La seguridad energética de Turquía y Azerbaiyán es el objetivo de Armenia | El Nuevo Siglo
El Gasoducto Transanatoliano (TANAP), el enlace más largo del Corredor de Gas del Sur, está listo para enviar gas natural azerbaiyano a Europa a partir de este 1 de julio
Foto Anadolu
Viernes, 16 de Octubre de 2020
Redacción internacional

Azerbaiyán exporta petróleo y gas natural a los mercados internacionales y contribuye a la seguridad energética de Turquía. Los recientes ataques armenios a la región de Tovuz, que se encuentra en la ruta de las líneas de las tuberías Bakú-Tiflis-Ceyhan (BTC) y Bakú-Tiflis-Erzurum (BTE), así como también del Proyecto de Gasoducto Transanatoliano (TANAP), son importantes para mostrar los objetivos de las agresiones.

Armenia atacó la región de Tovuz el 12 de julio y el 21 de septiembre y ahora trata de extender los enfrentamientos fuera de Karabaj, especialmente en los puntos de transferencia de energía.

Los proyectos energéticos internacionales son decisivos para la salvación de Azerbaiyán de la influencia iraní y rusa en la región, y para la autosuficiencia del país y el desarrollo de una política independiente.

Papel energético de Azerbaiyán

Azerbaiyán se encuentra en un punto crítico en términos del acceso de los recursos de la región del Caspio a los mercados energéticos internacionales. Gracias a los gasoductos y oleoductos que el país construyó junto con Turquía y que llegan a los mercados internacionales, Azerbaiyán se convirtió en un actor influyente en el Cáucaso.

El país cuenta con aproximadamente 1,7 billones de metros cúbicos de gas natural y una reserva de 7.000 millones de barriles de petróleo, por lo que es un productor de hidrocarburos importante. Exporta además más de 30 millones de toneladas de petróleo y aproximadamente 11 mil millones de metros cúbicos de gas natural al año, lo que representa más del 90% de sus exportaciones como país.

Azerbaiyán producirá 55 mil millones de metros cúbicos de gas natural anualmente para 2040, según las proyecciones de la Agencia Internacional de Energía. Por lo tanto, se espera que Bakú se convierta en un actor más importante en los mercados mundiales al enviar petróleo y gas natural del Caspio a los mercados mundiales en mayores cantidades.

Cooperación energética Turquía-Azerbaiyán

El oleoducto BTC, el gasoducto BTE y el proyecto TANAP ocupan un lugar importante en la cooperación energética Turquía-Azerbaiyán. Bakú realiza la mayoría de sus exportaciones a través de la línea BTC, con la que accedió a los mercados internacionales y cuyo 6.5% de sus acciones pertenece a Turkey Petroleum Corporation (TPAO). La línea tiene una capacidad anual de exportación de alrededor de 50 millones de toneladas de petróleo crudo y ha transferido cerca de 3,5 mil millones de barriles desde 2006, por lo que se sabe que representa grandes ingresos para el país.

Además, el petróleo de Kazajistán es transportado al puerto de Ceyhan, Turquía, a través de este oleoducto, lo que muestra que esta línea desempeña un papel fundamental en el acceso de los recursos energéticos de Asia Central a los mercados internacionales. De acuerdo con el pacto firmado entre Azerbaiyán y Kazajistán, se exportarán hasta 21 millones de toneladas de petróleo kazajo luego de expandir la infraestructura de la línea, en la que se transfieren anualmente 3 millones de toneladas de petróleo kazajo.

El Oleoducto BTC entró en funcionamiento a pesar de la oposición de Rusia e Irán y gracias a los esfuerzos de Turquía y otras compañías energéticas internacionales. En el caso de que el petróleo de Kazajistán y el gas natural de Turkmenistán que pasarán por esta línea sean exportados a los mercados mundiales, Azerbaiyán no solo será un país productor de energía, sino también un país ubicado en el corredor de exportación de energía, que pasará a primer plano tanto económica como estratégicamente.

La línea del Gasoducto Bakú-Tiflis-Erzurum (BTE) disminuyó la dependencia de Turquía de Rusia e Irán significativamente. Empezó su funcionamiento en 2007 y transporta a Turquía más de 6.000 millones de metros cúbicos anuales de gas natural. Con este proyecto, la seguridad energética de Turquía incrementó. Especialmente en 2020, con el gas transportado por TANAP, el gas azerbaiyano se convirtió en el más consumido de Turquía.

Ruta de la seda de la energía: TANAP

Turquía posee 30% de las acciones del proyecto TANAP, llamado 'la ruta de la seda de la energía'. Gracias a la línea, Turquía pasó de ser un país consumidor de gas natural a ser un actor importante en el comercio de energía. El proyecto tiene previsto transportar 16.000 millones de metros cúbicos en la primera etapa, 24.000 millones de metros cúbicos en 2023 y 31.000 millones de metros cúbicos en 2026. Se calcula que Turquía habrá ganado más de USD 40 mil millones de dólares con este proyecto para 2045.

El proyecto TANAP, que iniciará en la frontera turca de Edirne y proveerá al Gasoducto Trans Adriático (TAP) que se extiende hasta Grecia e Italia, se convertirá en una ruta crítica en el transporte de gas natural a Europa. Azerbaiyán obtendrá algunos beneficios económicos y políticos. Por lo tanto, Bakú habrá logrado transferir su petróleo y gas a los mercados internacionales diferentes al de Rusia luego de su independencia.

La cooperación energética entre Turquía y Azerbaiyán jugó un papel vital en la formación del corredor energético Oriente-Occidente. Esta cooperación aumentó la importancia geopolítica y geoestratégica de Turquía y contribuyó a la autosuficiencia de Azerbaiyán.

Nagorno Karabaj tiene más 140.000 habitantes, un 99% de ellos armenios. Las autoridades locales y de Armenia acusan a Azerbaiyán de tomar como blanco a los civiles desde el inicio de los combates el 27 de septiembre, sobre todo en Stepanakert, la ciudad más importante del enclave, donde viven unas 50.000 personas.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) condenó los "bombardeos indiscriminados", que destruyeron o dañaron cientos de hogares e infraestructuras clave, como hospitales y escuelas.

La región de Nagorno Karabaj, hizo secesión de Azerbaiyán después de la caída de la Unión Soviética, lo que llevó a una guerra a principios de los años 1990 que se cobró 30.000 vidas.

Las hostilidades actuales son una de las crisis más graves, si no la más grave, desde el alto el fuego de 1994.

Los dos bandos siguen acusándose mutuamente de las hostilidades que ya han causado unos 600 muertos, 73 de ellos civiles, según balances muy parciales, ya que Azerbaiyán no comunica las pérdidas militares.

Pese a los reiterados llamados de Rusia y los países occidentales, la tregua negociada con la mediación de Moscú, el alto al fuego sigue sin acatarse.

Estados Unidos, Francia y la Comisión europea entre muchos otros han pedido respetar la tregua pero el conflicto sigue escalando.

"Estados Unidos pide a Azerbaiyán y Armenia que implementen sus compromisos con un alto el fuego acordado y que dejen de atacar áreas civiles, como Ganyá y Stepanakert", instó el secretario de Estado, Mike Pompeo.

A nivel humanitario, la Cruz Roja advirtió sobre las consecuencias del conflicto en la población son devastadoras y se teme que agrave problemas como los generados por la pandemia del nuevo coronavirus y la migración de miles de refugiados. /Redacción internacional con Anadolu