El ‘súper dólar’ hace temer futuro de las otras monedas | El Nuevo Siglo
El euro también cayó a su peor nivel en dos décadas frente al dólar.
Europa Press
Viernes, 30 de Septiembre de 2022
Redacción internacional con AFP y Europa Press

El imparable ascenso del dólar, que bate récord tras récord ante muchas divisas, hace temer por el futuro de otras monedas como el euro y la libra esterlina, y por una crisis de proporciones como la que ocurrió en 1997.

Impulsado por la brusca subida de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed, banco central), enfrascada en su lucha contra la inflación en un contexto de pujante economía, el billete verde se fortalece y el valor de otras monedas se erosiona hasta límites inexplorados, como ocurre con la libra esterlina, la rupia india, la libra egipcia o el won de Corea del Sur.

"Los movimientos son claramente extremos", resumió Brad Bechtel, del banco de inversión Jefferies. "Y el dólar puede ir mucho más lejos. Por lo tanto, podríamos encontrarnos en una situación desastrosa" para algunas monedas, añadió.

Los movimientos de los bancos centrales que, como la Fed, suben sus tasas para luchar contra los aumentos de precios, no han logrado aún demasiado, como muestra la intervención directa sobre el mercado de cambios en Japón para sostener el yen la semana pasada.

Banco de Inglaterra

Muchos temen que pase lo mismo con la intervención en el mercado por parte del Banco de Inglaterra (BoE) el miércoles, ante la subida de los intereses que pagan los bonos británicos, intervención que permitió a la libra recuperar algo de aliento.

El BoE anunció el miércoles pasado una intervención de urgencia en el mercado británico de obligaciones, comprando deuda del Estado "para restablecer las condiciones normales" en un contexto de muy fuerte alza de las tasas de interés de los bonos británicos.

"Tenemos algunas dudas de que el plan del BoE sea la solución definitiva a la ansiedad que tiene a mal traer a la libra y al mercado de deuda británico bajo presión", comentó Patrick O'Hare, de Briefing.com.

Riesgos para los emergentes

De otro lado, muchos países emergentes están también en mala posición.

La rupia paquistaní perdió 29% de su valor ante el "greenback", uno de los apodos del dólar, y la libra egipcia, 20%. Pakistán, Egipto, Sri Lanka y Bangladesh "sufren por la liquidez menos abundante a nivel mundial", resume Win Thin, de BBH Investor Services.

La disparada de precios del petróleo y de los cereales, productos de los cuales estos países son grandes importadores, profundizó su déficit comercial y aumentó la inflación, dos venenos para sus monedas. El fortalecimiento del dólar acentuó el fenómeno ya que muchas materias primas se cotizan en la divisa estadounidense y, por lo tanto, cuando el dólar gana terreno, se encarecen.

"Estos países con fundamentos (económicos) más débiles serán seguramente los primeros en ser puestos a prueba" en caso de que la temperatura suba en el mercado de cambios, sostuvo Win Thin.



El recuerdo de 1997

En los casos de Taiwán, Tailandia y Corea del Sur, la política de covid cero en China redujo sus exportaciones hacia ese mercado crucial, y la desaceleración económica amenaza su comercio.

Aunque son economías con más espalda que las de sus vecinos, China y Japón contribuyeron en las últimas semanas a las turbulencias en el mercado de cambios. El yen japonés y el yuan chino cayeron recientemente a mínimos desde hace 24 y 14 años, respectivamente.

El temor a una desestabilización reaviva el recuerdo de la crisis asiática de 1997, que se disparó por la devaluación de la moneda tailandesa, el baht.

Como un dominó, Malasia, Filipinas e Indonesia siguieron, poniendo en pánico a los inversores extranjeros, que retiraron masivamente sus colocaciones, al punto de empujar a varios países del continente a una recesión y a Corea del Sur al borde de la moratoria.

Para Erik Nielsen, de Wells Fargo, la diferencia notable con 1997 es que "no hay demasiadas paridades fijas (de tipo de cambio) hoy, al menos entre los grandes países emergentes".

En aquel momento, el derrumbe del baht se debió, en parte, a su paridad fija con el dólar, un mecanismo que obligaba a las autoridades a sostenerlo a riesgo de agotar sus reservas monetarias y dejar a su vez a su moneda sin respaldo.

Solo Estados Unidos parece tener posibilidades de cambiar la situación en el mercado de divisas. Pero "con la inflación tan alta (...) la Fed ve al dólar fuerte como una bendición", según Christopher Vecchio, de DailyFX. Eso "contribuye a apartar la economía (estadounidense) de presiones inflacionarias adicionales", ya que el país paga más barato sus productos importados, reflexionó el analista.

Para Adam Button, de ForexLive, "la cuestión es hasta qué punto las cosas deben deteriorarse antes de que la Fed cambie el rumbo".

Reino Unido

De otro lado, en el Reino Unido las medidas del recorte en los impuestos avivaron la preocupación de que el Gobierno tenga difícil estabilizar las finanzas públicas, lo que podría provocar que la inflación y la deuda pública se disparen.

"El momento de estos recortes fiscales no podría haber sido peor, pues entran en conflicto con los objetivos del banco central, que está tratando de contener la inflación" situada en el 9,9%, dice Azad Zangana, economista senior de Schroders.

"Es probable que estos recortes den lugar a una mayor inflación y a una subida aún mayor de los tipos de interés". ¿Qué consecuencias tiene?

"Los costos inmediatos para los consumidores podrían ser significativos", explica Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión eToro.

Si la libra se mantiene en este nivel bajo frente al dólar, las importaciones de materias primas cotizadas en dólares, incluidos el petróleo y el gas, serán más costosas.

Este efecto ya se puede notar no solo en Reino Unido, sino en cualquier economía que haya visto su divisa depreciarse.

Comprar un barril de petróleo en los mercados internacionales es ahora más caro, dada la fortaleza del dólar.

Y de ahí que los precios de la gasolina en los surtidores no hayan hecho más que aumentar.

Solo la caída del 3,5% de la libra esterlina del viernes "añadiría cinco peniques al coste medio de 1,65 libras por litro de gasolina (US$1,80), además de aumentar el precio de otras importaciones", afirma Laidler.

Los bienes importados también podrían encarecerse considerablemente, lo que impulsaría aún más la inflación, que ya se encuentra en su nivel más alto en décadas. /AFP-Europa Press

También el euro se desploma

A mediados de semana, el dólar subió a su nivel más alto frente al euro en casi 20 años, después de que el banco central estadounidense (Fed) aumentó sus tasas de interés en 0,75 puntos porcentuales.

El billete verde alcanzó los US$0,9814 por euro por primera vez desde finales de octubre de 2002, unos meses después de comenzada la circulación de la moneda única.

El reciente comunicado de la Fed incluyó proyecciones de tasas para finales de 2023 y 2024 más altas que las que proyectó previamente, lo que indica que ahora ve la necesidad de un ajuste en la política monetaria más prolongado ante las tendencias de inflación.  

"En general, el mensaje (desde la Fed) se mantiene agresivo, al comprometerse con más aumentos de tasas para combatir la inflación y para mantener ancladas las expectativas de inflación", analizó en una publicación High Frequency Economics.