En total reserva se cumplieron exequias de Javier Ordóñez | El Nuevo Siglo
Foto ENS / Diana Rubiano
Jueves, 17 de Septiembre de 2020
Redacción Política

En el cementerio Jardines de Paz, en la capital del país se cumplió ayer el sepelio del estudiante de Derecho Javier Ordóñez quien la semana pasada murió tras un procedimiento policial en el que se habría presentado un aparente abuso de fuerza policial.

La ceremonia se hizo con total reserva por voluntad de sus familiares, lo que contrastó con las masivas movilizaciones que se registraron en varias ciudades del país en protesta por estos hechos, aunque en Bogotá degeneraron en graves desórdenes.

El cuerpo de Javier Ordóñez fue entregado el pasado viernes a sus familiares, no obstante los funerales se programaron hasta este miércoles para dar tiempo a que llegara su progenitora, quien vive en Barcelona, España, y uno de sus hermanos que reside en Argentina

Algunos de los familiares y amigos que estuvieron en las exequias de Ordóñez llevaban puestas camisetas con su imagen estampada y mensajes pidiendo justicia.

Ordóñez, de 44 años y padre de dos hijos, se vio envuelto en la noche del pasado 8 de septiembre en un caso de policía en el barrio Villa Luz en Bogotá, pues fue requerido por dos uniformados cuando caminaba por las calles con unos amigos para comprar licor que pretendían llevar a una celebración en un apartamento.

Los dos policías decidieron detenerlo y llevarlo al CAI cercano porque supuestamente estaba exaltado y los agredió. Sin embargo, lo que se ve en una grabación de celular que hizo uno de sus amigos, es a un Ordóñez Bermúdez sometido boca abajo con un uniformado encima de su espalda, mientras que el otro agente le aplicó al menos seis descargas eléctricas con un Taser.

En el video se alcanza a escuchar a Ordóñez pidiendo a los policías “Por favor, no más”. Sin embargo los uniformados no se detenían en este forcejeo que duró más de cinco minutos.

Los policía, finalmente, logran controlarlo y con el apoyo de más agentes lo llevaron en una camioneta de la institución al CAI de Villa Luz.

Uno de los dos uniformados que sometieron a Ordóñez dijo en su versión de los hechos que “en el momento que estamos diligenciando la documentación, siendo 01:00 a. m., el señor Javier Humberto Ordóñez manifiesta sentirse mal, por tal motivo se solicita un vehículo policial para trasladarlo a la Clínica Partenón. El vehículo llegó siendo las 01:05 a. m. horas y de inmediato lo trasladamos a esa clínica”.

Los resultados preliminares que entregó Medicina Legal indican que el cuerpo de Ordóñez presentó nueve fracturas en el cráneo y lesiones en otras partes del cuerpo aparentemente por golpes que recibió.

Tras la muerte de Ordóñez, el miércoles y jueves pasados se produjeron graves desórdenes que dejaron como balance según el Ministerio de Defensa 13 muertos así como 194 policías y 209 civiles lesionados.

Además fueron vandalizados 56 CAI, 22 de los cuales fueron incinerados; 33 buses de Transmilenio fueron vandalizados, 8 incendiados, 44 del SITP vandalizados y 5 incendiados y una camioneta particular afectada. También fueron afectadas 25 motocicletas, 7 de ellas pertenecientes a la Policía Nacional, así como 22 vehículos institucionales.

A juicio disciplinario

De otro lado, el próximo primero de octubre desde las ocho de la mañana se realizará la audiencia de juzgamiento disciplinario que iniciará la Procuraduría General de la Nación contra los patrulleros de la Policía Nacional Harby Rodríguez Días y Juan Camilo Lloreda Cubillos, vinculados a la investigación por la muerte del ciudadano Javier Humberto Ordóñez Bermúdez.

Tras asumir por poder preferente el proceso que adelantaba la Inspección General de la Policía, el Ministerio Público llamó a los dos uniformados a responder disciplinariamente por las conductas consideradas gravísimas a título de dolo.

Según la Procuraduría, los disciplinados presuntamente incurrieron en conductas descritas en el Código Penal como delitos a título de dolo: abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto y homicidio durante un operativo realizado en la madrugada del 9 de septiembre, en vía pública del barrio Santa Cecilia, occidente de Bogotá.

Los dos patrulleros fueron separados de la Institución y el proceso trasladado de la Justicia Penal Militar a la jurisdicción ordinaria.

Se cumplieron las exequias de Javier Ordóñez cuya muerte por supuesto abuso de fuerza policial generó graves desórdenes en varias ciudades del país.