Escalada inflacionaria global | El Nuevo Siglo
Lunes, 22 de Noviembre de 2021

+ Los factores exógenos derivados de la pandemia

* Amenaza principal a recuperación socio-económica

 

La reactivación económica global después del coletazo de la pandemia del covid-19 sigue avanzando, aunque obviamente a ritmos distintos. Así como hay países que no han podido recuperar los índices productivos que tenían antes de la emergencia sanitaria, otros ya los igualaron o incluso los están superando.

Sin embargo, hay dos amenazas que podrían frenar o incluso reversar una parte de esa reactivación. De un lado, hay una cuarta ola de coronavirus que está llevando a que en algunos países se estén empezando a reimplantar restricciones a la movilidad social y, por ende, al funcionamiento de la economía real. Aunque la vacunación ha avanzado, también de forma desigual en buena parte del planeta, el mayor riesgo se concentra en las personas que inexplicablemente no se han aplicado los biológicos pese a la disposición de los mismos.

De otra parte, se está registrando una escalada inflacionaria en muchas naciones, desde las grandes potencias a países emergentes y de bajo nivel de desarrollo. Las explicaciones sobre esta alza en los precios de materias primas y productos terminados son varias. De un lado, por ejemplo, es claro que la recesión productiva del año pasado derivada de la crisis pandémica, que llevó a una gran cantidad de empresas a disminuir sus ritmos de manufactura, está evidenciando sus mayores consecuencias negativas desde mediados de este 2021 ¿Por qué? Sencillo: al aumentar de forma sustancial la demanda a nivel global, la oferta quedó rezagada. Una prueba de ello es lo que está pasando con los rubros de aparatos tecnológicos, industria automotriz y otros renglones que requieren insumos como microprocesadores de alta gama, cuyo stock es deficiente en los meses recientes.

En segundo lugar, el transporte de mercancías a nivel internacional ha registrado en los últimos meses un proceso de encarecimiento de fletes no solo constante sino que, además, generó una competencia feroz entre los clientes, llevando a que las tarifas de grandes cargueros y aerolíneas se hayan disparado. Análisis recientes señalaban que algunas empresas multinacionales, ante la urgencia de cumplir con los pedidos y estimaciones de ventas para este fin de año (tras la caída en picada en el cierre de 2020), decidieron pagar los sobrecostos del mercado de transporte marítimo y aéreo, precios que, a su vez, trasladan al valor final de productos de consumo masivo. Pocas actividades fabriles y de mercancías importadas se pueden escapar de esta dinámica de mercado.

Tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional así como otras entidades multilaterales han llamado a los gobiernos y bancos centrales a que apliquen políticas contracíclicas para contener el aumento de la inflación, acudiendo para ello a herramientas de pura ortodoxia económica, como aumentar las tasas de interés y restringir de manera gradual la liquidez, sobre todo en países en donde los índices de consumo están disparados.

Obviamente acudir a este tipo de medidas resulta complicado para muchos gobiernos que, por el contrario, están inyectando directa o indirectamente grandes volúmenes de recursos para impulsar la recuperación productiva y social, obviamente en conjunto con el sector privado.

Al decir de los analistas no hay fórmula única para enfrentar la escalada inflacionaria. Sin embargo, sí existe coincidencia en que la carestía de productos, bienes y servicios en este cierre de 2021 y comienzos de 2022 podría agravar la ya de por sí muy delicada situación social en no pocos países en donde el coletazo de la emergencia sanitaria aumentó de forma dramática los índices de desempleo y pobreza. La principal alerta se da, precisamente, en el aumento sostenido del valor de alimentos y víveres de primera necesidad, ya sea por el encarecimiento de los insumos, el mayor costo del transporte o del dinero en sí mismo.

Colombia, como se sabe, no es la excepción. La inflación a octubre su puso por encima del 4,4 por ciento y los cálculos del Emisor, el Gobierno y centros económicos privados señalan que podría cerrar diciembre muy cerca del 5 por ciento. Es decir que podría triplicar el 1,61 por ciento con que cerró el 2020. El Banco ya empezó a subir sus tasas de referencia pero el efecto de la medida no será inmediato y menos con la época estacional de mayor consumo decembrino.

¿Qué hacer? Como se dijo, las particularidades del proceso de recuperación económica de cada país obligan a aplicar medidas muy específicas para contener la escalada en los precios de productos, bienes y servicios. Sin embargo, como lo repitiera un exministro colombiano, la inflación es el ‘impuesto más recesivo’ de todos, ya que afecta a toda la población pero, como es apenas obvio, se ensaña con los sectores de menores recursos.