Difícil pero valiente | El Nuevo Siglo
Jueves, 17 de Octubre de 2019

Ser candidato y lograr el objetivo es una tarea bien difícil pero valiente. No es un juego, es una realidad que pone a prueba la estabilidad emocional y familiar del candidato, el prestigio, honra, libertad, su vida, patrimonio y tiempo. Más aun cuando el objetivo no se logra.

Tengo experiencia en estas lides, pues en algunas ocasiones de mi vida estuve de precandidato y candidato a la Alcaldía de Bogotá y Senado de la Republica.

Los medios nos muestran a diario diferentes candidatos asesinados, otros presos y muchos de ellos desprestigiados. Es común en las campañas los ataques personales al candidato. Muchas de ellas se dedican a esculcar a sus rivales, prestan más tiempo a buscar algún asunto del pasado o presente de sus contendores, en vez de hacer propuestas o controvertir ideas y proyectos que son el verdadero interés del ciudadano que los elige.

En estas elecciones que vienen, el país observa con asombro cientos de candidatos impedidos que han recibido avales de sus partidos, los filtros previos de cada colectividad no funcionan adecuadamente y muchos candidatos se logran colar en las listas, hasta que un contendor se ocupa de la denuncia.

En los 1.123 municipios vemos candidatos a las alcaldías cuestionados, algunos al borde de la cárcel, otros con impedimentos e inhabilidades y mala reputación, ventaja aprovechada por sus rivales. Lo mismo sucede para gobernaciones y bueno, ni que decir para los cuerpos colegiados. Pero también hay candidatos probos reconocidos por la población que sinceramente buscan servir a sus ciudades.

Hay cuatro candidatos para Bogotá: dos de izquierda y dos de derecha, algunos matizados en el centro. Dos posiciones diferentes frente a las necesidades de la ciudad (que son muchas).

Dependiendo de quien sea el ganador perfila el rumbo que tome la capital para los próximos años. Nada esta definido, pero las encuestas ponen en empate técnico a Carlos Fernando Galán quien ha venido creciendo sostenidamente y del otro lado Claudia López de centro izquierda que progresivamente se desliza, aguerrida mujer, con relativa experiencia y una juventud madura. Miguel Uribe Turbay quien viene realizando un serio trabajo con amplio respaldo de cinco partidos, buena experiencia y juventud vigorosa, hace una campaña sólida y propositiva que capta apoyos; y finalmente Hollman Morris de izquierda radical, con experiencia en el Concejo y en Canal Capital  pero con duros cuestionamientos de maltrato a la mujer, empezando por su propia esposa y otras mujeres que lo señalan de este tipo de practicas, lo que le ha valido el rechazo del voto femenino, cuenta con un respaldo menguado de la izquierda petrista, dividida pero fuerte.

Este es el panorama de un país aun inmaduro democráticamente, donde la compra de votos es una característica común que deforma la autentica política y nos lleva a una desmoralización electoral.

Finalmente alguno ganará para bien o para mal de las ciudades, pero no olvidemos que la decisión está en nuestras cédulas.

arangodiego@hotmail.com