Paisaje amazónico, al estilo ópera | El Nuevo Siglo
Cortesía
Miércoles, 17 de Octubre de 2018
La obra Florencia en el Amazonas ofrecerá imágenes de la naturaleza de este río que atraviesa tres países. Funciones desde el 24 de octubre.

 

Un viaje fascinante por el río Amazonas, donde el romanticismo, el paisaje y las imágenes de la naturaleza son protagonistas, ofrece Florencia en el Amazonas, la ópera contemporánea de Daniel Catán, abierta al público del 24 de octubre al 4 de noviembre, en seis únicas funciones en el Teatro Colón.

La pieza narra el viaje de la diva Florencia Grimaldi, desde Leticia hasta Manaos, en busca de sus raíces y de Cristóbal, un legendario cazador de mariposas: su verdadero amor. La acompañan en su recorrido por el río un grupo de viajeros con ilusiones y anhelos diversos, entre ellos el de ver cantar a la diva por última vez.
 
Florencia en el Amazonas es una ópera en castellano compuesta por el mexicano Daniel Catán, con libreto de Marcela Fuentes-Beráin, una discípula directa del maestro colombiano de las letras Gabriel García Márquez. La pieza fue comisionada a Catán por la Grand Ópera de Houston, la Ópera de Los Ángeles y la Ópera de Seattle, y se estrenó en 1996.

 
“Es una aventura musical por las texturas del Amazonas, que lleva a vivir el sueño de la ópera en la selva, esa fantasía salvaje que inspiró a hombres y mujeres extraordinarios, y que hoy nos hace sentir vivos. El apareamiento entre el dispositivo musical y la sustancia vital está en el corazón del proyecto de Daniel Catán, en el que el concierto de la vida salvaje encuentra su forma en la catedral de la música”, señala el Director Escénico, Pedro Salazar.

 
A cargo de este renombrado director, se presentó por primera vez en Manaos la versión completa de la obra, donde fue ovacionada por el público del Teatro Amazonas. Dicha presentación se realizó en mayo del presente año en el marco del XXI Festival Amazonas de Ópera, con un elenco brasileño junto a la Orquesta Filarmónica del Amazonas, bajo la batuta del maestro Luiz Fernando Malheiro.
 
“Florencia Grimaldi emprende este viaje de amor que contiene elementos del romanticismo, similares a las óperas clásicas de Puccini y Debussy, mezclados con la magia de la selva, y con la herencia directa de Gabriel García Márquez y su afición por entrecruzar los mitos y la historia”, comentó el director escénico, Pedro Salazar.
 
Realidad y fantasía se encuentran a bordo del barco “El Dorado” mientras Florencia y sus acompañantes surcan el misterioso Amazonas. Finalmente, cada personaje encuentra una vivencia, una verdad o una sombra sobre sí mismo, algo con lo que su viaje se completa.

 
Para este montaje La Compañía Estable ha unido esfuerzos con la Orquesta Nueva Filarmonía dirigida por el maestro Ricardo Jaramillo. Se trata de un proyecto que ganó en 2017 la beca de creación de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y se estrenó en el marco del XX Festival Ópera al Parque. 

 
El reparto está compuesto por las más destacadas figuras del canto lírico nacional: Valeriano Lanchas, Ana María Ruge, Camilo Mendoza, Mónica Danilov, Hyalmar Mitrotti, Alexis Trejos, Manuel Franco y Camila Toro. El equipo de producción escénica aporta la experiencia de años de trabajo en el medio profesional colombiano, con Víctor Sánchez, antiguo productor y director técnico del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, Humberto Hernández en el diseño de iluminación, Julián Hoyos en el diseño escenográfico y de arte, Olga Maslova en el vestuario, y Pedro Salazar en la dirección escénica y general del proyecto.
 
“La puesta en escena recopila el paisaje visual que resultó de nuestro viaje al Amazonas, un paisaje compuesto por luces del amanecer, sombras, nubes que se desplazan, chillidos animales, croares, todo tipo de colores y texturas. Nos inspiramos en los barcos de vapor de la época para la escenografía, que consta de un barco en 3 piezas. También están presentes los puentes del Amazonas y una muy hermosa proyección de vídeo a cargo de la realizadora audiovisual, Michelle Ospina. Además de la música que suena como el fluir del agua, esta ópera se presenta un canto al flujo de la vida”, concluyó Pedro Salazar.