Pedro Castillo otra vez en lupa del Congreso, ¿esta será la vencida? | El Nuevo Siglo
Juan Nicolás Garzón, profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de la Sabana, experto en política latinoamericana.
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Domingo, 27 de Noviembre de 2022
Redacción internacional

Esta no fue una semana fácil para el presidente de Perú, Pedro Castillo. En una turbulenta presidencia marcada por los escándalos, nuevamente una comisión del Congreso acordó tramitar una imputación de la Fiscalía contra el mandatario, y solicitó separarlo temporalmente del cargo mientras avanzan las indagaciones en su contra.

Adicionalmente el mandatario, investigado por dirigir una red de corrupción de lavado de activos y de concesión de contratos de obras públicas integrada por su entorno familiar y político (esa es la tesis del ente acusador), no obtuvo el permiso para asistir a la Cumbre de la Alianza del Pacífico y, como era de esperarse, le solicitó a la Organización de Estados Americanos que interviniera, invocando la Carta Democrática Interamericana.

¿Ante qué escenarios se enfrenta el presidente? De acuerdo con Juan Nicolás Garzón, profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de la Sabana, experto en política latinoamericana, ello dependerá de cómo se vayan acomodando las fuerzas políticas, que deberán sopesar los costos y el desgaste de entrar en un nuevo proceso de vacancia del poder. 

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo se puede explicar esta acción por parte del Legislativo?

JUAN NICOLÁS GARZÓN: Este es el uso de una figura jurídica que está contemplada en la ley peruana, pero que a todas luces da cuenta de una situación en la cual la dignidad presidencial y la permanencia del presidente dependen más de circunstancias políticas. En Perú hay una figura denominada “incapacidad moral permanente” a partir de la cual, por una interpretación política, se aplica este concepto jurídico, que supone que el presidente no está en capacidad de ejercer plenamente sus funciones.

En ese sentido, en cualquier momento las fuerzas políticas podrían alinearse y encontrar una ventana para sacar al presidente del poder por cualquier conducta que de alguna manera se interprete como éticamente reprochable.

ENS: ¿En esta ocasión qué podría pasar?

JNG: Por un lado, eso dependerá de cómo se vayan acomodando las fuerzas políticas; de cómo vayan leyendo lo que podría significar, eventualmente, salir del presidente Pedro Castillo y entrar en un nuevo proceso de vacancia del poder y de inestabilidad institucional. Eso tiene un costo muy alto. Pero si las fuerzas políticas consideran y estiman que el beneficio que obtengan de volver a meter al país en el camino largo y difícil de cambiar de mandato, será mayor al costo de mantener a un presidente que no sirva a sus intereses, pues terminarán haciéndolo por desgastante que sea.

Entonces una posibilidad es que ciertos sectores terminen alineados y coincidan en que el presidente, bajo la figura que sea, deba dejar de ejercer el poder. Y por otra parte puede pasar que comiencen a salir evidencias fuertes y sólidas que, como lo afirma la fiscal del Perú, muestren que se ha constituido toda una organización criminal derivada en corrupción, en cuyo caso la continuidad del gobierno Castillo estaría en grave riesgo.

ENS: ¿Cómo resumiría la crisis política que atraviesa el gobierno de Pedro Castillo?

JNG: Lo que se ha evidenciado en el Perú, en los últimos años, ha sido un altísimo grado de inestabilidad, vinculada directamente a unas instituciones muy débiles y a unas figuras institucionales altamente susceptibles a ser manipuladas por las fuerzas políticas que, por consiguiente, cambian conforme cambian las circunstancias.

Adicionalmente, estamos viendo unas prácticas políticas nocivas como el clientelismo y la corrupción, pan de cada día. Eso ha permeado a las instituciones, logrando el escenario que estamos viendo ahora. Hemos perdido las cuentas de cuántos ministros han rotado, es francamente ridículo, y para que esta tormenta sea aun más perfecta, estamos viendo a un presidente con serias dificultades para adelantar un ejercicio efectivo y funcional de un poder como Perú.

Su idoneidad

ENS: ¿Está el presidente Pedro Castillo incapacitado moralmente para gobernar?

JNG: Diría que no. El presidente Castillo es un presidente legítimo en el sentido de que llegó al poder a través de un proceso electoral y democrático dentro del marco de la ley. Eso es claro. Aun así, yo creo que el presidente no ha demostrado (incluso desde antes de que comenzara su ejercicio de poder), tener las condiciones y las capacidades técnicas, de conocimientos y, en términos generales, la capacidad real de asumir el liderazgo de un país.

Pero también creo que eso se tiene que separar del punto de vista de la legitimidad puesto que él es legítimo y hay que reconocer que la figura de “incapacidad moral permanente” es en extremo subjetiva, porque lo que está diciendo la misma es que Pedro Castillo no está capacitado, ¡moralmente!, para gobernar.

ENS: Pero hay acusaciones de corrupción muy serias en su contra…

JNG: Así es. Las hay y se han hecho no el ámbito de lo político sino de lo penal. La fiscal general en el Perú, la dignidad más alta en materia penal de ese país, ha acusado al presidente Pedro Castillo de construir una estructura criminal y eso es gravísimo. Eso lo que está diciendo es que, en esencia, lo que ha hecho el presidente Castillo ha sido armar una estructura para delinquir asociada a su familia fundamentalmente para saquear al Estado.

Si la fiscalía y la instancia judicial y penal más importante del país tienen estos cuestionamientos y los han presentado, realmente es necesario preguntarse hasta qué punto el gobierno se debe mantener. Son acusaciones muy serias.



La escena internacional 

ENS: El presidente Castillo solicitó a la Organización de Estados Americanos que interviniera, invocando la Carta Interamericana. ¿Cómo se debe leer este paso de Pedro Castillo de acudir a instancias internacionales?

JNG: Esto hace parte de una estrategia que el presidente Castillo hábilmente ha empleado para denunciar, a través de una instancia internacional, que hay una evidente vulneración a sus derechos políticos, puesto que las razones que han llevado a que se cuestione su permanencia en el poder son políticas y no razones bien fundadas. Era una estrategia esperable.

ENS: Esta semana el presidente de México, AMLO, suspendió la Cumbre de la Alianza del Pacífico porque no le dieron permiso a Pedro Castillo de viajar. ¿Este tipo de apoyos internacionales podría incidir en una eventual deliberación al interior de Perú?

JNG: Diría que sí influye. Un gobernante solo no es lo mismo que uno respaldado y ahí hay que mirar quién lo está respaldando. El presidente de México, que es un jugador de peso, un país emblemático en la región, pesa.

Aun así, yo lo veo como una intromisión dentro de los asuntos internos peruanos, en tanto que está desconociendo unas reglas de juego y unas normas que existen en el país suramericano que otros Estados tienen que respetar.

Pero sin duda creo que esa acción jugará a favor de Castillo porque es un respaldo internacional de un país relevante dentro de la región. Y más ahora que al parecer AMLO indicó que él viajaría a Perú. Si eso llega a ser así será un hecho muy simbólico puesto que Andrés Manuel López Obrador nunca sale de México. Salió a Estados Unidos a reunirse con Donald J. Trump.

Y adicionalmente hay que tener en cuenta que Perú entrará a ejercer la presidencia “pro tempore” de la Alianza Pacífico a partir del próximo año. Eso no es menor, puesto que este es un esquema de integración relativamente importante en la región.