5 mitos de los colombianos sobre la donación de órganos | El Nuevo Siglo
Freepick
Martes, 16 de Octubre de 2018
Según una encuesta, la mayoría de personas desconocen cómo hacer el procedimiento y por esto prefieren no hacer el trasplante

 

Colombia tiene uno de los índices más bajos de donación de órganos a nivel mundial, ocupando el puesto 20 en la escala de donantes fallecidos. Un estudio evidencia que a pesar de que los colombianos tienen una actitud positiva frente a la donación de órganos, aún mantienen creencias que les generan inseguridad.

El estudio liderado por Astellas Farma Colombia y desarrollado por Invamer se llevó a cabo en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla, y demostró que la mayoría desconoce y tiene poca información sobre estos procedimientos.

En febrero de 2018, 2.488 personas se encontraban en lista de espera, siendo el riñón uno de los órganos más necesitados (2.316 personas); seguido por hígado (133); pulmón, (23) y corazón, (16). Aunque el número de trasplantados pasó de 1.068 en 2016 a 1.1287 en 2017, creciendo 21%, la proporción de colombianos en lista de espera continúa superando al de los donadores.

El estudio reveló los principales mitos y creencias falsas:

1. “Para donar órganos debo registrarme como donante, pero no sé dónde ni cómo hacerlo”

La donación de órganos tuvo un giro con la Ley 1805 que entró en vigencia en febrero de 2017, la cual convierte a todos los colombianos, que en vida no hayan expresado por escrito su negativa, en donantes de órgano. Algunas personas aceptan no tener clara la legislación que existe en el país que regula el procedimiento. El estudio demostró que el principal motivo por el cual afirman no ser donantes es porque desconocen dónde deben registrarse o cómo es el proceso para hacerlo, lo cual no es necesario.

Los que no quieran ser donantes deben hacer la declaración ante un notario público y enviarla al Instituto Nacional de Salud (INS) o expresar la negativa al momento de afiliarse a una EPS.

2.  “Ser donante es en un blanco fácil para tráfico de órganos”.

Todo el proceso de donación y trasplantes es vigilado por entidades como el Ministerio de Salud y Protección Social, el INS y las Secretarías de Salud. El estudio reveló que las personas creen que al convertirse en donantes se vuelven propensos a ser secuestrados por traficantes con el objetivo de extraer sus órganos y obtener beneficios económicos.

Sin embargo, estos procedimientos son complejos por lo que solo instituciones que cuenten con la infraestructura adecuada y el personal entrenado pueden hacerlo.

3.        “Mi religión no me permite donar”.

Aunque muchas personas piensen que la religión prohíbe la donación de órganos, muchas están favor de la donación y trasplante de órganos; algunas de ellas consideran que es una decisión personal y que es un acto de ayuda, generosidad y solidaridad.

Aun así, uno de los hallazgos del estudio confirma que algunos tienen la creencia que al someterse a este tipo de procedimientos, no estarán completos para su vida después de la muerte. 

4. “Los donantes quedan incompletos o desfigurados”

El personal médico que realiza estas intervenciones está entrenado para realizar el procedimiento con el mayor cuidado para que el cuerpo de un donante no presente cambios y conserve su estética corporal para, posteriormente, ser entregado a la familia en el caso de un donante fallecido. De esta manera se cuida que el cuerpo de un donante vivo o muerto no quede en mal estado, deformado y/o maltratado.

5.       “El nivel socioeconómico determina la prioridad para decidir las personas que serán trasplantadas”.

La lista de espera se organiza teniendo en cuenta la compatibilidad del donante y el paciente, y la urgencia con la que se necesita hacer el procedimiento. Las entidades del Gobierno garantizan que la equidad de asignación se genere sin discriminación por razones de origen familiar, estrato socioeconómico, sexo, raza, religión, entre otros. De acuerdo con el estudio, existe la creencia que, aquellos que cuentan con un nivel socioeconómico más alto reciben los trasplantes de manera más rápida que las personas de bajos recursos, sumado a que los extranjeros tienen prioridad sobre los colombianos.

Con este estudio logramos identificar cuáles pueden ser algunas de las barreras por las cuales aún no se vive una cultura de donación en el país e identificamos que es necesario brindar información de calidad a la población para eliminar creencias, que, en la mayoría de los casos, están alejadas de la realidad”, afirmó Giovanny Montoya, director médico de Astellas Farma.