Alerta sobre inversión en combustibles fósiles y clima | El Nuevo Siglo
LOS países productores de combustibles fósiles planean producir para 2030 alrededor de 110 % más de ellos, lo que dificultará la meta de limitar el calentamiento global
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Viernes, 22 de Octubre de 2021
Redacción internacional con IPS

En momentos en que la comunidad científica mundial hace sonar más fuerte que nunca sus alarmas sobre la crisis climática y sus impactos destructivos, los gobiernos planifican más que duplicar para 2030 la producción de combustibles fósiles.

Así lo señala el Informe sobre la brecha de producción 2021 hecho público esta semana y que fue elaborado por destacados institutos de investigación y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

En el documento se constata que, a pesar del aumento de las ambiciones climáticas y de los compromisos de cero emisiones netas, los gobiernos siguen planeando producir en 2030 más del doble de la cantidad de combustibles fósiles (producción de petróleo, gas y carbón, entre otros) de lo que sería coherente con la limitación del calentamiento global a 1,5 grados Celsius.

El informe sobre la brecha, publicado por primera vez en 2019, mide la diferencia entre la producción de carbón, petróleo y gas prevista por los gobiernos y los niveles de producción mundial compatibles con el cumplimiento de los límites de temperatura del Acuerdo de París.

Dos años más tarde, el informe de 2021 considera que la brecha de producción no ha cambiado en gran medida, a pesar del rápido crecimiento de la emergencia climática.

“Durante las próximas dos décadas, los gobiernos proyectan colectivamente un aumento de la producción mundial de petróleo y gas, y sólo una modesta disminución de la producción de carbón. En conjunto, sus planes y proyecciones prevén un aumento de la producción mundial de combustibles fósiles hasta al menos el año 2040, creando una brecha de producción cada vez mayor”, indica el documento.

Los planes y proyecciones de producción de los gobiernos supondrían 240 por ciento más de carbón, 57 por ciento más de petróleo y 71 por ciento de lo que sería consistente con limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius.

“Están peligrosamente fuera de sincronía con el Acuerdo de París”, según el informe.


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Al comentar el mismo la directora ejecutiva del Pnuma, Inger Andersen, dijo: “Los efectos devastadores del cambio climático están a la vista de todos. Todavía estamos a tiempo de limitar el calentamiento a largo plazo a 1,5 ºC, pero esta oportunidad se está cerrando rápidamente”.

El Acuerdo de París es un tratado internacional jurídicamente vinculante sobre el cambio climático. Fue adoptado en la 21 Conferencia de las Partes (COP21) sobre cambio climático, el 12 de diciembre de 2015, y entró en vigor el 4 de noviembre de 2016. Su objetivo es limitar el calentamiento global a 1,5 grados C, respecto a los niveles preindustriales.

La alerta lanzada en el informe se produce a pocos días de que comiencen los debates en la ciudad galesa de Glasgow de la COP26, en que las 196 partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (Cmucc) deliberarán entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre sobre como incrementar la ambición climática para evitar los desastrosos augurios de los científicos.

Productores en la mira

El Informe sobre la Brecha de Producción 2021 ofrece los perfiles de los 15 principales países productores de combustibles fósiles: Alemania, Arabia Saudí, Australia, Brasil, Canadá, China, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, India, Indonesia, México, Noruega, Reino Unido y Rusia.

Los perfiles de los países muestran que la mayoría de estos gobiernos siguen prestando un importante apoyo político a la producción de combustibles fósiles.

Estos países han anunciado objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a través de sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, en inglés), y en algunos casos establecido metas netas cero, es decir, equilibrar las emisiones que se liberan en la atmósfera con las que se capturan de ella.

El documento precisa que los países del Grupo de los 20 (economías industrializadas y emergentes) han adicionado casi 300 000 millones de dólares a actividades de combustibles fósiles desde el comienzo de la pandemia covid-19, una cantidad superior a la que han asignado a energías limpias.

La investigación es clara: la producción mundial de carbón, petróleo y gas debe empezar a disminuir de inmediato y de forma pronunciada para ser coherente con la limitación del calentamiento a largo plazo a 1,5 ºC, advirtió Ploy Achakulwisut, autor principal del informe y científico del Instituto del Ambiente de Estocolmo (SEI, en inglés).

“Sin embargo, los gobiernos siguen planificando y apoyando niveles de producción de combustibles fósiles que superan ampliamente lo que podemos quemar de forma segura”, advirtió

Las principales conclusiones del informe son las siguientes:

* Los gobiernos del mundo tienen previsto producir en 2030 un 110 % más de combustibles fósiles de lo que sería compatible con la limitación del calentamiento a 1,5 º C, y 45 % más de lo que sería compatible con 2 ºC. El tamaño de la brecha de producción se ha mantenido prácticamente sin cambios en comparación con nuestras evaluaciones anteriores.

* Los planes y proyecciones de producción de los gobiernos conducirían a un 240% más de carbón, un 57 % más de petróleo y un 71 % más de gas en 2030 de lo que sería compatible con la limitación del calentamiento global a 1,5°C.

* Se prevé que la producción mundial de gas sea la que más aumente entre 2020 y 2040 según los planes de los gobiernos. Esta expansión global continuada y a largo plazo de la producción de gas es incompatible con los límites de temperatura del Acuerdo de París.

* Los países han destinado más de 300 000 millones de dólares en nuevos fondos a actividades relacionadas con los combustibles fósiles desde el comienzo de la pandemia de covid-19, más de lo que han destinado a la energía limpia.

“Los primeros esfuerzos de las instituciones de financiación del desarrollo para reducir el apoyo internacional a la producción de combustibles fósiles son alentadores, pero estos cambios deben ir seguidos de políticas concretas y ambiciosas de exclusión de los combustibles fósiles”, afirmó Lucile Dufour, asesora principal de políticas del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD, en inglés).

“Las naciones productoras de combustibles fósiles deben reconocer su papel y su responsabilidad a la hora de cerrar la brecha de producción y dirigirnos hacia un futuro climático seguro”, insistió Måns Nilsson, director ejecutivo del SEI.

El informe fue elaborado por el SEI, el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD), el Instituto de Desarrollo de Ultramar (ODI), el PNUMA y E3G, el grupo de reflexión europeo independiente sobre el cambio climático cuyo objetivo es traducir la política, la economía y las políticas climáticas en acciones climáticas.

Más de 40 investigadores contribuyeron al análisis y la revisión, abarcando numerosas universidades, grupos de reflexión y otras organizaciones de investigación.