Al que la hace le pagan | El Nuevo Siglo
Miércoles, 17 de Octubre de 2018

“Para paz no motivemos corrupción ni venganza” 

El Dux Iván, Marqués de Carabás, ha concretado su política de poder con la frase de la venganza: “El que la hace la paga”. Muy parecida a la Ley del Talión: “Ojo por ojo, diente por diente”. Esa predica suele transformarse en la práctica, gracias a la metamorfosis propia de las estrategias de la astucia de los detentadores del poder que, hábilmente, invierten la ley para beneficiarse, fundándose en falaces argumentos expuestos a los ignorantes que creen en los milagros de la “teodesgracia”

Para proteger los tesoros dilapidados en las parrandas corruptas se promueven  interdicciones judiciales; igualmente, con el fin de mantenerse en la cúpula se hacen reformas constitucionales; justificadas de enmiendas en confusos y sofisticados discursos y se dice que se trata de corregir errores ¡para satisfacer exigencias del pueblo! Argumento mentiroso, pues el soberano no escucha la exposición de motivos y los que la oyen no la entienden pues la argucia de los demagogos consiste, básicamente, en hablar enredado para que la audiencia se sorprenda y se culpe de su ignorancia. Otros excitan las pasiones del odio y el resentimiento para convencer a los electores y obtener el aplauso de los espectadores de la “lucha” armada, guerra en la que solo combaten los pobres relegados sociales.

La transformación de la Constitución que predicó que Colombia es un Estado Social de Derecho, se promueve con una proliferación de iniciativas de actos legislativos presentados, en muchos casos, más para satisfacer la megalomanía del autor que la solución a las necesidades del pueblo. Por ejemplo, la propuesta de reforma a la acción tutela.

En ese orden se presentan ahora proyectos para, dizque, resolver la crisis de la justicia. ¡Que argucia! La deficiencia de esta actividad del Estado no radica en esas “soluciones” ridículas, en cuanto aspiraciones fallidas. El defecto vigente se traduce en que la justicia es tardía y esta es la peor de las injusticias. Si se organizara la competencia real de los Jueces de Paz, que con Álvaro Gómez propusimos en la Carta del 91, se estaría hablando en serio.

Y con respecto a la elección de las autoridades regionales y locales, que comulgué con él, desde cuando en el primer Foro Nacional de Personeros (julio de 1977) se propuso su elección popular, reconociendo la soberanía de los municipios para hacer de la democracia una realidad, pero ahora, en nombre del partido de gobierno, abusando de la Constitución, se pretende no solamente acabar con el divorcio entre el poder central y el de la descentralización local, sino, ilícitamente por inconstitucional, prevaricando a ciencia y conciencia, el Congreso intenta “reelegir” a los actuales alcaldes y gobernadores hasta el año 22, incluido el especulador del “Transmilenio”, burlando la voluntad de quienes los eligieron hasta el 2019. Dux, al que la hace le pagan y le pegan. Si queremos la paz no motivemos ni la corrupción ni la venganza.