El PAE | El Nuevo Siglo
Martes, 25 de Septiembre de 2018

Recuerdo que hace muchos años, quizá cuarenta o más, un señor sostenía una pelea con una cajera del Ley porque ésta le había “robado” diez centavos a un niño. Alguien dijo: es que solo son diez centavos (unos 50 pesos de hoy) de vueltas. El señor dijo: a nadie se le pueden robar diez centavos y menos a un niño de siete años. Yo estuve totalmente de acuerdo.

Los niños son seres indefensos que cuentan solamente con los adultos para que los defiendan. Por eso es tan repugnante el crimen del aborto: son traicionados por su propia madre.  Esta anécdota la narro a propósito de la corrupción en el Programa de Alimentación Escolar (PAE), del que la Contraloría acaba de informar que lleva 154 procesos de responsabilidad fiscal que involucran a 5 gobernadores, 7 exgobernadores, 8 alcaldes, 45 exalcaldes y tres congresistas por saqueo al programa PAE, que se calcula en 84 mil millones de pesos. Hay unos contratistas que extienden sus redes por todo el país. Vi un video por la televisión en el que, en una escuelita, le dan a los niños en la mano cualquier cosa –no será mucho lo que les cabe- les toman una foto y después les quitan la comida para dársela a otro y tomar otra foto. Se le retuerce a uno el estómago. Los casos de comida descompuesta, de tamales facturados a 35.000 mil pesos por una  empresa de grúas y de  pechugas vendidas por una ferretería a 45.000 pesos la unidad, abundan.

En muchas ocasiones la ración que reciben los niños es su única comida en el día porque, en el país más inequitativo del mundo, sus padres los tienen que enviar sin desayunar a la escuela. Hay tal vez un par de personas con casa por cárcel por este crimen que no es un robo al Estado sino a los niños.

El presidente Duque anunció recientemente cambios al programa PAE que permitirá llegar, en el cuatrienio, a siete millones de niños beneficiados, sobre cinco millones y medio actuales y un incremento de casi el cincuenta por ciento en los recursos.  Pero de nada serviría esto si no se plantean medidas adicionales para evitar que los corruptos sigan robando, solamente que de una tajada más grande. Duque habló de un programa para garantizar que no habrá niños fantasma y se establecerán pliegos tipo de licitación.

¿Yo me pregunto si no es posible organizar que los padres de familia de cada colegio o escuela constituyan una cooperativa y se hagan cargo ellos mismos de la alimentación de sus hijos? Habrá seguramente casos de corrupción pero con una buena vigilancia, se pueden evitar.

Hay que señalar que el PAE lo manejó el ICBF hasta 2011 y luego el Ministerio de Educación hasta el 2016 y después se trasladó a los entes territoriales que son los responsables de la contratación actual. No recuerdo de casos de corrupción en el ICBF, pero sabemos que en los entes territoriales se puede pescar en río revuelto.

Bogotá se ganó un premio de la OEA por su administración de alimentación escolar para 750.000 refrigerios decentes. Acaba de adjudicar el programa a sesenta empresas de las cuales veintiuna son nuevas.  Y, aparentemente, funciona. Pero sigue siendo válida mi propuesta de las cooperativas de padres de familia.

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Coda: A Bogotá entran seis mil carros nuevos por mes. ¿No será hora de pensar en cambiar al Secretario de la Inmovilidad? Y ¿no será hora de agilizar el transporte masivo?