¿Qué implica el reciclaje de edificaciones que contempla el POT? | El Nuevo Siglo
El director del IDPC, Patrick Morales, explicó cómo el componente de Patrimonios vitales que contempla el POT permitirá reconocer otras zonas distintas a los 25 sectores de interés cultural existentes
Foto El Nuevo Siglo/Diana Rubiano
Lunes, 18 de Octubre de 2021
Redacción Bogotá

Desde que se radicó en el Concejo de Bogotá, el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) se convirtió en el centro de la discusión no solo para la corporación, que tiene su destino en las manos, sino también para la Administración Distrital y para otras entidades clave en el ordenamiento del territorio en Bogotá como Camacol y Asobares.

Este documento presenta una apuesta de ordenamiento a partir de la Estructura Ecológica Principal, pero también de otras como la Estructura Integradora de Patrimonios (EIP). Y lejos de ser una propuesta de fácil comprensión, la pregunta evidente salta a la vista:

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué es la Estructura Integradora de Patrimonios?

PATRICK MORALES: La Estructura Integradora de Patrimonios es la lectura de la relación entre los diferentes patrimonios en clave de proximidad y vínculo social. No es solamente el reconocimiento de lo material. Esta estructura propende por la gestión integral de los patrimonios, fortaleciendo el vínculo social y la vida productiva de los grupos poblacionales sociales y comunitarios que permanecen, se relacionan y le dan sentido a los paisajes urbanos y rurales emblemáticos del Distrito Capital.

ENS: ¿Uno cómo puede aterrizar esa Estructura para que la ciudadanía lo entienda?

PM: Te voy a poner un ejemplo: hay un proyecto estratégico relacionado con la EIP que es el Parque Arqueológico de Usme (este POT también reconoce, de manera innovadora, el patrimonio arqueológico). Entonces tienes este parque que es importantísimo y que está asociado a modos de vida campesinos y a prácticas culturales a su alrededor.  

El parque arqueológico de Usme es un ejemplo claro de cómo la EIP es una estructura que lo que hace es proteger la diversidad de modos de vida y el reconocimiento de diversidad de poblaciones que tienen relacionamientos distintos con el territorio. El modo de vida campesino de esta localidad va a ser una defensa de los campesinos no solamente por su valor arqueológico sino por lo que representa en el reconocimiento y preservación en términos ambientales, de culturas tradicionales e incluso de cosmogonías.

ENS: ¿Cuál es la materialización física de esta estructura? 

PM: Ha habido cierta inquietud sobre precisamente eso, la materialización física de la EIP en el territorio y esta misma está definida por unos componentes muy concretos como los bienes del grupo urbano, los bienes del grupo arquitectónico, se reconoce el patrimonio industrial, el arquitectónico, paleontológico, entornos barriales. Y se reconoce por primera vez el patrimonio inmaterial como parte de esta estructura que va a determinar ciertas dinámicas en el territorio.

No es que, como lo contempla el POT con relación a la EEP, “esto no se toca”, sino que por el contrario estos son espacios que se van a reconocer, se van a potencializar, incluso van a ser objeto de incentivos y eso va a ser clave para entender la ciudad en otras dimensiones más allá del patrimonio tradicional como lo hemos venido entendiendo: únicamente lo que es inmueble, lo que es físico.


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Renovación urbana

ENS: Una de las grandes apuestas de este POT es que habrá mucha renovación urbana. Con esta proyección ¿cómo se va a proteger lo patrimonial?

PM: El Instituto ha planteado un programa que nos parece fundamental, que quedó contemplado en el articulado y que se llama Patrimonios vitales. Esta es una propuesta para empezar a reconocer, más allá de los 25 sectores de interés cultural que tenemos reconocidos y que están en la cartografía del POT, entornos barriales que tengan una característica de hábitat particular que se tenga que proteger.

De esta manera se podrán releer algunos sectores de la ciudad que están preocupados precisamente por la renovación, partiendo de una relación patrimonio-territorio que sea significativa y desde ese reconocimiento generar unas medidas de protección, ya sea a través de instrumentos de gestión patrimonial clásicos; a través de asignación de norma; o a través de incentivos que permitan que estas preocupaciones sobre gentrificación puedan ser abordadas por lo menos en lo que nos concierne desde el patrimonio.

Entonces a través de patrimonios vitales Bogotá podrá reconocer otras zonas distintas a los 25 sectores de interés cultural existentes que se clasificaron solo en clave material. Patrimonios vitales abre la puerta a ese reconocimiento y a una serie de instrumentos más flexibles. Es una mirada distinta, pero le da la potestad al IDPC para generar un reconocimiento de lo que llamamos entornos barriales de particular valor.

ENS: ¿Eso significaría que este POT aumenta a 25 los sectores de interés cultural ya reconocidos?

PM: Sin duda lo hace al ampliar el reconocimiento de los sectores, pero te insisto, con criterios distintos que no sean exclusivamente arquitectónicos, sino de patrimonios integrados.

ENS: El POT también propone un reúso de edificaciones. ¿En qué consiste?

PM: A nivel nacional, la última actualización del decreto único del sector vivienda reconoce la revitalización como una de las modalidades de renovación. La renovación no es solo “borrón y cuenta nueva” sino que cobra otras dimensiones con este concepto. Este POT incorpora un artículo muy interesante sobre el reúso de edificaciones, reciclaje para proyectos de vivienda. Eso es clave porque incorpora una serie de incentivos que se están dando para este reúso en cuanto al régimen de propiedad horizontal, incentivos al tema de exoneración de cargas urbanísticas, de pago por compensación de parqueaderos, etc.

Esto no solo se aplica al patrimonio y es fundamental para empezar a generar esa renovación desde adentro. No es “borrón y cuenta nueva” sino que vincula a los propietarios y reúsa las edificaciones ya existentes en una política de la ciudad construida. No todo tiene que irse a las zonas de expansión urbana, sino que la ciudad puede tender a reutilizarse.

ENS: Este POT parte de no expandir más el suelo e implica densificación. En ese marco, ¿cómo planea este plan proteger el patrimonio?

PM: Te diría que la puesta en valor de ese reúso de edificaciones nos va a permitir el uso de bienes patrimoniales que puedan ser funcionales a nuevas necesidades y realidades del patrimonio.

Por ejemplo, en la Carrera Décima tenemos inventarios de un montón de edificaciones que están ahí pero que no están siendo utilizadas en la lectura de lo que ha cambiado la ciudad en los últimos 20 años. Ese reúso permitirá que la densificación no se entienda solo como crecer en altura, sino en cómo reconvertir inmuebles respetando sus valores patrimoniales para hacerlos funcionales a la vida de barrio, a la residencia y por supuesto a otros usos.

Sí se va a promover la densificación, pero con cargas, es decir de espacio público, mejores vías y otras cosas. Y algo muy importante que contempla este Plan es que los bienes de interés cultural deberán formar parte del recargo de cargas y beneficios en los tratamientos urbanísticos. Esto quiere decir que el patrimonio pasa a ser una carga que se deberá considerar y deberá ser receptora de beneficios en los proyectos. Deberán vincularse.