Off the record | El Nuevo Siglo
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Jueves, 3 de Noviembre de 2022
Redacción Política

Molestia de Gaviria

En las toldas del partido Liberal se han evidenciado no pocas fisuras por la discusión interna en torno al proyecto de reforma tributaria. De hecho, se habla de un desencuentro entre varios de los principales senadores y Representantes a la Cámara con las directrices del expresidente César Gaviria, jefe único de la colectividad y quien hace dos semanas expuso 11 grandes “líneas rojas” en torno a por qué consideraba que la iniciativa impositiva no debía aprobarse, o como máximo por un monto de 13 billones de pesos. Como se sabe, la bancada decidió apoyar el grueso de la reforma y dejó en libertad a sus integrantes de votar negativo aquellos artículos que consideraran demasiado drásticos.

¿Oídos sordos?

Hasta ahí no hay nada nuevo. Sin embargo, en los corrillos políticos se asegura que el exmandatario estaría muy incómodo con lo ocurrido, que incluso algunos de sus allegados no dudan en calificar de ‘rebelión’ y ‘desautorización’ a la directriz del jefe único, quien fue la pieza clave para que ese partido entrara en la coalición parlamentaria gubernamental petrista. Precisamente por ello, ya se escuchan voces según las cuales Gaviria estaría pensando en dar un paso al costado a más tardar en marzo próximo, cuando la colectividad tiene programado la IX Convención Nacional, en la cual no solo se elegirán directivas para los dos próximos años, sino que se delineará la estrategia para los comicios regionales y locales de octubre de 2023.

¿Paso al costado?

“… Gaviria no está nada contento con lo que pasó con la bancada… Menos aún con los rumores que hablan de prebendas burocráticas del Gobierno ofrecidas directamente a los parlamentarios y no a través de la dirección del partido, como sería propio de la relación entre la Casa de Nariño y la jefatura de un partido de la coalición… Creo que en marzo no seguirá como el timonel rojo”, sostuvo una alta fuente del partido.

Alerta por proyecto (I)

Un analista económico le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que el Gobierno debería “ponerle más atención” a las implicaciones de algunos proyectos. Por ejemplo, esta semana la plenaria del Senado aprobó una iniciativa que busca garantizar el derecho de los colombianos a una alimentación adecuada y a estar protegidos contra el hambre y la desnutrición. El proyecto, del partido de La U y liderado por el senador Alfredo Deluque, pretende modificar el artículo 65 de la Constitución, partiendo de la base de que, según estudios internos y externos, no menos de doce millones de colombianos están comiendo apenas dos veces al día, 670 mil una vez al día y 51 mil colombianos se acuestan sin probar alimento.

Alerta por proyecto (I)

“… El proyecto parte de temas básicos como que el Estado reconozca la importancia de garantizar la seguridad y soberanía alimentarias a la población… También crea herramientas de veeduría ciudadana sobre la implementación de estas políticas… Pero hay otros asuntos en donde del reconocimiento del derecho a una alimentación oportuna, suficiente y balanceada, se pasa a descargar en el Estado obligaciones que, de ser aprobado el proyecto, implicarían destinaciones presupuestales de montos muy altos… Por ejemplo, se alcanzó a proponer adoptar la definición de seguridad y soberanía alimentarias de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que es un mandato con muchas implicaciones… La propuesta no pasó, quedó como constancia para tercer debate en Cámara, pero el Gobierno no creo que entienda la dimensión de lo que esta eventual ley le podría implicar en tema de derechos exigibles y, por ende, que deben ser provisionados presupuestalmente”, precisó la fuente consultada.