Aumento de la inflación, la otra pandemia mundial | El Nuevo Siglo
LA DIRECTORA gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, señala que hoy las presiones inflacionarias se deben también a la demanda de productos luego de las restricciones. /AFP
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Lunes, 29 de Noviembre de 2021
Redacción Economía

A la par con la pérdida de vidas, el golpe económico y sanitario que ha causado en los últimos dos años el covid-19, lentamente el mundo ha entrado en una espiral que puede ser otra pandemia financiera.

Las cuarentenas y restricciones en casi todos los países han provocado una crisis en los suministros, tanto de alimentos como de productos de primera necesidad. Las dificultades para enviar la materia prima para la industria agroindustrial ha causado un aumento en el precio hasta disparar la inflación.

Por ejemplo, hasta noviembre, el incremento de precios en Estados Unidos asciende al 6,2% interanual, con la inflación subyacente (eliminando los alimentos y los combustibles) en el 4,6%.

Mientras tanto en Europa, este mismo indicador asciende al 4,4%, con grandes economías como la de España, en la que los precios están creciendo al 5,4%.

Tan solo China se está salvando del fenómeno, con un incremento del nivel general de precios del +1,5%.

En cuanto a las presiones inflacionistas, Goldman Sachs explica que 2021 se caracteriza en parte por la "venganza del lado de la oferta".

Esencialmente, cuando la demanda se recuperó con fuerza de su hibernación inducida por covid en la primavera, se encontró con una oferta más restringida que en varios años (reflejando las restricciones relacionadas con covid, pero también otras distorsiones, como el Brexit).

Tendencias

A juicio de Goldman Sachs, esto ha dado lugar a un aumento de las presiones inflacionistas generales que ha sido difícil de anticipar para los mercados. "Y durante los próximos 12 meses, incluso cuando el crecimiento se ralentice, esperamos que los mercados se guíen por esta "carrera de caballos" entre la desaceleración de la demanda desde niveles muy fuertes y la relajación gradual de la escasez de oferta", valoran los expertos.

Además, adelantan que "los precios del gas y del petróleo parecen estabilizarse y también hay señales tentativas de que los indicadores de estrechez de los contenedores y del transporte marítimo en las principales rutas comerciales se están moderando, quizá también en respuesta a la mejora de la situación de covid en toda Asia".

Además, otro de los aspectos que marcarán el año que viene será la escasez de productos básicos.


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El último informe del Fondo Monetario Internacional, dado a conocer por la directora gerente Kristalina Georgieva, señala este problema, y dice que la recuperación económica ha estimulado una rápida aceleración de la inflación este año en las economías avanzadas y de mercados emergentes, producto de una demanda sólida, la escasez de oferta y el rápido aumento de los precios de las materias primas.

Prevé el FMI que la inflación continuará en aumento en los próximos meses para luego volver a los niveles previos a la pandemia hacia mediados de 2022, si bien persisten los riesgos de una aceleración.

Mercados

“Prevemos que la inflación anual en las economías avanzadas llegue a un máximo promedio de 3,6% en los últimos meses de este año para luego invertir esta tendencia en el primer semestre de 2022 y situarse en un 2%, un nivel congruente con las metas de los bancos centrales. El aumento de la inflación será mayor en los mercados emergentes, donde llegará al 6,8% en promedio para luego ceder a un 4%”, sostienen los expertos del FMI.

Sin embargo, las proyecciones conllevan gran incertidumbre y la inflación podría ser elevada durante más tiempo. Los factores determinantes podrían incluir el aumento de los costos de la vivienda y la prolongada escasez de la oferta en las economías avanzadas y en desarrollo, o la presión sobre los precios de los alimentos y la depreciación de las monedas de mercados emergentes.

Los precios de los alimentos en el mundo aumentaron considerablemente en alrededor del 40% durante la pandemia, lo que plantea un gran desafío para los países de bajo ingreso, donde tales compras representan una gran proporción del gasto de consumo.

Latinoamérica

De otro lado, el Fondo indica que la inflación se ha disparado en las economías más grandes de América Latina, y eso ha llevado a los principales bancos centrales a elevar las tasas de interés antes de que la actividad económica se haya recuperado por completo.

En el primer año de la pandemia, la inflación media en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú estaba por debajo del promedio de otras economías de mercados emergentes. Ahora es más alta, con un promedio interanual de 8% en octubre, y de más de 10,5% en el caso de Brasil.

El aumento obedece en parte a la escalada de los precios de los alimentos. Empezaron a subir incluso antes de la pandemia y han aumentado más de 18% en promedio en los países desde enero de 2020.


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En América Latina, los precios de los alimentos representan casi una cuarta parte de la cesta de consumo media. Para los hogares que aún están recuperándose de la crisis del coronavirus, la carestía de los alimentos deja menos recursos para gastar en otros bienes. En una región que tiene los mayores niveles de desigualdad, la carga es más pesada para los hogares de bajo ingreso, que destinan una mayor proporción de sus entradas a alimentos.

Incluso la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, ha rebasado la tendencia previa a la pandemia este año, y en octubre registró un promedio interanual de 5,9%.

Presiones

Las presiones inflacionarias deben ser temporales y la inflación a mediano plazo probablemente retornará a los niveles fijados como meta por los bancos centrales. Pero reina una gran incertidumbre. El shock de la pandemia es peculiar, y resulta difícil determinar su impacto en los precios de las materias primas, los cuellos de botella de la oferta y los crecientes costos de transporte.

La región también está combatiendo una larga historia de inflación alta e inestable, algo que constituye un desafío para los bancos centrales que tan solo recientemente han afianzado su credibilidad. Estos antecedentes pueden haber dado lugar a prácticas de indexación (contratos cuyas condiciones se modifican automáticamente con la inflación) que podrían acelerar aún más los precios.

También existe el riesgo de que las condiciones financieras internacionales se endurezcan rápidamente en respuesta a la evolución de la inflación en las economías avanzadas, lo cual provocaría una salida de capitales. Este posible shock podría poner en peligro la estabilidad financiera y depreciar las monedas en América Latina, exacerbando las presiones inflacionarias.

Colombia se dirige al 5% este año

Debido a diversos choques nacionales e internacionales, los precios han venido en aumento en Colombia y, de hecho, el equipo técnico del Banco de la República espera que el IPC continúe por encima de la meta (4%) hasta mediados de 2022.

Así lo dio a conocer el Emisor en su último informe de política monetaria. Dentro de sus proyecciones se estima que la inflación continúe al alza hasta llegar a 5% y siga así en el primer trimestre de 2022, cuando comenzaría a ceder, llegando a 4,3% en el segundo trimestre, a 3,7% en el tercero y cerraría el año en 3,6%.

“La inflación mantendría registros elevados en la primera parte de 2022. Solo hasta mayo del próximo año caería por debajo de 5%, de acuerdo con nuestras estimaciones, mientras que en el inicio del tercer trimestre se situaría por debajo de 4%, manteniéndose en dicho nivel hasta el cierre de año”, indicó Gustavo Acero, economista senior del Banco de Bogotá.