¡Adiós a las arrugas! Descubra cómo tratarlas según su tipo | El Nuevo Siglo
Las arrugas se clasifican como de expresión, de fotoenvejecimiento, de deshidratación, de descolgamiento y posturales, según la farmacéutica Inmaculada Canterla.
Foto Europa Press
Lunes, 18 de Octubre de 2021
Agencia Europapress

No todas las arrugas faciales son iguales; en función de cuál sea su origen y su localización en una u otra parte de nuestro rostro, hay un tratamiento indicado y específico para tratarlas. Tal y como señala la farmacéutica Inmaculada Canterla, “podemos dividirlas en: arrugas de expresión, arrugas de fotoenvejecimiento, arrugas de deshidratación, arrugas de descolgamiento y arrugas posturales”.

De expresión

Las líneas de expresión son aquellas que se producen al gesticular, y aparecen frecuentemente en el tercio superior del rostro (entrecejo, frente, patas de gallo, las bunny lines o líneas que aparecen en la parte superior de la nariz cuando sonreímos).

El tratamiento estético más demandado y efectivo para este tipo de arrugas es la toxina botulínica. El conocido bótox actúa sobre el músculo, haciendo que este pierda su fuerza y con ello que el rostro se muestre más relajado y sus líneas más atenuadas.

Otra opción de tratamiento es el Hydrostrech, un protocolo que suele realizarse en aquellas pacientes que no quieren tratarse con toxina botulínica.

De deshidratación

La piel deshidratada no es un tipo, sino un estado de la piel, por lo que cualquier piel, incluso las más grasas, pueden sufrir deshidratación en cualquier momento. La deshidratación tampoco está asociada a la edad, y podemos encontrarnos con arrugas por sequedad a los 20 años. Normalmente las arrugas por deshidratación son arrugas más finas y pequeñas, que suelen aparecer en mejillas como consecuencia del daño superficial de la piel.

En este tipo de arrugas, y al contrario de las arrugas de expresión, un tratamiento tópico cosmético diario suele ser suficiente para resolver el problema. Con productos que restablezcan la función del Factor de Hidratación Natural (FNH), sustancias emolientes y humectantes que retengan el agua de la epidermis y eviten su evaporación, mantecas y aceites vegetales para reforzar la estructura del manto hidro-lipídico, ácido hialurónico multipeso, ceramidas, etc.

De fotoenvejecimiento

El 80% de los signos del envejecimiento son debidos al sol. Y los principales signos del fotoenvejecimiento son las arrugas, las manchas y la queratosis actínica. “El mejor aliado contra el fotoenvejecimiento es sin duda la protección solar”, destacó la experta.

Independientemente del aumento de riesgo de cáncer de piel, que por supuesto es primordial, el sol empeora la calidad de la piel. “Los cambios por cronoenvejecimiento, por deshidratación y los debidos al sol se superponen en muchos casos. La clave es la prevención y para ello se necesita una buena y correcta protección”, aclaró.

La combinación de tratamientos láser junto a rutinas cosméticas personalizadas (prescritas por expertos) con principios activos antioxidantes como la vitamina C, vitamina E, vitamina A, ácido ferúlico, SOD, entre otros, son la mejor solución para tratar las arrugas por fotoenvejecimiento.



De descolgamiento

La flacidez también provoca arrugas en el rostro. Con el descolgamiento se acentúa el surco nasogeniano, las ojeras se alargan, la comisura de los labios va cediendo hacia abajo, aparecen las líneas marioneta (dos pliegues a los lados de la boca), así como arrugas en línea mandibular, y se dibujan más arrugas en el cuello. Estos pliegues ya no son de expresión, sino que son arrugas estáticas que se forman conforme va aumentando la flacidez y se pierde definición en mejillas y en el ángulo cérvico-facial.

Existen diferentes tratamientos y tecnologías, basadas en la estimulación de la síntesis de colágeno que ayudan a combatir la flacidez y sus consecuencias. Por ejemplo: la radiofrecuencia, el láser, los ultrasonidos, las inyecciones de inductores de colágeno como son la hidroxiapatita cálcica, los tratamientos de redensificación dérmica, entre otros.

Posturales

Se consideran arrugas posturales aquellas que aparecen a raíz de mantener una misma postura de forma habitual en el tiempo. Las más comunes son las arrugas faciales que se crean al dormir todas las noches en una misma postura.

La única forma de tratar este tipo de arrugas es dejar de mantener la postura que las está generando. En el caso de las arrugas a la hora de dormir, la solución es dormir boca arriba. No hay milagros ni fórmulas mágicas.