En cine no sabes cuándo te irá bien, hay que arriesgarse: Cuarón | El Nuevo Siglo
Las montañas de Villa de Leyva me hipnotizaron: Carlos Cuarón.
Films ETC
Lunes, 21 de Noviembre de 2022
Redacción Cultura

Carlos Cuarón ha demostrado que su trabajo como guionista es el punto más sólido de su trayectoria. Eso, sin duda, se refleja en todas sus producciones. “Amalgama”, “Besos de azúcar”, “Héroes y demonios”, “The Second Bakery Attack”, entre otros, han puesto su nombre más allá de su tierra, México.

Cuarón es uno de los mejores directores de cine que ha pisado Colombia. Recientemente estuvo en el Festival Internacional de Villa de Leyva, donde recibió un homenaje a su trayectoria.

EL NUEVO SIGLO tuvo la oportunidad de conversar con él y mirar más de cerca al destacado director, quien escribió algunas obras de teatro como "Llantas contra el pavimento", "Zapatos y alpargatas", "Puro y natural" y "Coco Tuétano y la rebelión de las armas". Junto con su hermano Alfonso, Carlos Cuarón escribió el guion de la película "Y tu mamá también", que recibió el León de Plata del Festival de Venecia al Mejor Guion, y fue nominado en los premios Bafta del Reino Unido y al Óscar de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Estados Unidos por Mejor Guion Original.

En Villa de Leyva se quedó maravillado por su hermosura: “Es mi primera vez aquí y he visto que el entorno es muy hermoso, muy bonito. A mí me fascina la montaña, me hipnotiza, eso hace del festival más atractivo”.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo vivió el Festival de Cine en Villa de Leyva?

CARLOS CUARÓN: Realmente me encantó. Estoy muy contento porque se pudo ver mi trabajo y he visto que la gente quiere ver las películas, los tres largometrajes que traje fueron muy aplaudidos y lo que me parece muy importante de los festivales es convivir con otros amigos y compañeros cineastas, con el público mismo.

ENS: Su más reciente película, “Amalgama”, ha recibido muy buenas críticas, se dice que es una comedia con algunas pinceladas dramáticas, ¿cómo nació la idea del filme?

CC: El concepto nació en la Isla del Rosario (Cartagena) hace muchos años en un festival. Allí el actor Manolo Cardona me invitó a pasar el día y vi ese lugar tan hermoso, entonces pensé en hacer algo en un lugar tan maravilloso. Intenté hacerlo en Colombia con mi productor Rodrigo Guerrero, quien me hizo ver que la logística de producción era muy difícil en la Islas del Rosario y luego pensamos en hacerla en Santa Marta por su paisaje. Sin embargo, conseguí el presupuesto en México y por eso la hice allá y al final del día nos fue bien. Es una historia entre cuatro dentistas que se encuentran en un congreso y deciden pasar un fin de semana juntos. Se enfrentan en sus egos, tienen conflictos personales que tratan de resolver; algunos lo logran y otros no. Así se va mostrando esta historia que ha gustado mucho.

ENS: ¿Por qué quiso hablar de ese tema precisamente?, ¿algún miedo oculto?

CC: Porque me parece que son como obsesiones que uno tiene. Por un lado, tengo algo que tiene que ver con ir al dentista, seguramente con mi dentadura y por eso hago historias que de alguna manera me conectan; por otro lado, porque los personajes al final del día son seres humanos y ellos tienen conflictos muy densos y situaciones que estamos viviendo todos al mismo tiempo.

ENS: ¿Cómo logra que las historias conecten con la realidad de la audiencia?

CC: Le pongo mi corazón, mi talento y expreso de forma clara lo que quiero decir. Y como dicen los hermanos Coen (Joel David y Ethan Jesse Coen), esperar lo mejor porque uno nunca sabe cómo va a ser el negocio de las películas. Uno no sabe cuándo te va a ir bien o mal. Puedes escribir una historia y crees que a la gente le va a interesar, pero es todo lo contrario; por ejemplo, un caso emblemático fue el de los Coen: ellos hicieron “The Hudsucker Proxy” (“El gran salto”) creyendo que iba a ser su entrada a Hollywood, pero fue un fracaso de taquilla estruendoso y como les fue mal entonces decidieron hacer otra película que solo le gustara a ellos y sacaron “Fargo”, que fue la que los catapultó a la fama y premios por todos lados. Eso es lo que sucede en el cine en general: uno no sabe cuándo le toca ganar o perder. Hay que tomar riesgos. Con Alfonso, mi hermano, hicimos “Y tu mamá también” y nunca creímos, ni remota idea, que llegara a tener la aceptación que tuvo, esas son las oportunidades que se dan una sola vez en la vida. Y, por lo tanto, hay que  arriesgarse.

ENS: ¿Cómo ve el cine latinoamericano en comparación con el europeo, francés, español…?

CC: Creo que el cine latinoamericano es muy vivo, cada vez tiene presencia, es más constante, más fuerte, con mejores productos y eso se observa en los premios que se han ganado, en el caso de Colombia este año ha tenido dos importantes: el San Sebastián y en el festival de Cannes. Desde mi punto de vista personal, creo que sería mejor integrarnos como iberoamericanos, no podemos sacar a España de la ecuación porque lo que nos une y nos hace fuertes es justamente el lenguaje y lo importante es eso, la comunicación, que, en mi opinión, es un instrumento muy importante.



ENS: En la producción cinematográfica hay una tendencia al uso del actor natural, ¿usted cree que eso le da fuerza al guion?

CC: Eso es lo que estoy viendo, pero no es una tendencia absoluta, porque entonces no se explicaría en el cine comercial de un país, en donde los procesos son diferentes; tampoco la cantidad de producción que tiene en las plataformas, en la televisión misma. Pienso que el usar los actores naturales es completamente normal y lícito, ahora ¿qué busco yo en un actor? La energía, que se imagine el personaje y quiero que se vea el trabajo aun cuando no sea profesional o carezca de técnicas. Entonces lo que buscas es que tenga el carácter, y por supuesto, muy importante es que no les tenga miedo a las cámaras, porque luego te topas con gente divina, sin ningún problema, pero en cuanto llega la cámara sienten que viene un monstruo y se inhiben. Sin embargo, esto que se está haciendo en Colombia me parece que es bueno y está funcionando muy bien.