reglamentación de alternativas de contratación laboral que faciliten la creación de nuevos puestos de empleo y autoempleo”.


Le puede interesar: Los temas que se quedaron en las Cortes para definir en 2022


Para agilizar esta situación, la dirigente gremial propuso que “convendría tener una mesa permanente con empresarios, trabajadores, gobierno y expertos, que de forma regular y sistemática contribuyan a dar luces sobre cómo podemos garantizar el poder adquisitivo de los ciudadanos y el buen desarrollo de la economía. Una mesa que contribuya a encontrar los caminos para crecer todos juntos, crear empleo formal, empresas competitivas y productivas, talento humano pertinente y capacitado hasta que la oferta y la demanda laboral establezcan un círculo virtuoso de desarrollo y sin distorsiones”.

Crecimiento

El ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia, José Manuel Restrepo, explicó que se espera que la dinámica del crecimiento del empleo siga su marcha en Colombia con el objetivo de que 2022 cierre con una tasa de desempleo por debajo de la de prepandemia.

“Nosotros ya hemos recuperado de 5,9 millones que perdimos en 2019. Quedan pendientes 1,1 millones de empleos. Lo que estamos viendo es que, en los últimos meses, se han recuperado entre 200 mil y 300 mil empleos”, explicó el ministro de Hacienda.

Restrepo precisó que, para recuperar esos 1,1 millones de empleos se verá un rezago normal, que va entre el crecimiento de la economía y la generación de empleo.

“Eso siempre ha existido, se llama histéresis laboral, un fenómeno que se genera tanto cuando la economía sube como cuando baja. Hay una realidad inevitable y es que esa situación sea, pero somos conscientes de que tenemos que generar incentivos activos a la generación de empleo”, manifestó el jefe de la cartera de Hacienda.

Y agregó que “por esa razón, en la Ley de Inversión Social se contempló el subsidio a la nómina para generar 500 mil empleos juveniles y, por lo menos, 200 mil de adultos”.

Dinamizar la creación de empleo formal y estable es, entonces, el gran reto de la recuperación. Aunque los programas de empleo de emergencia pueden ayudar a paliar el golpe a los ingresos de los hogares, difícilmente son la semilla de esa empleabilidad estable y generadora de encadenamientos productivos. Es necesario un verdadero despegue del sector privado de alto valor.

Jóvenes y mujeres

Desde el inicio de la crisis los jóvenes han estado entre los más golpeados por el bajonazo del mercado laboral. A septiembre de 2021 las personas del grupo entre 15 y 24 años mantenían una brecha de cuatro puntos porcentuales en número de empleos frente a marzo de 2019, mientras que para aquellos desde 25 años esa brecha era de un solo punto. Es en la formalidad donde esa brecha de los jóvenes es mayor. En el segmento formal, la cantidad de empleos juveniles es hoy menor al 80% de esa cifra en prepandemia.

De otro lado, a septiembre de 2021 el empleo masculino había recuperado, incluso superado levemente, sus niveles de prepandemia. Es en el empleo femenino donde persiste una brecha de seis puntos porcentuales frente al número de mujeres ocupadas en marzo de 2019.

Son embargo, la mejora observada en agosto y septiembre podría atribuirse al más dinámico regreso a las aulas en el segundo semestre de 2021 frente al trimestre anterior, aunque aún muchos niños y adolescentes siguen sin regresar por completo a la educación presencial, y se teme que muchos hayan desertado de forma definitiva.