Con salud pública | El Nuevo Siglo
Viernes, 24 de Septiembre de 2021

Frente a la emergencia por el coronavirus se inició una experiencia que pasa a la historia del país, y, en adelante debe impulsar Cultura Ciudadana, para vivir primero como humanos, con salud pública.

Al margen del aislamiento a mayores de 70 años, la nación está llamada a ir al origen de brotes infecciosos que, durante décadas, por intoxicación y falta de aseo, entre otros, dejaron víctimas y, todo siguió igual.

En las ciudades y periferias, de medianos y pequeños municipios, la incultura ciudadana impide vivir sano, y, con desinterés, olvida todo y deja crecer enfermedades. La queja del paciente es si hay dolor y herida.

Las autoridades municipales deben evaluar, sin politiquería o interés comercial, el funcionamiento de ventas ambulantes de comidas y bebidas; un oficio impulsado por desempleo de hombres, mujeres y familias, con varios puestos callejeros.

Se requiere reordenamiento porque invaden calles y avenidas, con ofrecimiento de empanadas, pasteles, pan con huevo y demás comida rápida, con café y refrescos; ¿Con qué manos aseadas hicieron todo?

Antes que la venta, la autorización debe conocer el lugar de residencia de los vendedores y su respectiva cocina para preparar. ¿Con qué agua limpia viven y trabajan?

Lo ofrecido está cubierto, en su mayoría, por oleadas de polvo callejero aglomerado en vías o plazoletas, al margen del tránsito de automotores. Sin cubierta apropiada, solo tienen plásticos, cada vez más oscuros, por estufas improvisadas.    

En sectores de alta ocupación y tránsito peatonal, con andenes no siempre amplios, lo expendido está al aire sin atención; y, seguirá. ¿Quién autoriza esa ubicación?

Para el consumidor, según se observa, está primero el precio y, no siempre la preparación de lo ofrecido, por agite y rapidez, para adquirir algo en camino al trabajo, vecino a venta ambulante.

Según concepto de médicos-neumólogos, al consultar este columnista, la situación por desorden se establece que, “De hecho, todo está contaminado por carburadores de automotores y, sin agua pura. ¿Qué tan limpias, tienen las manos?  

La salubridad pública en centros urbanos debe efectuar visitas periódicas a restaurantes y centros comerciales, con revisión a cocinas, servicios sanitarios y exigencia a operarios para aseo personal, y desinfección general.

Los que deberían desaparecer son los oscuros y denominados ´chuzos´, en barrios y zonas céntricas, antiguas con servicios públicos deficientes en el centro; dejan basureros y destruyen parques y zonas verdes.

A Alcaldía de Bogotá le obliga control a venta popular para expender alimentos y refrescos, ubicados en materia de higiene.

La circunstancia justifica que la Alcaldía de Bogotá efectúe sesiones públicas de didáctica, con expendedores del común; Obligatorio que se preserven zonas de venta, para evitar día y noche, contaminación en áreas concentradas junto a parqueaderos.

Sobra advertir que la salud pública requiere primer orden administrativo en ciudades, barrios y periferias, en favor de seguridad pública de alta concentración ciudadana.

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 Sería Emprendimiento Empresarial o Economía Naranja, sin ahorcar con impuestos; Es idea para erradicar de calles, virus infecciosos; si hay acceso con atención en salud pública para todos.