Tiempo y re-creación (II) | El Nuevo Siglo
Sábado, 27 de Noviembre de 2021

¿Cómo podemos re-crearnos? ¿Cómo llevamos a la práctica la autopoiesis, individual y colectiva? La clave está en la conexión con nosotros mismos.

Aquello que el entretenimiento busca -y logra, si no nos damos cuenta- es mantenernos desconectados de todo lo que nos pasa.  Un primer paso para la re-creación es respirar en forma consciente. Cuando estamos plenamente presentes, respirando, dándonos cuenta de cómo entra el aire a nuestros pulmones, de cómo se oxigena nuestra sangre y de cómo esa fuerza es llevada a todo nuestro cuerpo, hacemos de un acto mecánico como la respiración un momento para ser diferentes. Te invito a que en este instante hagas una pausa, respires lenta, conscientemente y descubras cómo cambia tu vida en un instante: toda emoción se disipa en el momento presente y puedes entrar en un estado de gozo que, aunque momentáneo, te permite traer los cielos a la tierra.  Te re-creas cuando sientes en ti la totalidad.

También podemos re-crearnos haciendo conscientemente cada actividad de la cotidianidad, desde lavar los platos del desayuno, trotar en un parque o un gimnasio, trabajar o descansar. Al realizar con total presencia todo aquello que hacemos a diario, en efecto nos re-creamos.  Esto, que es promovido en particular por el budismo, pero que también se plantea desde todas las tradiciones sagradas de sabiduría, se nos presenta hoy como mindfulness, la atención plena que nos permite aceptar la vida tal como es. Cuando no juzgamos lo que hacemos, no nos entretenemos en los calificativos dicotómicos bueno/malo y podemos disfrutar completamente del momento presente. Entonces, nos re-creamos, pues experimentamos a plenitud todo tiempo que vivimos y somos diferentes:  cada vez que ampliamos nuestra consciencia dejamos de ser como éramos en el instante anterior, nos transformamos y podemos asumir la existencia desde un lugar distinto.

Salir de nuestras rutinas y zonas de confort también nos permite re-crearnos. El entretenimiento nos mantiene anestesiados: está diseñado para que pensemos poco o pensemos siempre lo mismo, con escenarios distintos y atractivos; pasa con los partidos deportivos, los noticieros, las secciones de chismes, los realities, las novelas, con afortunadas excepciones: todo gira alrededor de otros, de lo externo, lo efímero, que rápidamente es remplazado por un estímulo nuevo, en el cual caemos si no estamos despiertos.  Nos exacerban las emociones, para que vivamos desde las pasiones, que es muy diferente a vivir desde el amor.  Mientras que la pasión nos enceguece y descentra, el amor nos conecta con nuestra propia experiencia vital. 

¡Claro que necesitamos divertirnos! Por ello necesitamos bailar, cantar, leer, jugar…  En todo ello podemos re-crearnos, en vez de entretenernos.  La diferencia está en si lo hacemos desconectados o en conexión con nosotros mismos.  ¡Siempre podemos elegir!

@edoxvargas