¡Minga fracasada! | El Nuevo Siglo
Jueves, 22 de Octubre de 2020

Los indígenas parecieran prestarse a los propósitos políticos de la extrema izquierda en el país. Estos lo hacen independientemente de unos postulados reivindicatorios que mejoren la calidad de vida en sus regiones, pero en este caso se percibe un juego conjunto con las fuerzas políticas izquierdistas, que como método utilizan la movilización popular para crear zozobra, incertidumbre y descontrol en el ambiente nacional.

Nada más inoportuno, pero estratégico, que esta minga que llegó a la capital con móviles políticos y propósito de desestabilizar al Gobierno para crear incertidumbre, para con ello tratar de debilitar al Presidente y generar inestabilidad en medio de la pandemia. Esa izquierda que sigue los postulados de Marx donde toda forma de lucha es valida, está tomando impulso, pues su máximo líder Gustavo Petro lo anunció cuando perdió las elecciones en 2018, que su campaña por la presidencia 2022 empezaba y el escenario sería la calle con marchas, y así ha sido con los constantes eventos violentos en todo el país.

Pero volviendo a la minga, fueron cerca de 10 mil indígenas quienes acudieron a la capital, es decir el 0,005 % de una población indígena censada, que es de 1.905.617 personas, los demás se quedaron trabajando. Esto indica que es una inmensa minoría paga la que participó en la minga, cuya palabra viene de la lengua quechua y significa “reunión solidaria” festejada con chicha y aguardiente, utilizada por etnias andinas provenientes del incario.

Las solicitudes al Gobierno no tienen nada novedoso, son las mismas que se vienen tratando en esta y en administraciones anteriores, satisfaciendo las necesidades de aquellas poblaciones indígenas con altos presupuestos. El asunto: ¿cual es manejo y destino que se le ha dado a esos recursos?, se desconoce. Reclaman las muertes de líderes sociales, las mismas que son vendettas de las disidencias de las Farc, el Eln, los carteles de la droga por diferentes razones. Pero es claro que esta movilización carece de sentido lógico, solamente asoma a la realidad los móviles políticos financiados por aquellas fuerzas de izquierda interesadas en el desorden y al parecer por el narcotráfico quien es el mas interesado en el caos, para así reestablecer sus laboratorios y despejar rutas creando distractores en la opinión publica y en las autoridades.

Pero el presidente Duque, persona ecuánime, inteligente y estratega no mordió el anzuelo y no les hizo el juego, atendió con su alto gobierno a la minga, pero no se prestó a un show que le tenían montado. Esa minga se fue disolviendo al abandonar la capital algunos de sus jefes y perdió sentido al unirse al paro nacional del 21 de octubre, pues evidenció su intensión política.

Finalmente, nada más irresponsable y peligroso que esas aglomeraciones masivas en una pandemia creciente, cuando iglesias, reuniones culturales, aulas educativas y restaurantes entre otras actividades son restringidas a no mas de 50 personas juntas, mientras se permite a miles hacinados contagiarse a cambio de nada util. ¡Minga fracasada!

arangodiego@hotmail.com