El ícono carranguero | El Nuevo Siglo
Viernes, 11 de Octubre de 2019

La música es el corazón de la vida. Por ella habla el amor; sin ella no hay bien posible y con ella todo es hermoso.

Franz Liszt

Hablar de la música colombiana, de nuestras melodías autóctonas, de esos ritmos y mensajes que recorren veredas, viviendas, municipios y ciudades, es tema   definitivamente inagotable, para referirnos a esos artistas que han inmortalizado nuestro querido país.

Para nosotros los boyacenses, para los colombianos y para sus seguidores en el mundo, el gran maestro Jorge Velosa, es el ícono de una cultura, de un terruño, de nuestra tierrita de la ruana y el sombrero.

Sus melodías que salen del corazón, además de su hermosa letra que son vivencias de nuestros pueblos y sus campesinos, son interpretadas, con amor y por eso sus sonidos llegan al alma de quien la escucha y así viaja por todo el planeta. 

Bolívar, con su espada nos liberó, por eso estamos celebrando el bicentenario de la independencia, y José Velosa y sus músicos, con su guacharaca, con su música carranguera colonizaron nuestros corazones.

Ahora en sus 70 años, muy bien vividos, bien aprovechados y bien musicalizados, queremos resaltar su aporte a nuestra cultura y a la exaltación de los valores boyacenses. Ha recibido todos los honores y distinciones, pero creo que la mejor condecoración para el Carranguero Mayor es ver con cuanto entusiasmo nuestros niños y niñas lo escuchan, bailan e interpretan.

Su música debe ser utilizada como la mejor arma para desarmar los espíritus y apaciguar a los violentos de esta época .A cada uno se le debe dar la cucharita para que la baile y la disfrute.

Para el maestro Jorge Velosa la carranga es: “es la compañía de quienes hemos encontrado en ella con qué arroparnos y expresarnos para ganar un espacio de identidad y regocijo a partir de lo tradicional, amasado con lo cotidiano y la creación colectiva y personal”.

Vestido con su simbólico sombrero y ruana de Nobsa, lleva su música  de tienda, en tienda, por caminos y veredas, canta en los atrios de las iglesias, plazas de toros y mercado,  coliseos y  teatros, festivales y salas de concierto y auditorios y hasta en escenarios internacionales como Madison Square  Garden.

Con esa rumba criolla, nacida en Ráquira, de torbellinos, bambucos, guabinas y merengues campesinos, ha llenado escenarios, con melodías boyacenses bien interpretadas a través del requinto, la guitarra, el tiple, la guacharaca y la armónica, que perduraran por los siglos de los siglos.

Su experiencia con los animales, como médico veterinario de la Universidad Nacional, le despertó su amor por la naturaleza y sus ancestros le transmitieron los genes del amor por su pueblo y el talento para la composición musical, que le permitieron crear el género musical de la “carranga “.

La música carranguera será siempre el amuleto cultural de los boyacenses que, de generación en generación, la harán inmortal y que la eterna Julia, Julia sea la musa de inspiración de nuestros compositores. Jorge Velosa ya tiene ganado su sitio entre los grandes músicos colombianos.

lorenarubianof@gmail.com