Cruzada contra el invierno | El Nuevo Siglo
Lunes, 31 de Octubre de 2022

* Máxima transparencia en recursos

* Prevención y asistencia oportuna, claves

 

Ante la grave crisis creada por la drástica temporada invernal el Gobierno nacional declaró ayer la situación de “desastre natural” en el país. Se trata de un estado de emergencia que permite, principalmente, hacer traslados presupuestales extraordinarios a la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo para poder atender de forma rápida y eficiente a los damnificados, así como proceder a labores de prevención y mitigación de daños ocasionados por las lluvias, entre ellas, la reconstrucción de viviendas, puentes, carreteras y demás infraestructura afectada por estas circunstancias climáticas extremas.

Esta figura, soportada en la Ley 1523 de 2012, que regla todo lo relativo al sistema nacional de prevención y atención de desastres, le permite al Presidente de la República, con la firma de todos sus ministros, que para el caso se convierten en los integrantes del Comité de Emergencias, junto al director del Departamento Nacional de Planeación, determinar el traslado de recursos no ejecutados por los ministerios, en el marco del Presupuesto General de la Nación de este año, a la citada Unidad. 

Faltando dos meses para que termine la vigencia fiscal de 2022 se calcula que el monto de los recursos que aún permanecen sin ser enviados por la cartera de Hacienda a los distintos ministerios asciende a 11 billones de pesos. Será el Plan que presente la Unidad, especificando las destinaciones de los dineros así como las obras y programas a financiar, el que defina cuánto presupuesto será redirigido para atender esta creciente crisis por la segunda ola invernal del año, cuya intensidad ha sido muy alta, en gran parte porque continúan los efectos del fenómeno climático de La Niña, que no solo eleva los promedios históricos del volumen de lluvias, sino que también produce temperaturas muy bajas.

Ello explica por qué en estos momentos hay 289 municipios de 26 departamentos con declaratoria de calamidad pública, con más de 748 afectaciones registradas. El saldo mortal y de heridos también está creciendo, al igual que el número de damnificados, viviendas averiadas o destruidas, así como de infraestructura vial, educativa y de otra índole. A ello se suma que las inundaciones tienden a multiplicarse, especialmente porque varias represas ya coparon su respectiva cota y es necesario proceder a evacuar agua para evitar una emergencia mayor. Todo ello en medio de pronósticos del Ideam en torno a que en algunas regiones del país las próximas semanas serán muy complicadas por cuenta de un volumen de precipitaciones sin precedentes. Aunque no se prevé que el país llegue a los niveles críticos de la temporada 2010-2011 (cuando se inundaron más de 1,6 millones de hectáreas y hubo más de 575 municipios afectados, con centenares de fallecidos y un costo en daños superior a los 10 billones de pesos), es claro que el remate de este 2022 será muy dramático en el aspecto climático.

Si bien el Gobierno había anunciado que podría acudir a declarar un estado de "Emergencia Económica, Social y Ecológica”, al final se decantó por la figura del “desastre natural”. Lo importante en todo caso es que la destinación presupuestal de urgencia sea ágil y transparente. La Unidad puede firmar convenios con gobernaciones, alcaldías y otras entidades públicas, e incluso con juntas comunales, para asistir a los damnificados e iniciar las tareas de reparación de daños por los derrumbes e inundaciones. Los entes de control deben estar atentos a que los recursos no terminen en manos de ‘carteles de contratación’ ni de redes de corrupción, como alcanzó a ocurrir con algunos dineros en medio de la crisis sanitaria por la pandemia del covid-19.

Hacer frente a la crisis invernal es la prioridad gubernamental. Cualquier demora o dilación podría costar vidas y graves afectaciones a la población más pobre y desamparada del país. Todo el aparato estatal debe movilizarse de inmediato para ayudar a los damnificados e intensificar las labores de prevención, evacuación de personal en zonas de riesgo y dar asistencia rápida y oportuna.