El escondite millonario | El Nuevo Siglo
Jueves, 7 de Octubre de 2021

La Pandora, que liberó los mares, se adentró ahora en la mayor investigación de la riqueza fácil y puso a temblar a los potentados que por alguna razón la ocultan.

Respetables periodistas investigadores recorrieron el planeta y penetraron las finanzas de quienes tradicionalmente evaden impuestos, mientras millones de seres se arrastran en la más inhóspita pobreza.

Un primer paso “se logró con los “Panamá Papers”, que abrió el camino a “Pandora Papers”, para descubrir el fondo nuevos y aberrantes casos de riqueza ilícita. Poderosos y opulentos magnates de Colombia y de otros países salieron a flote, acompañados de toda suerte de rectificaciones. Presidentes en ejercicio explicaron que sus inmensos capitales estaban amparados por la legalidad. Todos “obraron con limpieza”. 

Los paraísos fiscales que se especializan en estas triquiñuelas, fueron quedando al descubierto. Ahí están Panamá, Las Bahamas, y los que ocultamente hacen lo mismo, pero se amparan en la legalidad. Delaware y Dakota, estados norteamericanos que sirven como escudo, reciben inmensas cantidades de fortunas que esconden. Allí se realizan operaciones de compra y venta de grandes empresas, que se salvan de esta manera, de pagar impuestos en sus países de origen. Allí como en los otros paraísos fiscales, funcionan grandes organizaciones y sus dineros ocultos, sin peligro alguno. Las identificaciones de los dueños permanecen en el anonimato. Estados Unidos que combate los paraísos fiscales, ampara las normas que hay en Delaware y Dakota, sin sonrojarse.

Así se muestran inmensos activos, con míseras utilidades y fabulosas inversiones. Irónicamente se afirma que un gran magnate, paga menos impuestos que su secretaria.

En Colombia hay muchos ricos, políticos y famosos personajes que acuden a estas prácticas, para ocultar estrafalarios capitales.

Sin embargo, se han manifestado tranquilos cuando aparecieron en “Pandora Papers”, porque advirtieron que sus capitales fueron conocidos por la Dian. Es decir que todo está bajo la legalidad.

Y es claro: los colombianos pueden tener empresas, y grandes capitales en los paraísos, si estos son declarados ante la Dian. Pero como aquí: hecha la ley hecha la trampa, “olvidan” ese requisito.

La cosa se facilita porque existen gobiernos, ministerios y congresos que se “ponen al día” con la corrupción y con la evasión. En cada reforma tributaria aparece el “articulito legitimador”, que con un mínimo pago a la Dian deja todo en “orden”, mientras la pobreza, la miseria y el desplazamiento crecen como espuma.

Esa la razón para que todos quedan satisfechos, tranquilos y listos para derrochar, sin que les importe “Pandora Papers”. El presidente Duque fue “duro” y manifestó que quienes tengan esos capitales por fuera, ¡deben declararlos ante la Dian!

Así las cosas, todos tendrán que cumplir las normas vigentes porque, ¡ja! se les puede acabar el escondite millonario.

 

BLANCO: Colombianos y venezolanos se impusieron, y se abrió la frontera. Ni las horas están contadas, ni Maduro amenazará más.

NEGRO: Los rompe vidrios se adueñaron de las congestionadas calles bogotanas, sin que Duque y Claudia actúen.