Si sector educativo no abre del todo, Bogotá no pasará página: Epidemiólogos | El Nuevo Siglo
Foto Diana Rubiano/ El Nuevo Siglo
Domingo, 29 de Noviembre de 2020
María Alejandra Castillo

Las últimas modelaciones epidemiológicas, basadas en los datos con los que cuenta Bogotá hoy, no muestran que vaya a haber un pico de contagios en diciembre. Lo más probable es que un próximo incremento en el número de infectados se dé a comienzos del año entrante.

“No creemos que en diciembre vaya a haber un nuevo pico. Según las últimas simulaciones que hemos realizado con nuestros modelos matemáticos, no nos sale un pico de la amplitud como vimos para el mes de julio. De hecho, las simulaciones nos arrojan que el número de casos y el número de personas que van a estar entrando a las unidades de cuidados intensivos se van a mantener en un nivel relativamente constante durante el mes de diciembre”, dijo a EL NUEVO SIGLO el director del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de los Andes, Juan Manuel Cordovez.



Si bien, a grandes rasgos esta es una excelente noticia, frente a esta posibilidad una de las principales preocupaciones de la comunidad de epidemiólogos, es que ello coincida con la reapertura de los colegios y universidades en Bogotá, y por tal razón las instituciones educativas mantengan la tendencia actual de una semi presencialidad muy tímida o de cierre total y no reapertura.

Cabe recordar que el pasado 20 de noviembre la Secretaría de Educación indicó que el 25 de enero volverán los 399 colegios oficiales que prestan servicio a cerca de 800.000 estudiantes del Distrito. 

La trascendencia del sector educativo

Ahora bien, hay un aspecto sobre el cual debe haber claridad, y es que cualquier cosa puede disparar los contagios por lo que la posibilidad de que haya un nuevo pico epidemiológico siempre estará latente. Si las modelaciones de hoy están mostrando que en diciembre no habría una segunda ola de contagios, esta sí se podría mover hacia comienzos del año entrante, lo que coincidiría con la apertura de colegios que, varios epidemiólogos señalan, por ningún motivo deben seguir como están funcionando hoy.  

La apertura de los colegios en enero definitivamente puede generar un pico, pero la esperanza que nosotros tenemos es que, en la medida que la ciudad siga produciendo contagios por debajo de la capacidad hospitalaria instalada, y nos sigamos moviendo en la dirección de tener una mayor proporción de recuperados, el pico que se produzca cada vez será menos peligroso. Cuando los colegios abran del todo, Bogotá estará en la capacidad de asumir el costo de operarlos y ya sabemos que no hacerlo será terrible para los estudiantes”, agregó Cordovez, quien indicó que de los grupos más damnificados por esta pandemia, los estudiantes encabezan la lista.



Los colegios deben abrirse. Nosotros ya tenemos claro que los niños no son tan transmisores con todas las medidas de bioseguridad y las medidas de aislamiento les han hecho mucho daño. Los colegios hay que abrirlos. Los casos van a seguir aumentando; el virus no se va a ir y nos tenemos que acostumbrar a vivir con él. Ya no hay otra opción. Una cuarentena ya no servirá de nada. Es que, aún cuando comience la vacunación ahí seguirá. Si seguimos encerrados seguiremos postergando en el tiempo el contagio y por consiguiente el nivel de inmunidad en la ciudad”, dijo a este Diario el profesor y epidemiólogo de la Universidad de los Andes, Jorge Luis Hernández.

Adicionalmente, si bien ambos epidemiólogos consultados por este medio son conscientes de que no es fácil asumir la idea de que niños y jóvenes se contagien, ambos también refirieron que hoy Bogotá puede operar con los colegios abiertos y ese es un costo que la ciudad ya está en condiciones de pagar, fundamentalmente por dos razones:

el número de UCIs disponibles, que ya está por encima del nivel de demanda; y el numero de recuperados, que corresponde al número de personas que ya tienen anticuerpos contra el virus, que en teoría ya tienen una resistencia al mismo y que está alrededor del 40 al 45%

“Dependemos fundamentalmente de los colegios para que Bogotá pase la página. Es claro que si los colegios no se abren, se aplazará un nuevo pico epidemiológico, los colegios tendrían que continuar cerrados o se volverían a cerrar nuevamente, y por el contrario deben reabrirse a toda costa. Efectivamente hay un riesgo, pero debemos aprovechar el comportamiento Sui Generis de Bogotá. Hoy tenemos cómo responder”, enfatizó Cordovez.

El costo del sector educativo

En este punto es importante recordar que a comienzos de septiembre, Bogotá le asignó un cupo y un costo epidemiológico a cada actividad, que en aquel entonces los colegios decidieron no utilizar y razón por la cual se aumentó en un día el comercio.

Hace algunos días el Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de los Andes hizo nuevamente la modelación. Contemplando que el sector educativo abra, la situación epidemiológica de hoy indicaría que, “con los colegios de Bogotá operando con todas las medidas de bioseguridad, ello generaría de 5 a 6 UCIs diarias, menos de la mitad de lo que genera la operación de los sectores esenciales de salud y alimentación”, finalizó el profesor y refirió que esta modelación (remitirse a la infografía) incluye los colegios y universidades públicos y privados con full alternancia.

Adicionalmente, el profesor Cordovez indicó que la ciudad no puede repetir el año entrante lo que ocurrió a comienzos de este: Bogotá impuso una cuarentena súper estricta muy poquitos días después de que se reportara el primer caso de covid-19 en el país, cuando el número de personas infectadas circulando estaba en el punto más bajo de todos.

“Entonces que pasó: el sistema no despegó. Esa cuarentena lo que hizo fue aplazar todo y corrió todo el desarrollo de la pandemia en el tiempo”, explicó el catedrático, quien además reiteró que la ciudad no debería volver a implementar cierres totales.

Cupo de los colegios y las universidades.

Un llamado para Navidad 

Por último, ambos epidemiólogos recordaron que esta simulación, como todas las demás, se hizo basada en supuestos, pensando que el sistema se comportará como lo ha venido haciendo, con la gente adherida a las medidas de prevención decretadas y cumpliendo con las normas de bioseguridad.

Precisamente por eso, el llamado sigue siendo que la gente atienda las medidas de autocuidado, pues un cambio de hábitos podría fácilmente mandar la tendencia “positiva, a la baja y estas previsiones podrían no cumplirse”, añadió el epidemiólogo Cordovez. 

A este respecto el profesor y epidemiólogo de la Universidad de los Andes, Jorge Luis Hernández, lo que sí dijo que debe recomendar la Administración para esta navidad, es a que no se hagan visitas familiares extensivas. “En las cifras que hemos analizado de Bogotá, los conglomerados están representando el 80% de los casos. Es decir que hoy el mayor riesgo lo representan las visitas familiares”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el profesor Hernández.