Dosis mínima | El Nuevo Siglo
Viernes, 5 de Octubre de 2018

“No solamente con prohibicionismos se soluciona problema”

Buena medida, pero llega tarde. El problema ya tiene 27 años. Esto ha debido hacerse en 1991. Cuando los magistrados de la primera Corte Constitucional, principalmente Vladimiro Naranjo Mesa y Carlos Gaviria Díaz, ambos acérrimos defensores del -mal entendido- derecho constitucional al libre desarrollo de la personalidad, veían con muy buenos ojos permitir el porte y consumo de dosis mínima de cualquier droga, a sabiendas de que esto avalaba tanto la producción como el tráfico de estupefacientes en Colombia. Al permitir el consumo se permitía también su producción y tráfico. Hoy ya son millones los hijos del derecho al libre desarrollo de la personalidad.  Todavía nos preguntamos ¿por qué el crecimiento exponencial de producción de droga en Colombia? Uno de ellos me decía en ese momento que la razón por la cual defendía el consumo de dosis personal de estupefacientes era por la realidad que él mismo veía en los bares bogotanos. Me atrevo a decirlo, que ese fue el espíritu del derecho al libre desarrollo de la personalidad y la dosis mínima. La realidad nocturna en Bogotá.

Este problema es un asunto de salud púbica. No solamente con prohibicionismos se soluciona pues el problema se desarrolló “libremente”. El estudio sobre consumo de sustancias psicoactivas en adolescentes delincuentes en nuestro país, realizado por el Observatorio de Drogas de Colombia, revela datos aterradores que relacionan consumo con criminalidad. Veamos: El 84% de los adolescentes encuestados ha consumido marihuana. Respecto de la cocaína, el 47,4% del total cumple los criterios para abuso y el 69,1 % para dependencia. Respecto del basuco, el 79,4% cumple criterios de abuso y el 86,2% criterios de dependencia. El 12,4% de adolescentes ya usaba marihuana a los 10 años de edad, al igual que cocaína e inhalables. El 32.4% sigue consumiendo marihuana aún privados de la libertad. Y, atérrense, el 2,4% dijo haber iniciado el consumo de sustancias ilícitas privado de la libertad y el 12,3% dijo que esta condición lo llevó a reiniciar o recaer en el uso de drogas. Alcohol y heroína son sustancias que han consumido inyectadas estando privados de la libertad en los últimos 30 días.

Si esto es solo una muestra de lo que pasa con adolescentes privados de la libertad ¡imagínense lo que sucede afuera!

@ReyesJuanfelipe