Confianza de consumidores sube por reactivación económica | El Nuevo Siglo
POCO A poco, la confianza de los consumidores está aumentando por la reactivación de la economía. /ENS
Foto archivo ENS
Sábado, 10 de Octubre de 2020
Redacción Economía

La confianza del consumidor continuó recuperándose en septiembre. Sin embargo, se mantuvo en territorio pesimista para dicho periodo, pero se moderó al nivel menos negativo desde febrero. A su vez, este indicador se situó en -21,6%, 10,9 puntos por debajo del nivel de hace un año, pero mejorando desde el -25,4% en agosto y el mínimo del ciclo de -41,3% en abril.



Indica el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de Fedesarrollo, que el deterioro frente a septiembre del año pasado se debió principalmente a la disminución significativa en el subíndice de condiciones económicas actuales, que pasó de -7,1% a -57,6% (-59,0% en agosto) debido a que la pérdida significativa de puestos de trabajo está afectando la disposición a comprar bienes durables.

Por otro lado, las expectativas mejoraron y pasaron a terreno positivo, alcanzando +2,4% (-13,1% en septiembre del año pasado y -2,9% en agosto), ya que los consumidores esperan que las condiciones económicas generales y de los hogares mejoren durante los próximos 12 meses.

El ICC reúne cinco componentes. Los primeros tres hacen referencia a las expectativas de los hogares dentro de un año, mientras que los dos restantes hacen alusión a la percepción de los consumidores acerca de la situación económica actual. Con los tres primeros se construye el Índice de Expectativas del Consumidor (IEC) y con los dos restantes el Índice de Condiciones Económicas (ICE).

Resultados

Al comparar los resultados del tercer trimestre de 2020 con los resultados del segundo trimestre del presente año, la valoración de los consumidores sobre la situación de sus hogares aumentó 7,6 puntos y la valoración de los consumidores sobre el país presentó una reducción de 0,9 puntos. Por su parte, la disposición de los consumidores a comprar bienes durables se ubicó en -59,7%, resultado que representa un incremento de 10,5 puntos relativo al balance registrado en el segundo trimestre de 2020.

El ICC aumentó frente al mes anterior en Medellín (21,8 puntos), Barranquilla (6,2 puntos) y Bogotá (1,3 puntos); mientras que disminuyó en Cali (8,2 puntos) y Bucaramanga (5,4 puntos).

Por nivel socioeconómico y frente al mes anterior, el ICC aumentó 11,7 puntos en el estrato alto, 3,8 en el medio y 2,7 en el bajo.



Vivienda

En septiembre, el indicador de disposición a comprar vivienda se ubicó en -17,2%, lo que equivale a un incremento de 3,8 puntos frente al mes anterior. Para este mes, la disposición a comprar vivienda aumentó en Barranquilla (33,2 puntos), Medellín (25,0 puntos) y Cali (5,1 puntos); y disminuyó en Bucaramanga (8,7 puntos) y Bogotá (6,5 puntos), relativo a lo observado en agosto de 2020.

En septiembre, los resultados del indicador de disposición a comprar vivienda desagregados por nivel socioeconómico mostraron un incremento frente al mes pasado de 20,8 puntos en el estrato medio, y una disminución de 21,5 puntos en el alto y 11,0 puntos en el estrato bajo, relativo a lo observado en agosto de 2020.

El balance de respuestas acerca de si es un buen o mal momento para comprar bienes como muebles y electrodomésticos se ubicó en -55,5% en septiembre, lo que representa un incremento de 6,2 puntos respecto al periodo inmediatamente anterior. Relativo al mes pasado, la disposición a comprar bienes durables aumentó en Medellín (27,8 puntos), Barranquilla (10,1 puntos) y Bogotá (2,2 puntos), a la vez que disminuyó en Bucaramanga (11,9 puntos) y Cali (3,4 puntos).



En el margen, todos los niveles socioeconómicos reportaron mejoras desde septiembre. De acuerdo con los analistas del banco Itaú, “esperamos que la economía colombiana se contraiga 6% este año (+ 3,3% el año pasado), con una recuperación a +4,5% el próximo año. Un repunte de la actividad durante el 2020 y en 2021 se vería favorecido por la mejora de la confianza, el aumento de la movilidad y la consolidación de los precios del petróleo y el crecimiento global. Por su parte, los riesgos provienen principalmente de la fragilidad del mercado laboral, así como de la posibilidad de una segunda ola del coronavirus.