¡Cuídate y todos celebramos! | El Nuevo Siglo
Martes, 16 de Noviembre de 2021

* Semanas claves para contener pico de covid-19

* Acelerar aún más Plan Nacional de Vacunación

 

En manos de todos y cada uno de los colombianos está la posibilidad de que las festividades decembrinas y de cambio de año se puedan desarrollar en un marco de normalidad muy parecido al que existía antes del inicio de la pandemia de covid-19.

El inicio ayer de la aplicación del decreto que habilita la exigencia del carné de vacunación al momento de querer ingresar a sitios de ocio y entretenimiento no solo es una medida de bioseguridad que se está aplicando desde hace varios meses en distintos países sino que también es un llamado a la responsabilidad individual y colectiva.

Los encargados de discotecas, bares, conciertos, cines y otros sitios de aglomeración de personas deben aplicar la norma sin excepción alguna, no solo para evitar exponerse a cierres y otras sanciones por incumplimiento de los protocolos sanitarios, sino porque de la aplicación correcta de las medidas dependerá que el comercio, la industria, el transporte público, la economía en general y la movilidad social no se vean restringidos en el fin y cambio de año, como ya está ocurriendo en algunas naciones, por ejemplo de Europa, en donde fue necesario volver a imponer confinamientos parciales y otras limitaciones para frenar una nueva escalada de contagios y decesos.

Es claro, según lo evidencian los reportes diarios de las autoridades sanitarias, que las cifras de contagios en Colombia han venido creciendo en las últimas dos semanas, de forma lenta pero sostenida, lo que hace prever que el país se enruta hacia un posible cuarto pico de este coronavirus, con la esperanza de que sea sustancialmente menos drástico al de mediados del año.

Hace ya varios días que se está por encima de los dos mil nuevos casos de infectados cada 24 horas, aunque afortunadamente el promedio de decesos no se ha disparado, circunstancia esta última que tiene relación directa con un Plan Nacional de Vacunación que ha tenido un impulso sustancial en este último mes, lo que ha permitido aminorar el impacto epidemiológico de la circulación creciente de la variante Delta y la predominancia de otras como Mu.

De acuerdo a las proyecciones del Ministerio de Salud estamos en semanas clave para contener un nuevo embate de la pandemia. De un lado, el acelerado ritmo de la inmunización lleva a que el país esté cerca del objetivo de alcanzar el 70% de la población inmunizada. De hecho ya hay muchos municipios y ciudades por encima de ese porcentaje. Con cerca de 52 millones de dosis aplicadas y 23 millones de colombianos con sus esquemas de protección contra el covid-19 completos, hay un fundado optimismo en torno a que se pueda limitar al máximo posible la curva de mortalidad y morbilidad en este cierre de 2021.

Paradójicamente en las últimas dos semanas, desde que se anunció el decreto que entró a regir ayer, se registró un alud de personas en la mayoría de los puestos de vacunación, lo que permitió jornadas en donde se superaron las 400 mil dosis administradas por día. Es claro que una parte importante de este personal corresponde a quienes tenían derecho a vacunarse hace varios meses pero inexplicable e irresponsablemente no habían cumplido con este deber para consigo mismos, sus familiares y la comunidad en general. Al comienzo de noviembre se calculaba que había no menos de 1,7 millones de colombianos renuentes a este proceso vital, una preocupante cifra que se espera se esté reduciendo de forma sustancial.

A ello se suma que ya se superó el millón de menores de entre tres y once años que han recibido el biológico en lo corrido de este mes. También se avanza en cuanto a la dosis de refuerzo para personas mayores de 60 años o con enfermedades inmunosuprimidas.

No nos cansaremos de advertir que es imperativo no bajar la guardia ni continuar con el peligroso relajamiento de las medidas de bioseguridad. Lamentablemente cada día es más común ver a personas que no usan correctamente el tapabocas o que incluso ya ni lo portan. Tampoco se está respetando el distanciamiento social y las aglomeraciones son cada vez más recurrentes en sitios públicos y cerrados… Es urgente corregir este comportamiento so pena de arriesgarnos a un cierre de 2021 complicado desde el punto de vista sanitario, familiar, social y económico. Si todos nos cuidamos, todos podremos celebrar. Esa es la premisa.