Los efectos del reciente restablecimiento de las relaciones de Colombia con Venezuela se sintieron ayer en la 52 Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se desarrolla en Lima, en donde nuestro país votó una resolución para retirar las credenciales al embajador de Juan Guaidó ante este organismo, Gustavo Tarre. Sin embargo, la resolución no prosperó porque obtuvo 19 de los 24 votos necesarios.
A principios del 2019, Guaidó en su calidad entonces de presidente de la Asamblea Nacional asumió la presidencia de Venezuela de forma interina, pues esta corporación consideró que Nicolás Maduro ejercía un gobierno de facto, tras lograr la reelección en las elecciones sin la participación de la oposición ,que argumentó falta de garantías.
El gobierno de Iván Duque reconoció como presidente interino de Venezuela a Juan Guaidó, quien incluso nombró embajador en Bogotá, así como en varios países de la región y en órganos multilaterales, el caso de la OEA.
La fallida propuesta de resolución contra el representante de Guaidó en la OEA fue impulsada por Antigua y Barbuda, y votada afirmativamente también por Colombia, México, Bolivia, Perú, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, así como Trinidad y Tobago, entre otros, con el propósito de "revocar la aceptación del representante permanente ante la OEA designado por la Asamblea Nacional de Venezuela en enero de 2019".
La resolución que se propuso también planteaba "considerar" que Venezuela "dejó de ser miembro de la Organización de los Estados Americanos el 27 de abril de 2019".
Contra esta resolución votaron cuatro países, entre estos Estados Unidos; hubo nueve abstenciones y dos delegaciones no participaron en la sesión.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, aclaró que Venezuela no ha dejado de hacer parte de este organismo, a pesar de que Nicolás Maduro en el 2019 solicitó su retiro.
"Para irse de la Organización no solamente tienen que pasar dos años, sino que tienen que estar al día con todas sus obligaciones", subrayó Almagro. Agregó que Venezuela debe a la OEA "algunos millones de dólares de cuentas pendientes de contribuciones".
Restablecer las relaciones con Venezuela es el primer propósito en materia de política exterior que alcanzó el nuevo gobierno.
Petro considera que fue equivocada la política de Iván Duque de no tener en su gobierno relaciones con Venezuela, a pesar de las diferencias políticas e ideológicas con el régimen de Maduro, porque las dos naciones se necesitan dado que son vecinos e históricamente han sostenido vínculos comerciales y en distintos campos.
El pasado 26 de septiembre se reabrió la frontera, que estuvo cerrada por cerca de tres años, y esta semana el canciller Álvaro Leyva se reunió con Nicolás Maduro en Caracas. En tanto que equipos de los dos gobiernos siguen trabajando en la agenda fijando las condiciones y tiempos para restablecer plenamente las relaciones en los diferentes campos.
Igualmente, Venezuela aceptó la petición del presidente Petro para ser uno de los países garantes en la mesa de conversación con el Eln, con miras a un eventual acuerdo de paz, la cual iniciará la primera semana de noviembre próximo en el vecino país.
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Respaldo a la paz
De igual forma, la 52 Asamblea de la OEA votó favorable de manera unánime una resolución de apoyo a la política de paz del presidente Petro, quien se propone adelantar conversaciones con todos los actores armados que acojan su propuesta, como es el caso del Eln, así como los otros grupos delincuenciales.
El canciller Leyva dijo ante el pleno de la Asamblea de la OEA que “debo manifestar mis agradecimientos por la declaración que respalda la paz total en Colombia. La paz en Colombia se convirtió de tiempo atrás en un propósito nacional”.
Agregó el canciller que fue la necesidad de resolver conflictos lo que llevó a la convocatoria de la Constituyente en 1991.
Dijo también que tras la firma del Acuerdo de Paz con las Farc en 2016, “a partir de allí continuamos, después de haber logrado ese éxito, buscando la paz con algunas agrupaciones que quedaron de lado, algunas disidencias, para llegar a la paz total. Incluso con aquellos que escapan a procedimientos de alzamiento por razones políticas y que se han introducido en esa desgracia continental que es el narcotráfico”.