Venezuela vive un “socialismo corrupto y asesino”: Ecuador | El Nuevo Siglo
AFP
Jueves, 18 de Octubre de 2018
Redacción internacional

“LAS declaraciones del ministro de Comunicación venezolano, Jorge Rodríguez, demuestran que ese socialismo corrupto, asesino y mentiroso del siglo XXI todavía vive en Venezuela, provocando la migración masiva más grande en la historia de sus ciudadanos, por la nefasta administración del señor Maduro”.

Así le respondió Quito al ministro de Comunicaciones e Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, quien atacó al presidente Lenin Moreno por unas supuestas declaraciones que habría hecho sobre migrantes venezolanos que entran a ese país.

En respuesta al aireado reclamo de Rodríguez, Quito expulsó a la embajadora venezolana, Carol Delgado, por comentarios “ofensivos” hechos por el ministro chavista y la declaró ciudadana no grata, dándole 72 horas para que abandonara Ecuador.

Los problemas bilaterales entre Caracas y Quito vienen desde que Moreno, otrora seguidor del expresidente Rafael Correa, se declarara independiente. Desde entonces ha criticado el régimen de Nicolás Maduro, al que culpó en la Asamblea General de la ONU de crear “la mayor diáspora de la historia de América”.

Inclusive después de que se conoció esa decisión, el gobierno de Maduro decidió expulsar a la máxima representante diplomática de Ecuador en Caracas, Elizabeth Méndez.

El gobierno venezolano "se ve obligado a tomar medida recíproca contra la Encargada de Negocios del Ecuador en Venezuela, Elizabeth Méndez, quien es declarada persona No Grata y dispone de 72 horas para abandonar el país", subrayó un comunicado de la cancillería.

Esa vez, igualmente, el Presidente ecuatoriano pidió una “acción continental” para enfrentar la crisis humanitaria venezolana e insinuó que lo más conveniente para este país sería la salida de Maduro del poder, por ser un “irresponsable inhumano”.

Por la crisis humanitaria en Venezuela, Ecuador ha recibido 300.000 nacionales de ese país, de los cuales 60.000 trabajan en Quito, según la Cancillería ecuatoriana. Esto ha llevado a Lenin Moreno a referirse al tema en su última alocución diciendo que “diariamente al menos 6.000 hermanos venezolanos” llegan al país y que los niños lo hacen con “sarampión, difteria y poliomielitis”, declaraciones interpretadas por Rodríguez como un afrenta contra Venezuela.

Según el jefe de las comunicaciones en Venezuela, uno de los hombres de más poder del chavismo junto a su hermana, Delcy Rodríguez, Lenin Moreno habría mentido sobre el número de venezolano que han migrado hacia el Ecuador y fustigó a que se refiriera a sus nacionales como “enfermos”.

“Escuché a un Presidente de este continente con estupor porque yo no puedo creer que se pueda ser tan mentiroso (...) escuché a un Presidente decir que a su país ingresaban diariamente, me refiero a Ecuador, 6.000 venezolanos con enfermedades”, dijo en rueda de prensa Rodríguez, e insistió: “No puedo creer que se pueda ser tan mentiroso, incluso en un podio como el de las Naciones Unidas”.

Ecuador no tolera

La Cancillería ecuatoriana ayer comunicó que no “tolerará ninguna muestra de irrespeto a sus autoridades” y  reiteró que, “fiel a sus principios democrático y humanitarios, continuará brindando asistencia a los ciudadanos venezolanos que ingresan al país, contribuyendo con un esfuerzo económico y social significativo para proteger sus derechos humanos”.

En la misiva del Ministerio de Relaciones Exteriores, publicada ayer por la mañana, se lee que Quito “está convocando a la Encargada de Negocios del Ecuador en Venezuela para mantener consultas”.

Además de las cuestiones migratorias, la enemistad de Lenin Moreno con Nicolás Maduro se ha ahondado tras, ha dicho Ecuador, la “injerencia” de Caracas pidiendo que “cesara la persecución” contra el expresidente Rafael Correa.

Aliado del chavismo desde que llegó al poder en 2007, Correa mantuvo una relación muy estrecha con Caracas logrando numerosos acuerdos comerciales y liderando un bloque político en Latinoamérica que se ha desvanecido tras la caída de la mayoría de presidentes que hicieron parte del denominado Socialismo del Siglo XXI.

Moreno, quien fungió como vicepresidente de Correa en dos periodos, decidió tomar distancia de todo lo que había hecho su exjefe, asumiendo una oposición en contra del régimen de Maduro, al que ha calificado de una democracia “estrambótica” “sin la participación de la oposición, con una posibilidad limitada de la observación internacional”.

Aislamiento regional

Esta semana ha quedado en evidencia que el régimen de Nicolás Maduro está, salvo por el respaldo de Bolivia y Nicaragua, aislado en América Latina. Ecuador, de un lado, con la expulsión de la Embajadora venezolana, ha dejado claro que no quiere mantener relaciones con el gobierno de Maduro y, Brasil, del otro lado, está a punto de elegir a un ultraderechista como Jair Bolsonaro, quien ha dicho que Venezuela enfrenta un “proceso de decadencia total”.

En las últimas décadas, Ecuador y Brasil habían sido aliados del chavismo de la mano de Luiz Inácio Lula da Silva y Rafael Correa, expresidentes socialistas condenados o investigados por casos de corrupción. Este mismo proceso de distanciamiento ha sido claro en el caso de Argentina, donde Mauricio Macri desde que llegó al poder ha asumido una posición dura contra Caracas, liderando un bloque continental que pide la salida del chavista.

Sacando 20 puntos de ventaja en los sondeos, Bolsonaro aparece como el posible ganador de la segunda vuelta en Brasil, prevista para el 28 de octubre. Con su llegada, muchos han empezado a especular sobre un escalamiento de los discursos contra Caracas entre los que se destacan las acciones militares.

El eventual canciller de Bolsonaro, Luiz Philippe de Orleans, dijo en declaraciones a Sputnik, el martes, que “hay una dictadura vecina y no estamos haciendo absolutamente nada políticamente, no nos estamos posicionando en contra (…) tenemos que actuar con principios, no podemos tolerar una dictadura en América Latina, no cierro la puerta a la intervención militar”.

La línea dura de Bolsonaro y el distanciamiento de Lenin Moreno dejan al régimen de Maduro cada vez más aislado. Otrora aliado indiscutible, Quito toma posición y se distancia del chavismo.