32.488 niños han cruzado este año el ‘infierno’ del Darién | El Nuevo Siglo
Foto Unicef
Lunes, 21 de Noviembre de 2022
Redacción internacional con Naciones Unidas

EN los 10 primeros meses de este año 32.488 niños migrantes cruzaron a pie el selvático y peligrosísimo Tapón de Darién, entre Colombia y Panamá, y la mitad de ellos eran menores de cinco años, informó el Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

En este informe destacan, también, que el número de menores no acompañados que realizaron dicha travesía con el objetivo de alcanzar el sueño americano fue de 900, cuadruplicando el total del año anterior.

"La violencia, la pobreza y la esperanza de encontrar mejores condiciones de vida empujan a las familias con niños a huir de sus hogares y enfrentar amenazas en entornos inhóspitos como el Tapón de Darién", dijo Annan Subliman, directora ejecutiva adjunta de Unicef, durante una visita sobre el terreno, específicamente a la Estación de Recepción Migratoria de Lajas Blancas, ubicada cerca de una comunidad del pueblo Embero donde Instituciones panameñas con el apoyo de Agencias de la ONU proveen atención.

La nueva cifra de Unicef en lo corrido de este año supera en 10 % el máximo total antes registrado, en 2021, de niños atravesando esa selva de 5.000 kilómetros cuadrados, con el inamovible objetivo final de alcanzar la frontera sur norteamericana.

El informe reseña  durante cada día de caminata por la selva los niños y las familias están expuestos a múltiples formas de violencia, incluido el abuso sexual, el tráfico y la explotación. Asimismo, a la falta de agua y alimentos seguros, picaduras de insectos, ataques de animales salvajes y ríos desbordados.

Los infantes menores de cinco años, que representan alrededor de 50 % de todos los niños migrantes, son especialmente vulnerables a la diarrea, la deshidratación y otras enfermedades transmisibles.

Además, el estrés y el peligro asociados con ese arriesgado viaje dejan a muchos niños en riesgo de sufrir un trauma emocional, y se ven privados durante meses, y puede que años, de servicios de educación, salud y nutrición, e incluso de documentos de identidad, indicó el reporte de Unicef.

De enero a octubre de este año, según los datos de Unicef, eran niños 15 % de los 211.355 migrantes que cruzaron el Tapón de Darién para continuar hacia su destino, 89.585 más que en el mismo lapso de 2021.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia resalta que ese 15% de infantes se ven privados durante meses, sino años, de servicios de educación, salud y nutrición, e incluso de sus documentos de identidad.
Panamá informó que el mayor número, 148.285 (70 %) eran venezolanos, 15.185 ecuatorianos y 12 328 haitianos. El flujo de migrantes de Venezuela disminuyó desde que el 12 de octubre Estados Unidos decidió devolver a México a los nacionales de ese país que cruzasen irregularmente su frontera sur.

Cada uno de ellos representa una vida impactada por el sufrimiento.

En el período enero-octubre se registró la muerte o desaparición en la selva transfronteriza colombo-panameña 35 personas (12 mujeres, 11 hombres y 12 niños).
Cuando informó la muerte o desaparición de 117 personas entre 2019 y 2021 en el Darién, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) advirtió que "los informes anecdóticos indican que gran cantidad de personas migrantes fallecen en el Tapón del Darién y sus restos nunca son recuperados".
Por ello "las cifras presentadas probablemente reflejan solo una pequeña fracción del verdadero número de vidas perdidas".

Unicef también dio cuenta de que con apoyo de los gobiernos de Estados Unidos, Panamá y la Unión Europea, estableció cinco centros de recepción de migrantes, en las fronteras panameñas con Colombia y Costa Rica, y en esta capital.

Los centros brindan agua potable, suministros de higiene, servicios psicosociales y de salud a niños y mujeres embarazadas en movimiento, así como a las comunidades de acogida que viven en la pobreza extrema, indicó la agencia de la ONU.

Subliman dijo que "en Panamá, como en muchos otros países, un aumento en el número de niños migrantes ha desbordado la capacidad de brindar servicios básicos en respuesta a sus necesidades específicas".

La funcionaria enfatizó que "El aumento del número de niños que cruzan el Paso del Darién supone una carga adicional para las comunidades locales, las instituciones y los organismos humanitarios sobre el terreno".

Ante este complejo panorama, Unicef instó a todos los gobiernos a tomar medidas para proteger a todos los niños migrantes, independientemente de su origen. Los niños nunca deben ser devueltos a situaciones en las que su seguridad y bienestar básicos están en riesgo.

Del mismo modo hace “un llamamiento a los donantes y socios para que proporcionen fondos flexibles adicionales para responder a la exigente situación humanitaria de los niños migrantes en la región".

En el informe del año anterior, Unicef había alertado que la cantidad de niños y niñas migrando a través esta porción de tierra selvática que separa a Colombia de América Central, había crecido más de siete veces respecto al año 2019. Y, en ese momento, identificó que los migrantes provenían de más de 50 diferentes nacionalidades, algunos de países tan distantes como India, Somalia, Camerún, Congo y Bangladesh.

 

Iglesia Católica “en los pies del migrante”

Como muestra de solidaridad y apoyo de la Iglesia Católica ante el aumento exagerado de la población migrante en tránsito hacia Centroamérica, desde ayer y hasta hoy, las directivas de las Conferencias Episcopales de Colombia y Venezuela, se reúnen en la Diócesis de Apartadó en Antioquia. 

El obispo de Apartadó, Hugo Alberto Torres Marín, celebró la presencia en estos territorios de las directivas de las dos Conferencias Episcopales y explicó que se da en el marco de la campaña que anima cada año esta jurisdicción: “En los pies del Migrante”.

“Ellos quieren acompañarnos para conocer la realidad de la migración en este territorio, para animar a los que trabajan por los migrantes y darnos una voz de aliento para que la solidaridad se haga más viva y operante”, afirmó el prelado. 

Es la segunda vez que estas dos iglesias hermanas se reúnen para abordar el tema de la crisis migratoria, la primera se realizó el mes de octubre de 2022, en San Cristóbal, donde suscribieron un comunicado conjunto con el compromiso de seguir prestando la atención necesaria a las comunidades, de manera especial a los “más pobres, excluidos y necesitados, según la exigencia del amor fraterno que nos distingue como discípulos del Señor Jesús”.

Frente a esta difícil realidad que se está viviendo alrededor de este fenómeno migratorio, de los miles de personas que exponen su vida cruzando el tapón del Darién, la diócesis de Apartadó desarrolla la campaña: “En los pies del migrante”, que busca en principio llamar la atención de toda la comunidad diocesana, entidades y personas de buena voluntad para apoyar a estas personas migrantes, ofreciendo su ayuda solidaria.

Se invita para que se brinde una ayuda concreta a través de ollas comunitarias, chocolatadas, o entregando en las parroquias alimentos, botas de plástico, suero, dinero o bonos redimibles en supermercados, y ofrecimiento en el servicio de voluntariado.