Congreso trabaja duro, el problema es que lo hace muy mal: González | El Nuevo Siglo
Foto: cortesía.
Lunes, 23 de Noviembre de 2020
Redacción Política

El analista y catedrático John Mario González y el exregistrador nacional Carlos Ariel Sánchez presentaron su más reciente documento, ‘Reformas al Congreso: Mejorar su desempeño y superar las estigmatizaciones’.

EL NUEVO SIGLO: ¿De dónde surge la idea de hacerle este corte de cuentas al Congreso?

JOHN MARIO GONZÁLEZ: Surge de la búsqueda de dónde está la raíz del desajuste del sistema político y de los partidos políticos en Colombia. Y como los problemas de la política son sistémicos, parte de ellos surgen en el Congreso de la República. Y nace la idea de aquella campaña injusta, en mi opinión, de ‘Trabajen vagos’. Nosotros consideramos que el Congreso trabaja muy duro, el problema es que trabaja muy mal. Y que hay unos desajustes institucionales que la gente no ve. En Colombia los congresistas trabajan de lunes a domingo con sus comunidades y viajan entre semana a legislar. El político que no trabaje en esa dinámica está condenado a desaparecer.

ENS: El exregistrador Carlos Ariel Sánchez es coautor de esta obra. ¿Qué encontraron en esta investigación?

JMG: Sí, realizamos este trabajo con Carlos Ariel, gracias al apoyo de la Fundación Konrad Adenauer. Encontramos varias cosas en el funcionamiento del Congreso. Por ejemplo, los congresistas hacen una campaña con enormes esfuerzos en lo financiero, en lo humano y en lo político, pero llegan al Congreso y no tienen ningún poder real, es decir, solo tienen el poder del control político y de legislar y cuando regatean algo del poder burocrático los estigmatizan.



Otro hallazgo es que el Congreso ha sido débil históricamente, entre otras cosas porque hasta los años 80’s ni siquiera tenía autonomía presupuestal. De esa forma es difícil ejercer el contrapeso político.

Y un tercer hallazgo, es la facultad del Congreso de presentar iniciativas sin ningún control que atiborran el trabajo legislativo y distrae sus esfuerzos. Debe existir entonces una limitación a la facultad de los congresistas de presentar proyectos de ley y de reforma constitucional.

Ahora, la ausencia de una reforma política de fondo es una limitación muy grande para la actuación del Congreso en bancadas.

Por último: No es posible una lucha frontal contra la corrupción y el clientelismo cuando un país tiene altas tasas de desempleo. Lo decimos porque los congresistas tienen muy fuertes presiones de parte de los electores sobre beneficios y colaboraciones y eso se traduce en su trabajo legislativo.

ENS: En el texto se habla de ampliar el periodo de sesiones. ¿Cuál es la idea?

JMG: En la Asamblea Nacional Constituyente se alcanzó a plantear que el periodo de sesiones no fuera de nueve meses sino de diez meses y medio al año. En este momento el Congreso sesiona casi los mismos días que en la reforma constitucional de 1936, es decir que los nuevos tiempos han creado unas labores legislativas más complejas, entonces los congresistas necesitan de más tiempo para supervisar los temas de control político y legislativos. Así se evitarían propuestas torpes como la de pagarle al congresista por sesiones.

La otra propuesta es aumentar los requisitos para que un proyecto de ley requiera la firma de al menos 15 parlamentarios y que un congresista no pueda presentar más de tres o cuatro proyectos al año.

Usted ve que a veces el Congreso no tiene ni con qué pagar la publicación de las Gacetas que hace el Diario Oficial. Cada año en nuestro Congreso se radican 700 proyectos de ley y de acto legislativo. Ningún Congreso en el mundo puede estudiar con juicio semejante cantidad de iniciativas.



ENS: También se habla de crear las bancadas de asesoría parlamentaria. ¿En qué consiste?

JMG: En este momento tenemos unas Unidades de Trabajo Legislativo que se crearon en 1968 de forma individual para cada congresista, pero no existen esas asesorías por bancadas.

Es curioso que el Congreso pueda extender la planta de personal de otros organismos pero  no haya sido capaz de reformar su propia planta de trabajo.

Una cuarta propuesta que presentamos es la creación de las comisiones legislativas de investigación, que en otros parlamentos del mundo se utilizan para analizar en profundidad temas de controversia entre el Gobierno y la oposición que no son mecanismos judiciales sino de escrutinio político. Es una propuesta que hay que revisar en detalle.

ENS: ¿Ustedes consideran que estas propuestas van a ser bien recibidas en el Congreso?

JMG: El vértice de las reformas institucionales debe ser la sensatez, no se pueden pedir imposibles ni pedirles a los congresistas que se peguen un tiro en el ojo. Estas propuestas consideramos que son viables, sobre todo la de limitar  la presentación de proyectos de ley.

FOTO: John Mario González, coautor junto con el exregistrador Carlos Ariel Sánchez, del libro ‘Reformas al Congreso: Mejorar su desempeño y superar las estigmatizaciones’./Cortesía