Crece debate por proyectos sobre jornada laboral | El Nuevo Siglo
Foto Xinhua
Viernes, 4 de Octubre de 2019
Redacción Política

Dos propuestas legislativas (una para bajar la semana de 48 a 45 horas y otra para llevarla hasta 36 horas) se enfrentan a la oposición de los gremios que consideran que se trata de proyectos populistas

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Esta semana pasada dos proyectos de ley pusieron a hablar al país de equidad laboral. Por un lado, la bancada del Centro Democrático propuso reducir la jornada de 48 a 45 horas semanales, una de las propuestas de campaña del presidente Iván Duque. La otra iniciativa es del representante por Antioquia, León Fredy Muñoz, de la Alianza Verde, quien plantea que la reducción sea a 36 horas.

En la exposición de motivos del primer proyecto, la bancada del Centro Democrático explicó que “la legislación debe ser una respuesta a los cambios en la forma de contratación, fomentando el empleo de los jóvenes de 18 a 28 años de edad, mujeres mayores de 57 años de edad y hombres mayores de 62 años de edad, garantizando de todas formas los aportes a la Seguridad Social, en proporción al tiempo trabajado, pago de prestaciones sociales, y salarios integrales cuando se trate de contratación de tiempo parcial. Así mismo, reduciendo gradualmente en los próximos tres años la jornada laboral a 45 horas semanales, se les permitirá más tiempo libre a los trabajadores, para capacitarse y compartir con sus familias, logrando la productividad empresarial”.

Además, la bancada argumentó que según la Encuesta de Uso del Tiempo del DANE en Colombia se trabaja, en promedio, ocho horas y 25 minutos al día, sin embargo la productividad no ha aumentado: en 2016 fue de 0,6%, en 2017 de 0,44% y para 2018 de 1,67%.

A su vez, el proyecto de Muñoz señaló que busca brindar “mayor calidad de vida, sin afectar a las empresas. Tampoco esto afectará los salarios percibidos por los trabajadores colombianos y la negociación que en materia de salario mínimo mensual legal se realiza cada año”.

El congresista indicó que la economía “según algunos especialistas, no crecería al ritmo estimado por el Gobierno, ya que se depende de múltiples variables internas y externas que se relacionan con el crecimiento de la economía. Por tal motivo plantear la posibilidad de reducir la jornada no es descabellado”.

Ética y economía

Marc Hofstetter, Ph.D en Economía de la universidad Johns Hopkins y profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Los Andes, escribió en el portal La Silla Vacía que “en Corea, la reducción de la jornada laboral aumentó la probabilidad de que los individuos hagan ejercicio regularmente y redujo su probabilidad de fumar. Esos resultados son similares a los que produjo la reforma que redujo la jornada laboral en Francia donde además el impacto fue especialmente fuerte en los grupos de trabajadores menos calificados. En una dimensión similar, de nuevo en Corea, por cada reducción de una hora de trabajo semanal se redujo la tasa de accidentes laborales en 8%”.

Hofstetter le precisó a EL NUEVO SIGLO que es evidente que “una reducción en la jornada legal laboral generará un encarecimiento de la mano de obra formal. Eso mismo sería cierto si estuviéramos hablando de reducir de 60 horas a 50 o de 70 a 60. El punto de partida de la discusión es cuál es el número de horas razonables para balancear una vida entre trabajo y ocio, por eso esta es una pregunta más ética que una pregunta económica. Para ponerlo en términos ridículos, lo mismo podrían haber dicho los esclavistas. Es cierto que es un encarecimiento a la mano de obra, pero hay que pensar en los otros puntos también”.

Según el economista, “puede que este proyecto no tenga efectos relevantes sobre el nivel de actividad económica. La evidencia que tenemos de los efectos sobre empleo es que tiene efectos pequeños sobre la cantidad de empleos y si eso se aproxima al efecto sobre ingreso, esto afecta de forma irrelevante el ingreso total de la economía”.

Iván Jaramillo, director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, sostuvo en diálogo con este Diario que “es deseable en Colombia implementar medidas que promuevan el equilibrio entre la vida familiar y la vida laboral de los trabajadores, además que se amolden a las nuevas dinámicas empresariales que buscan invertir el modelo anacrónico de horas de trabajo ligadas a la productividad. Yo considero que lo que es deseable es invertir ese patrón sin afectar el proceso del remunerador que integra el proceso del trabajo decente para impedir que por esta rebaja de horas se afecte el ingreso de los trabajadores y su capacidad adquisitiva”.

Así mismo, el experto indica que los gremios deben entender que “la productividad ya no está ligada al número de horas que se asignan a cada trabajador, sino a que el mismo tenga mayor bienestar unido al tiempo la calidad de vida y tiempo de ocio, sumados con otro tipo de estrategias que habilitan la reducción del horario para equilibrar los otros aspectos humanos”.

“Proyectos populistas”

Pese a que no se han referido de manera directa a este proyecto de ley, los gremios ya han rechazado este tipo de iniciativas.

El presidente del Consejo Gremial, Jorge Bedoya, ha advertido en distintos escenarios que “a nosotros lo que nos preocupa es que se generen iniciativas legislativas que suenan muy bien para la población en general. Bienvenida la discusión sobre la reducción de la jornada laboral y muchas otras, pero eso tiene que estar dentro de un gran paquete, porque el único interés que debemos tener es empleo de calidad y reducir los altos índices de informalidad”.

De hecho, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), Bruce Mac Master, les ha hecho varios llamados a los congresistas para que piensen muy bien los beneficios de los proyectos que presentan.

“Estos proyectos, que uno puede calificar de populistas, son iniciativas que generan votos pero a larga generan consecuencias que terminan pagando todos. Por eso hago un llamado al Congreso para que analice antes de presentar este tipo de proyectos, que pueden resultar siendo contraproducentes afectando la generación de empleo formal”, expresó hace poco.