Ideología de género | El Nuevo Siglo
Jueves, 19 de Septiembre de 2019

Fui invitado a escuchar una conferencia de dos estudiosos activistas defensores de la vida y la familia: el colombiano Samuel Ángel, abogado y el politólogo argentino Agustín Lage, luchadores por esa causa, argumentándose mediante estudios e información histórica analizada juiciosamente.

Ambos han escrito obras bien sustentadas en las que advierten una terrible amenaza de la izquierda a la humanidad, al promover bajo diferentes formas de lucha, la ideología de género como una nueva visión de la vida y construcción de la nueva sociedad mundial, donde el sexo deja de existir cambiándose por género, seleccionándolo mediante un “menú” de 102 posibilidades, que se pueden aplicar al antojo, donde ser hombre o mujer son apenas dos de las opciones.

Advierten los investigadores que son tantos los términos y variedades de gustos que hasta la zoofilia es aceptada como una expresión, al punto que en Canadá la ley le reconoció derechos y protección, lo mismo que al incesto. En otros países se está considerando otorgarle a la pederastia un desorden emocional y no un delito, donde el abusador no podrá ser juzgado sino atendido.

Las transformaciones de sexo serán de reconocimiento, dentro de las opciones que se ofrecen, y obligatoriamente en las instituciones educativas enseñarán que ser hombre o mujer, cualquiera que sea su conformación antropomórfica, es su decisión, pues la intervención médica puede variar su cuerpo transformando al hombre en mujer o viceversa. Tanto el pene masculino como la vulva y senos femeninos pueden ser modificados al gusto.  

Lo sorprendente es que en la política, legislación, justicia, educación, arte, medios de comunicación y en la moda, este concepto de vida antinatural, que transgrede la constitución original de la raza humana, se modifica al gusto, orientando el destino estructural de la humanidad.

Señalan ambos investigadores que esta tendencia tiene orígenes ideológicos y políticos, pues nace desde la doctrina marxista y la filosofía nazi, que aunque distantes se juntan en los mismos propósitos, la una bajo el libre desarrollo de la personalidad pero controlada por el Estado y la otra mediante el ideal de una raza superior. Demuestran que la intención de ambas doctrinas lleva a la “deconstrucción” del patrón impuesto por las religiones, en especial el cristianismo y las otras influyentes culturalmente.

La ideología de género promueve a ultranza el aborto, debido a la propiedad de su cuerpo, quien lo porta decide si lo acepta o no y las leyes deben protegerlo sin importar la criatura que lleva en el vientre, siendo obligación medica practicar el aborto.

No utilizan las palabras madre y padre porque en el nuevo lenguaje desaparecen, transformándose en parental 1 y 2, de tal manera que niños o niñas igualmente quedan eliminados del lenguaje hasta que sea el mismo quien elija su género.

Señalan los investigadores que grandes organismos internacionales como la ONU, la Unicef, fundaciones como la Ford, Rockefeller y muchas más financian este concepto e influyen en la política de los estados para allanar camino esta nueva tendencia.

Advierten los activistas una amenaza para la humanidad que es necesario frenarla: “es compromiso de todos luchar activamente para que esta ideología se conozca y se entienda que sus resultados serán desastrosos a la moral, la dignidad y la familia, donde el desprecio por la vida y el concepto hedonista puede llegar a triunfar en el advenimiento de una nueva sociedad perversa y libertina que destruye los patrones y estructuras convencionales de la vida del hombre y la mujer”.

arangodiego@hotmail.com