Israel: Netanyahu y Ben Gvir | El Nuevo Siglo
Miércoles, 9 de Noviembre de 2022

Mientras que en América la izquierda está gobernando casi que por completo, de norte a sur, Europa se empieza a volcar hacía la derecha e Israel también. Las pasadas elecciones del 1 de noviembre dejan un resultado histórico a favor de la derecha y más allá, la derecha nacionalista, para algunos considerada ultraderecha.  

Benjamín Netanyahu, el primer ministro con más años en el poder (15) regresa para manejar las riendas de la nación hebrea. Con 73 años, confirma ser la persona más importante de Israel. La figura de Netanyahu es totalmente controvertida, al igual que la de todos los personajes de ese tipo, son o amados u odiados, no hay lugar para términos medios. Sin embargo, el pueblo israelí decidió y “Bibi” como le conocen sus seguidores, no solo es una ficha clave para la política de Medio Oriente, sino que figura como uno de los políticos más importantes a nivel mundial. 

Junto a Netanyahu, ganó en Israel un político mucho más joven, pero con ideas más radicales. Itamar Ben Gvir, líder del “sionismo religioso” con su partido Otsmá Yehudit (poder judío), representa los valores de un conservador natural y un hombre de derecha total. En este caso además un antiárabe y homofóbico lo declaran sus detractores, pero, sus ideas no son nada nuevas, son las ideas tradicionalistas de la sociedad religiosa judía. Ben Gvir de solo 46 años, pone a sucumbir a los izquierdistas, homosexuales y población árabe-palestina ilegal en Israel. 

Algunos analistas creen que en Israel el auge de la extrema derecha, como lo consideran, tiene que ver con el actual primer ministro Yair Lapid, y de su antecesor Naftali Bennett, y es que no supieron hacerlo bien, y la población israelí tradicional, salió con todo el animo a votar por la contra a la ideología política de Lapid y Bennett, es decir, Netanyahu, y mucho más allá, Ben Gvir. 

Sin embargo, el premier Lapid aceptó de inmediato su derrota y felicitó ipso facto a Netanyahu. Esto reafirma que Israel es una democracia sólida, la única en Oriente Medio y una de las más estables democracias del mundo; a pesar del sistema de democracia parlamentaria que para algunos no es tan democrático. Aunque, la división de poderes es clara y el sistema electoral es eficaz y transparente. 

Ben Gvir, como “kahanista” que es, es decir; seguidor del rabino americano-israelí, ortodoxo y sionista, Meir Kahane, fundador en su entonces del Kach, partido radical y ultranacionalista ortodoxo israelí, es un antiárabe completo. De hecho, tuvo un afiche de su compañero de trincheras, el médico americano-israelí Baruch Goldstein, asesinado a golpes por los musulmanes a los que el atacó, asesinando a 29. 

Netanyahu, es un estratega político, que a la final sabrá organizar a los más radicales dentro de esa nueva coalición. Y, es que, tiene el desafío de manejar temas de suma importancia, como el de Irán y su peligroso programa nuclear, la posición de Israel en la guerra ruso-ucraniana y la tensión global por esta, además de la ya declarada recesión mundial que no pasará desapercibida en Israel, donde la inflación no se detiene, como en todos los lugares del mundo. 

Asimismo, “Bibi” tendrá que moderar a Ben Gvir, así le deje el Ministerio de Defensa, pues, la posición de Ben Gvir no es la misma de Netanyahu, de hecho, este, evitó tomarse fotos con su colega, pues lo consideró como una mala idea, pero que a la final si le significó parte del triunfo, pues el partido de Ben Gvir se dobló en número de curules y un poco más desde las elecciones pasadas.  

La derecha promete dar a Israel un gobierno en el que la seguridad estará garantizada, la justicia y el sistema económico, que debe ser replanteado, pues la inflación, más los altos impuestos junto a los altos precios hacen que bastantes de los israelíes se sientan cada día más acorralados. 

@rosenthaaldavid