Aumentar pie de fuerza policial en Bogotá, solo parte de la solución | El Nuevo Siglo
Policía Metropolitana de Bogotá
Archivo El Nuevo Siglo
Domingo, 20 de Septiembre de 2020
Redacción Nacional

Es innegable que los disturbios violentos de la semana pasada en Bogotá, volvieron a poner sobre la lupa un debate que aflora cada vez que se presentan actos de violencia desmesurada y constantes en el tiempo, aunque nunca ninguno como el que vivió la capital del país el miércoles de la semana pasada. Al menos, no en su historia más reciente.

Si bien es cierto que el jueves, en una especie de rendición de cuentas, la alcaldesa Claudia López, se encargó de aclarar paso a paso cómo se desarrollaron los hechos, cómo se tomaron decisiones y cómo se hicieron las denuncias pertinentes, su agradecimiento al Gobierno nacional y a la Policía por haber conseguido, “en cuestión de horas”, refuerzos para atender los disturbios, resaltó un hecho que no es nuevo: Bogotá tiene menos pie de fuerza del que debería.

En julio pasado, el secretario de Seguridad de Bogotá, Hugo Acero, dijo que el Distrito solo tiene 14.280 policías, 40% menos del pie de fuerza que se requeriría.

El funcionario precisó que la capital, que llegó a tener 19.000 policías, hoy tiene solo 16.800 efectivos. En promedio, la ciudad tiene 184 uniformados por cada 100.000 habitantes, 40% menos de los 300 por cada 100.000 que recomienda Naciones Unidas. Según eso, debería contar con al menos 23.300 efectivos, es decir, 9.000 más de los que están operando.

Ante esta carencia, por así decirlo, el ex ministro de Defensa y presidente de ProBogotá, Juan Carlos Pinzón, en una misiva con siete recomendaciones que envió a la Alcaldesa hace cuatro días, se refirió al aumento necesario en el pie de fuerza. “En Bogotá hacen falta 5.000 policías para llegar a un mínimo de 300 por 100.000 habitantes. El desarrollo de la Policía comunitaria y del modelo del plan de cuadrantes depende del nivel de pie de fuerza apropiado, de recursos suficientes y del entrenamiento comunitario que acerque a la Policía con la comunidad”.

Una precisión numérica

El director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, Néstor Rosanía, hizo dos aclaraciones muy pertinentes; la primera de ellas es que, efectivamente, Bogotá está por debajo de los estándares internacionales (de la ONU) con relación al número de policías por cada 100.000 habitantes, que deberían ser 300 efectivos, pero también precisó que frente a esta cifra suele haber una falta de rigor, por así decirlo.

“El contingente global de policías no quiere decir que sea el número global que está todo el tiempo en las calles. Los policías se dividen en tres turnos de ocho horas, o sea que del número total, realmente disponible, en calle, hay una tercera parte. A eso hay que restar el número que están en funciones administrativas de oficina, y a eso hay que restar el número de policías que están en cualquier tipo de licencia”.

“Entonces, cuando dicen que Bogotá tiene un determinado número, pues realmente a ese número casi que hay que dividirlo por cinco y eso es lo que finalmente hay en la calle día a día”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el investigador Rosanía, quien adicionalmente añadió que, aunque Bogotá tenga los estándares numéricos muy abajo, es un “gran error decir o pensar que con aumentar el pie de fuerza habrá más seguridad. Decir eso es falso”.

Más inteligencia

Con ese panorama claro, de aumentarse el pie de fuerza, ¿qué tan efectivo sería? De acuerdo con Rosanía ciertamente más policías en calle generan más percepción de seguridad pero no seguridad real, lo que significa que la gente se siente más segura porque siente la presencia policial, pero hay que tener en cuenta que los uniformados en calle no son los que se encargan de desarticular a las estructuras del crimen organizado, que en última instancia son las que generan inseguridad.

Se necesita más a nivel de inteligencia no más policías por estación que hacen patrullaje en moto

“Se necesita más ciencia y tecnología. Se necesita más a nivel de inteligencia no más policías por estación que hacen patrullaje en moto. Cuando hay crímenes la gente denuncia pero no para que le devuelvan las cosas: la gente denuncia para generar estadísticas. Ello genera mapas de calor y con ellos la inteligencia realiza operaciones, identifica bandas y, en una parte táctica-operativa, captura. El policía que está dando vueltas en una moto hace que te sientas más seguro, pero la banda se cambia a otra calle y la inseguridad sigue activa”, añadió Rosanía.

Por su parte, de acuerdo con el coronel y consultor en seguridad y defensa internacional John Marulanda, sí se requiere un aumento en el pie de fuerza, lo que será especialmente efectivo para atender el robo de bicicletas y el atraco callejero, pero frente a disturbios como el de la semana pasada se requiere de un trabajo de inteligencia y mayor inversión en tecnología.

“Bogotá debe invertir en enjambres de drones como los que se están utilizando en Londres y en otras ciudades, y en centros electrónicos de redes para la detección temprana de accidentes y la atención inmediata. Pero la falla estructural a la que está sometida Bogotá y el país, es la falta de justicia que hay. Mientras no haya un aparato de justicia severo para los violadores de cualquier norma y de cualquier parte de la sociedad, va a seguir aumentando la delincuencia y la criminalidad”, le dijo a este Diario el coronel Marulanda.

Y por último, frente a un aumento del pie de fuerza, el secretario de Seguridad, Hugo Acero, propuso que pasarán militares a ser policías.

Ante esta posibilidad, de acuerdo con Marulanda, “se puede iniciar una incorporación masiva de agentes de Policía entre los reservistas, entre quienes ya pagaron el servicio militar y deseen incorporarse, pero para eso se requieren salarios atractivos, bonificaciones y un mejor bienestar del que tienen ahora”.

A su vez, Rosanía dijo que un aumento en el pie de fuerza no es una decisión de Bogotá sino del ministerio de Defensa y de la Policía nacional, por lo que dicho aumento también debe pasar por el presupuesto de Hacienda.

“Hoy, un aumento de pie de fuerza es casi imposible de organizar. Entonces lo poco que haya, mejor que no se gaste en más policías sino en más equipos de, por ejemplo, reconocimiento facial y en inteligencia. El ministerio ya dijo que no había para incorporación grande de policías”, puntualizó.