Extinguir la justicia en Colombia | El Nuevo Siglo
Viernes, 27 de Septiembre de 2019

 “La Justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostiene la igualdad y la libertad.”

Simón Bolívar

 

La reciente propuesta de la bancada del Centro Democrático de que mediante “vía referendo se puedan modificar o tumbar las decisiones de la Corte Constitucional” propuesta hecha por el senador Álvaro Hernán Prada y avalada por 33 congresistas de su partido, es un gran golpe a la Corte Constitucional y a la Constitución Política de Colombia. Si bien es cierto que es un proyecto que hasta ahora se presentó, es un mensaje contundente a la administración de justicia y es una más de las tantas propuestas y ataques que recibe el poder judicial desde el Legislativo.

Propuesta irresponsable que distorsiona y politiza las decisiones judiciales e independencia de los jueces y magistrados. Y conlleva a una desinstitucionalización del estado, teniendo en cuenta que sea cual sea, la decisión de cualquiera de las Cortes con la cual los ciudadanos que no estén de acuerdo, podrán convocar un referendo para tumbar esa decisión.

No es la primera vez que el “uribismo” pretende reformar nuestra Constitución. Tan solo en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez se hicieron 26 reformas de las casi 50 reformas que ha tenido nuestra Carta magna en tan solo 28 años de existencia. Han convertido nuestra Constitución en una colcha de retazos y han trapeado con ella por doquier, acorde a los intereses de cada gobierno de turno.

Para el senador Uribe ha sido su mayor sueño y anhelo eliminar la Corte Constitucional y la Justicia Especial de Paz y crear una “súper Corte” que agrupe la Corte Suprema de Justicia, Corte Constitucional, Consejo de Estado, Consejo Superior de la Judicatura, Jurisdicción Especial para la Paz y Consejo Nacional Electoral.

El ataque a las altas cortes por parte del gobierno Duque ha sido permanente y constante partiendo desde el bochornoso acto de posesión del presidente Duque, el pasado 7 de agosto de 2018, donde ubicaron en las sillas traseras a los Honorables Magistrados, presidentes de las altas Cortes y no en las sillas de honor de invitados especiales, y posteriormente tuvieron que aguantarse el deplorable discurso del presidente del senado Ernesto Macías quién se fue lanza en ristre contra el poder judicial con insultos y ataques, hecho tan canalla y desagradable que les hubiese sido más cómodo escuchar el discurso de posesión desde el Palacio de Justicia.

Si bien es cierto que algunos miembros de la rama judicial han violado su juramento a la Constitución y la ley, no es óbice para destruir uno de los poderes del Estado. Sería importante conocer la opinión del Primer Mandatario y su Ministra de Justicia sobre esta nueva propuesta.

Me pregunto ¿por qué la obsesión del uribismo de atacar, extinguir y eliminar las altas cortes y por ende el poder judicial en Colombia? ¿Están legislando en causa propia? ¿Por qué el odio y el constante ataque del ejecutivo y legislativo al poder judicial? ¿Este gobierno y el Congreso de la república están fraguando una dictadura?

lorenarubianof@gmail.com