Habrá segunda vuelta para elegir alcalde en Bogotá. ¿Cómo será?    | El Nuevo Siglo
El Acto Legislativo 03 del 2019 modificó el artículo 323 de la Constitución Política de Colombia y estableció la segunda vuelta para la elección de Alcalde Mayor de Bogotá. Entrará en vigencia en el 2023.
Cortesía Registraduría
Domingo, 2 de Octubre de 2022
Redacción Nacional

En los comicios que se llevarán a cabo exactamente en un año, en los cuales Bogotá elegirá a un nuevo alcalde y a un nuevo Concejo, podría haber, por primera vez en la historia, una segunda vuelta para elegir al ocupante del Palacio Liévano para el periodo 2024-2027.

Así quedó determinado en el Acto Legislativo 03 del 2019, "por el cual se modifica el artículo 323 de la Constitución Política de Colombia y se establece la segunda vuelta para la elección de Alcalde Mayor de Bogotá", y que en su artículo segundo determina que “comenzará a regir a partir del 2023”.

Ahora, ¿bajo qué condiciones habrá una segunda vuelta en la ciudad? Para responder a esta pregunta, EL NUEVO SIGLO consultó a uno de sus autores, el exrepresentante de Cambio Radical, José Daniel López, y a otros parlamentarios que analizaron la medida.

“La segunda vuelta para elegir alcalde es un acto legislativo que se promulgó en el año 2019 y que crea justamente la segunda vuelta para elegir Alcalde Mayor de Bogotá, estableciendo que la habrá cuando se cumplan dos condiciones: que ningún candidato obtenga más del 40% de los votos y que no exista una diferencia mayor a 10 puntos porcentuales entre el primer y el segundo candidato más votados. Esa fue una reforma que impulsamos entre varios congresistas de Bogotá de la época”, le explicó a EL NUEVO SIGLO el exrepresentante López.

Vale referir, como lo indica el acto legislativo, que si ningún candidato obtiene la mayoría requerida en la primera votación, “se celebrará una nueva votación que tendrá lugar tres semanas más tarde, en la que solo participarán los dos candidatos que hubieren obtenido las más altas votaciones. Será declarado Alcalde Mayor quien obtenga el mayor número de votos, en la segunda vuelta”, precisa el acto.

Y también dejó contemplado que ambos candidatos que participen en la segunda vuelta podrán ajustar, a partir de los acuerdos programáticos que adelanten, su plan de gobierno, el cual deberá publicarse en medio de amplia circulación ocho días hábiles antes de asistir nuevamente a las urnas.



A favor de la segunda vuelta

Ahora bien, ¿cuál fue la intención de fondo para promover esta iniciativa? En otras palabras, ¿en qué será beneficioso para la democracia y para la representación electoral en la ciudad capital?

Aunque hay opiniones encontradas, el exrepresentante López precisó que, salvo en la elección del 2019, en la que hubo dos candidatos muy votados, “históricamente la capital ha elegido a candidatos poco votados, con menos de un millón de votos en una ciudad de más de ocho millones de habitantes”, y se refirió a cómo esta medida reduciría los tiempos que dedican los alcaldes a defenderse políticamente de sus detractores.  

Bajas votaciones "generan un problema de representatividad y de capacidad política. ¿Por qué lo digo? Porque alcaldes elegidos con pocos votos constituyen un incentivo para que las otras fuerzas políticas que perdieron se organicen rápidamente ante la llegada del nuevo alcalde para promover su revocatoria del mandato a fin de buscar el poder. Eso ha llevado a que los alcaldes, en vez de dedicarse a atender los problemas cruciales de la ciudad, se dediquen a gastar su capital político en la defensa de su cargo. Creemos que una segunda vuelta producirá alcaldes más sólidos, estables, votados y con capital político electoral suficiente para concentrarse en las tareas cruciales para la ciudad”, concluyó a este medio de comunicación José Daniel López.

Por su parte, el representante a la Cámara Andrés Forero, del Centro Democrático, también indicó que esta medida incidirá en la gobernabilidad de los alcaldes y que será positiva para el ejercicio de gobernar durante el cuatrienio.

“Para la ciudad esto va a ser muy importante porque le dará al alcalde que termine ganando un poco más de gobernabilidad. En las últimas elecciones los alcaldes de Bogotá han sido elegidos con cerca del 30 al 35% de los votos, un tercio del total de las personas que votaban y no alcanzaban una mayoría absoluta. En este nuevo escenario, en el que se propicia una segunda vuelta, necesariamente el que gane va a tener que contar con la mitad más uno de los votos en la ciudad y eso va a implicar un mandato más consolidado y que le va a dar un poco más de gobernabilidad”, indicó a este medio de comunicación el representante Forero.

No obstante, y pese a lo positivo de la nueva medida, el representante concluyó que de todas formas lo que más necesita Bogotá son buenos candidatos de todos los partidos políticos “que dejen de utilizar a la ciudad, como ha pasado con la alcaldesa Claudia López y como pasó con el hoy presidente Gustavo Petro, como su trampolín electoral para la Presidencia de la República”, concluyó el representante Forero.

Otra de las representantes que vio con buenos ojos esta medida fue Irma Luz Herrera. “Esta fue una ley que aprobamos en el periodo pasado atendiendo a la necesidad de que quien quede en la Alcaldía Mayor de Bogotá tenga la mayor representatividad posible y que sea electo por la mayoría de los bogotanos para que tenga toda la legitimidad posible durante el cuatrienio y se pueda enfocar en gobernar”, precisó a este Periódico la parlamentaria del partido MIRA.

Y la última voz a favor consultada por EL NUEVO SIGLO fue la de la representante del Nuevo Liberalismo Julia Miranda, quien indicó que “la segunda vuelta es muy interesante porque decanta muchísimo el panorama político, permitirá una participación más plena por parte de la ciudadanía, y quizás se logre un resultado más pensado por parte de los electores a la hora de elegir Alcaldía y Concejo de Bogotá”, precisó.

No obstante, de acuerdo con el concejal del Polo Democrático Alternativo Carlos Carrillo, si bien es cierto que en la democracia nada está escrito “esta medida juega a favor de un sector político pero no cambia el fondo del problema. En Colombia el presidencialismo se replica en Bogotá a una escala descomunal y por eso las alcaldías seguirán siendo trampolines políticos para llegar a la Casa de Nariño, con o sin segunda vuelta. El alcalde de Bogotá es una figura con más representatividad política que cualquier presidente de Centroamérica. No podemos tener a un mandatario con ese nivel de poder y lo que hay es que desconcentrar el poder”, indicó a EL NUEVO SIGLO el concejal.