Nueva alerta pandémica | El Nuevo Siglo
Martes, 23 de Noviembre de 2021

Cuarto pico golpearía duro a Unión Europea

* Colombia debe aplicar lecciones aprendidas

 

La pandemia del covid-19 continúa amenazando al mundo. Tras más de 258 millones de contagios confirmados y 5,1 millones de muertes, desde comienzos del año pasado, la emergencia sanitaria no desaparece. Por el contrario, pese a que se han aplicado en todo el planeta 7.447 millones de dosis de vacunas, se registra un cuarto pico de la enfermedad en distintas latitudes.

El caso más complicado es Europa, paradójicamente el continente con mayor índice porcentual de vacunación. Prueba de ello es que ayer la Organización Mundial de la Salud advirtió que esta nueva ola del coronavirus podría provocar no menos de 700 mil muertes en la región, que hasta el momento contabiliza 1,5 millones de fallecimientos. Es decir, si se llega a cumplir ese fatídico pronóstico, que habría un 50% más de pérdidas de vidas. La situación es tan preocupante que ya varios países empezaron a restablecer medidas de confinamiento poblacional, línea de acción que se podría extender a buena parte de las naciones europeas.

Lo más grave es que los análisis de las autoridades nacionales, comunitarias y mundiales coinciden en que si bien en la Unión Europea se tienen los índices más altos de vacunación, que se acercan al 70%, hay grandes desigualdades en las coberturas, ya que algunos países se acercan al 90% de todos sus nacionales con esquemas completos de protección pero en otros no se llegado al 30 o 40%. Es ahí en donde radica gran parte del problema, pues esa franja de población que no se ha aplicado los biológicos es el principal vector de contagio del covid-19 y, por obvias razones, también comprende la mayoría de personas que han sucumbido ante el virus. De hecho, las estadísticas de la última semana dan cuenta de 4.100 muertes por día, en tanto se alerta del riesgo de un nuevo colapso de la red hospitalaria.

El riesgo que representan los no vacunados es de tal magnitud que las autoridades de algunas naciones han decidido restringir su circulación por lugares públicos e incluso analizan medidas más drásticas para obligarlos a aplicarse los biológicos. Esta población renuente o que falta por inmunizarse así como la rápida propagación de la variante Delta del covid-19 y el relajamiento casi generalizado en los últimos meses de las medidas de bioseguridad, son el ‘caldo de cultivo’ para el actual cuarto pico de la enfermedad.

Como era de esperarse, el pico epidémico en Europa ya obligó a gobiernos como los de Estados Unidos a prender las alertas sobre los viajes a naciones como Alemania, Dinamarca, Austria, Países Bajos o Bélgica. En muy posible que en próximos días las restricciones y prohibiciones para viajar o salir de esos países sean más extremas. Incluso se estudia exigir un certificado continental de vacunación sin el cual no sería posible movilizarse por el bloque multinacional.

Como lo hemos advertido en varias ocasiones en estas páginas: Colombia tiene que derivar lecciones aprendidas de lo que pasa en el viejo continente. Hay que hacer una búsqueda más activa, así sea casa por casa, de las personas no vacunadas. Para ello se debe analizar la implementación de medidas como los confinamientos de las personas que, en una actitud claramente irresponsable, no se han aplicado los biológicos, pese a que hay amplia disposición de estos.

Pero no deben ser las únicas herramientas: la exigencia a partir del 1 de diciembre del carné de vacunación en donde conste que el portador ya tiene el esquema completo de inmunización (ya sea de biológicos monodosis o de dos dosis) está bien encaminada. Por igual, debe insistirse en reforzar en estas épocas festivas y de alta interacción social el uso obligatorio del tapabocas, el distanciamiento social y el lavado de manos,  precauciones que hoy se han relajado de forma riesgosa e inexplicable.

Colombia, si bien avanza de manera sustancial en vacunación, con más de 54,1 millones de dosis aplicadas, solo tiene a la fecha 23,7 millones de personas con sus esquemas completos de protección. Es un logro importante, claro está, pero todavía insuficiente para la meta de que a diciembre 7 de cada diez nacionales ya tenga al menos una dosis.

¿Cómo estamos hoy? Días atrás el Ministerio de Salud explicaba que el país avanzaba en un 65,3% de aplicación de primeras y únicas dosis, pero en esquemas completos (segundas dosis) solo tenía el 45,6%. Es aquí, junto a los no vacunados, en donde está el mayor riesgo.

Si el país no quiere exponerse a una crisis como la que asoma en Europa debe aplicar las lecciones aprendidas: reforzar medidas de bioseguridad así como vacunar, vacunar y vacunar…