La fe y el orden | El Nuevo Siglo
Jueves, 1 de Octubre de 2020

La fe en un país parte de la creencia en algo superior, pero a su vez la confianza que se sienta en las instituciones. Se puede tener fe en la manera de actuar de un gobierno, pero sus actos son los que generan confianza, ahí es donde radica la fe que hace alianza con la esperanza, en el optimismo de lograr condiciones favorables en el devenir de la vida de una persona, familia y nación.

Si tomamos como fe ese anhelo de la persona para alcanzar una vida mejor, donde su presente y futuro estén orientados a cumplir esas expectativas que todo ciudadano tiene para si mismo, su familia y su país, entonces vemos que en el espíritu de la persona se afianza la fe, pero si por lo contrario el panorama muestra debilidad de gobierno enfrentada a la anarquía de los rivales, toda esperanza se derrumba y aquella persona reduce su aporte a la sociedad y la nación.

Tristemente eso está sucediendo en Colombia y otros países del mundo, donde la política se ha convertido en un campo de batalla sin esperanza alguna para el ciudadano que paga sus impuestos, porque no recibe la paz y tranquilidad que aspira. 

La corrupción y la violencia son dos de los ingredientes más desesperanzadores a cualquier persona, sea rica o pobre. La falta de solidaridad y respeto por lo del otro, sea su vida, su libertad, sus bienes o su manera de pensar, hace que la confrontación se produzca creciendo la animadversión, de esa manera una sociedad se va desenvolviendo con odios y rencores, diferencias irreconciliables y confrontaciones violentas dejando muerte, terror, desolación con la perdida de la fe y esperanza en una vida mejor.

Los hechos violentos de días pasados son una clara demostración de lo mal que vamos. Los políticos, no todos, buscan sus prebendas personales, no ayudan de manera efectiva a la gente, algunos toman el camino de la corrupción y otros incitan a la violencia, al caos y la destrucción. ¿Cómo puede un país progresar y satisfacer las necesidades de su gente?  ¿Cómo aquellos partidos de la izquierda extrema pretenden alcanzar el poder mediante la muerte y destrucción?

A los guerrilleros se les han brindado todas las oportunidades de reinserción, con dinero, poder, restablecimiento, perdón a sus atrocidades, estatus y una justicia propia. Acaso han hecho eco de eso, no, por lo contrario hipócritamente dicen públicamente una cosa sus cómodos voceros y por detrás incentivan la violencia, destrucción y el terror.

De otra parte el debilitamiento de las autoridades politicas y policivas, la falta de credibilidad en ellas, una justicia absurda, que condena al Estado como culpable de una masacre como la de los diputados del Valle, exonerando de responsabilidades a los criminales que inmisericorde y cobardemente lo hicieron, como las Farc, cuando sus jefes están gozando las prebendas otorgadas y el pueblo con sus impuestos debe pagar las millonarias multas.

¿Fe y esperanza en el orden?

arangodiego@hotmail.com