Memorias del arranque del proceso de paz con el Eln | El Nuevo Siglo
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Domingo, 27 de Septiembre de 2020
Redacción Nacional

El objeto de estas notas es el de dejar una memoria que se entrega al Presidente Juan Manuel Santos, y que tiene también el propósito de servir como punto de referencia al Jefe de Estado y a quien me sucede a la cabeza de la delegación de paz designada por el Presidente de la República, a partir del 9 de enero del 2018, en las conversaciones de paz con el ELN, fecha en que habrá de hacerse efectiva mí renuncia.

Ésta no es una memoria que pretenda recapitular todos los pormenores documentales de la negociación que he dirigido entre el 7 de febrero de 2017 y el 8 de enero de 2018.

Existe en los archivos de la delegación una relatoría muy completa donde se han consignado todas las actas y documentos pertinentes de las reuniones celebradas con el ELN durante el periodo de tiempo mencionado.

El objeto de esta memoria tiene más bien un propósito analítico, a saber, destacar lo que han sido los puntos más importantes de las negociaciones adelantadas hasta la fecha acompañados de una serie de reflexiones o recomendaciones que espero puedan ser útiles para lo que queda hacia delante en este empeño de la administración Santos para redondear la paz de Colombia, una vez alcanzados los acuerdos con las FARC derivados de las negociaciones de La Habana.

En este orden de ideas esta memoria se ocupará de los siguientes temas:

I. Análisis de la Agenda Común que constituye la carta de navegación de las negociaciones entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional; agenda que fue divulgada en la ciudad de Caracas en marzo de 2016, y que recoge los consensos a los que se llegó luego de las negociaciones confidenciales adelantadas entre el 27 de enero de 2014 y el 30 de marzo del 2016 en Ecuador, Venezuela y Brasil.

La agenda que rige las negociaciones con el ELN se comparará sucintamente con la que rigió las negociaciones con las FARC

II. En un segundo capítulo de esta memoria se analizarán las modalidades como se adelantaron las negociaciones con el ELN en su fase pública, en Quito Ecuador, durante los primeros cuatro (4) ciclos que cubren el periodo de tiempo comprendido entre el 7 de febrero de 2017 y el 8 de enero de 2018.

En aparte especial de este capítulo se incluirán algunas conclusiones y observaciones que el Jefe del Equipo Negociador se ha formado sobre la manera como enfocan las negociaciones los delegados del ELN en estas Mesas de Diálogo y algunos de los perfiles más sobre salientes que se han podido evaluar de esta delegación, y de los vínculos que mantiene con sus principales, vale decir el COCE.

III. El capítulo tercero estará dedicado a analizar los pormenores de lo que ha sido quizás el punto más relevante alcanzado en estos meses de negociación, a saber, el acuerdo suscrito el 4 de septiembre del 2017 sobre un Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Transitorio entre el 1 de octubre del 2017 y el 9 de enero de 2018.

En este capítulo se analizarán los pormenores de las conversaciones que condujeron a dicho acuerdo, de una parte; y de otra, se hará un análisis pormenorizado de los protocolos que rigen dicho Cese al Fuego y de Hostilidades, y que se incluyen también como anexo de esta memoria.

Valga la pena decir desde este mismo enunciado que el acuerdo de Cese al Fuego y de Hostilidades Transitorio y Bilateral suscrito entre las partes el 4 de septiembre de 2017 fue el primer documento jamás suscrito por el ELN con Gobierno alguno en sus más de 53 años de actividad subversiva. Este hecho -así se trate de un acuerdo transitorio que ojalá pueda ser extendido- le confiere especial significación histórica al que de alguna manera podríamos denominar el primer documento de paz suscrito por el ELN en su historia.

Como se dijo desde un comienzo este acuerdo que se analizará en el capítulo tercero de esta memoria tiene un nombre: Cese al Fuego; pero tiene también un apellido: compromisos de cese de hostilidades para con la población civil. O sea, no se trata solamente de un silenciamiento de fusiles, sino de un primer empeño para ir desescalando el conflicto con el ELN en términos humanitarios, ir creando confianza, y afianzar unas condiciones humanitarias más aceptables que las que han caracterizado este conflicto históricamente.

IV. El capítulo cuarto de esta memoria está dedicado a analizar la "Participación de la Sociedad en la Construcción de la Paz" tal como reza el Punto No 1 de la Agenda Común suscrita con el ELN. Este asunto -que es medular en las conversaciones con el ELN puesto que ha sido una vieja idea de este grupo repetida con diferentes nombres pero con propósitos similares- no solamente figura como el punto No 1 de la Agenda Común que habrá de desarrollarse, sino que fue objeto de un ejercicio preparatorio que tuvo lugar entre el 30 de octubre y el 16 de noviembre en la localidad de Tocancipá -Cundinamarca- y al que concurrieron cerca de 200 estamentos de la sociedad civil, invitados unos por el ELN y otros por el Gobierno Nacional, con el objeto de que se expusiera allí de manera ordenada, plural y democrática cuales eran las visiones de cada uno de los estamentos invitados sobre la metodología y técnicas que deberían aplicarse al desarrollar el Punto No 1 de la Agenda Común.

Este capítulo estará entonces dedicado a analizar cuáles son las grandes conclusiones que surgieron de estas audiencias de Tocancipá que, en cierta manera, constituyeron un prólogo exitoso de lo que puede ser el desarrollo del Punto No 1 de la Agenda Común "Participación de la Sociedad en la Construcción de la Paz".

V. El ELN no cuenta con una organización monolítica y vertical como es la de las FARC.

Pudiera decirse que el ELN más que un grupo alzado en armas es una federación, a menudo difusa, de diversos frentes en los cuales la capacidad de definición y de orden por parte de los órganos de dirección central como el COCE está mucho más difuminada que lo que sucedía por ejemplo en el caso del Secretariado de las FARC. Y este fenómeno se expresa a menudo en dificultades -como ha sucedido con el lapso de tiempo que cubre esta memoria- con los frentes del Chocó del ELN. Este capítulo está pues dedicado a analizar la problemática que se observa en el caso del Chocó traducida en el Acuerdo Humanitario Ya para el Chocó, desde donde han provenido las voces más discordantes y contradictorias con los propósitos de paz que se han escuchado en la mesa de negociaciones de Quito.

VI. Los diálogos de paz con el ELN han estado acompañados por la comunidad internacional, en primer lugar a través de los países garantes que los integran Cuba, Noruega, Venezuela, Chile, Brasil y Ecuador que a su turno, como ha quedado dicho ha sido el país anfitrión de estos diálogos durante los primeros ciclos.

Pero adicionalmente a los garantes se encuentra un grupo de países amigos que apoyan el proceso y que se han aglutinado bajo la sigla del GPAAC -Grupo de Países de Acompañamiento y Apoyo a las Conversaciones- conformados por Alemania, Suiza, Alemania, Suecia e Italia.

Este capítulo estará dedicado a desarrollar algunas visiones sobre el papel que vienen jugando este grupo de países en el desarrollo de las Conversaciones de Paz con el ELN.

VII. En la Agenda Común con que se cuenta, y que fue divulgada como queda dicho en marzo de 2016, puede leerse lo siguiente: "una vez hecho público este proceso, se establecerán mecanismos con la Mesa de La Habana para identificar temas en que se requiera coordinación y sincronía".

Es decir las negociaciones con el ELN no pueden entenderse como compartimentos aislados de lo que ya se negoció con las FARC, toda vez que finalmente, uno y otro proceso buscan llegar a acuerdos finales que permitan terminar el conflicto armado con cada uno de estos grupos, y permitir que ellos -los grupos alzados en armas-, puedan encontrar caminos dignos y jurídicamente sólidos para que puedan incorporarse a la vida política del país en el futuro.

Este capítulo estará entonces dedicado a desarrollar algunas consideraciones sobre los puntos de coordinación y sincronía que deberán tener los diálogos de paz con el ELN con aquellos acuerdos a los que ya se llegó con las FARC.

VIII. El capítulo IX de esta memoria estará dedicado a las recomendaciones y conclusiones.