Límites a petróleo ruso, prueba de fuego a mercados | El Nuevo Siglo
AFP
Martes, 6 de Diciembre de 2022
EL Nuevo Siglo con AFP

Aprobado por la Unión Europea (UE), los países del G7 y Australia, el tope impuesto al precio del petróleo ruso, en vigor desde este lunes, busca limitar los ingresos de Moscú, pero sin impedir que siga suministrando crudo.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó este lunes que la medida quizá tengan "un impacto en la estabilidad del mercado mundial de la energía" pero que "no tendrá impacto" alguno en la ofensiva de Rusia en Ucrania.

La puesta en marcha del mecanismo coincide con la entrada en vigor de un embargo de la UE al petróleo ruso suministrado por mar, varios meses después de que Estados Unidos y Canadá adoptaran una medida similar.

Rusia es el segundo exportador mundial de crudo y, sin ese tope, le resultaría fácil encontrar nuevos compradores al precio del mercado.

El mecanismo prevé que solo se pueda seguir suministrando el petróleo vendido a un precio igual o inferior a 60 dólares el barril y que se prohíba a las empresas radicadas en los países de la UE, del G7 y Australia proveer servicios para el transporte marítimo (comercio, flete, seguros, armadores, etc.).


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Los países del G7 proporcionan servicios de seguros al 90% de los cargamentos mundiales, y la UE es un actor destacado en el flete marítimo.

Se ha previsto una transición (el tope no se aplicará a los pedidos encargados antes del 5 de diciembre) y el 5 de febrero entrará en vigor un tope adicional para los productos petroleros.

Al imponer un tope de 60 dólares, los occidentales optaron por un nivel de precio muy superior al coste de producción actual del petróleo en Rusia, para incitar a Moscú a seguir bombeando crudo.

"Es necesario que Rusia siga teniendo interés en vender petróleo", pues de no ser así, la oferta mundial podría verse afectada y los precios podrían dispararse, explicó un responsable europeo, que no dio crédito a las amenazas del Kremlin de interrumpir su suministro a los países que apliquen el tope.

Según él, Rusia intentará mantener sus infraestructuras en buen estado –pues si detiene la producción, estas se deteriorarán–, y salvaguardar la confianza de sus clientes, como China e India.