Economía no crecería más de 3,5% | El Nuevo Siglo
Domingo, 23 de Septiembre de 2018
Redacción Economía
Los precios del crudo impulsarán el desarrollo de la economía pero no a pasos agigantados como muchos creen

 

EN UN informe sobre la situación económica del país, el gerente del Emisor, Juan José Echavarría, no se mostró muy optimista sobre el rumbo del crecimiento.

Señaló que como se ha mostrado en diversos estudios, la capacidad potencial de crecimiento de la economía colombiana se estima en alrededor de 3,5% anual a mediano plazo.

Indicó que el ritmo registrado hasta el momento se ubica por debajo de ese nivel, y parece apuntar hacia el pronóstico de crecimiento de 2,7% para 2018, en el cual coinciden el Banco de la República, el Gobierno y entidades multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Cepal.

Los analistas también coinciden en afirmar que el dinamismo de la economía colombiana continuará mejorando de tal forma, que en 2019 el crecimiento económico del país se acercará a su nivel potencial, entre 3,3% y 3,5%.

Existen factores objetivos para considerar esa posibilidad. Se han recuperado parcialmente los precios del petróleo y del carbón luego de la abrupta caída internacional del crudo a mediados de 2014 y comienzos de 2016 (que también ocurrió con los precios del carbón, aunque en menor medida).

Precios

El equipo técnico del Banco pronostica un precio promedio del petróleo cercano a los US$70 y US$67 por barril en 2018 y 2019, respectivamente. Ello se ha reflejado en niveles relativamente estables del riesgo país y en un notable incremento en la confianza de los consumidores y de los empresarios.

De manera adicional, la reducción de la tasa de interés de política monetaria a su nivel actual de 4,25% y la caída de la inflación a 3,10% (a finales de agosto), han inducido una reducción de las tasas de interés de los créditos bancarios y un incremento del poder adquisitivo de los hogares. Todo lo anterior ofrece un estímulo significativo a la inversión privada y al consumo, que fortalece la demanda interna. En la medida en que la economía aún opera por debajo de su capacidad potencial, este estímulo a la demanda se reflejará menos en presiones alcistas de precios y más en una mayor utilización de la capacidad instalada y en el crecimiento de la economía.

De otra parte, el gerente del Emisor señala que en el contexto externo, la reactivación de la economía mundial ha ganado fuerza y amplitud, lo que favorece la recuperación de la economía colombiana. Los pronósticos de diversos organismos internacionales estiman un crecimiento mundial para 2018 por encima de 3,5%, el cual esperan se mantenga en niveles similares en 2019.

Mayor actividad

La aceleración del producto mundial refleja la mayor actividad económica en los Estados Unidos, la zona del euro, China y Japón, así como una leve recuperación en América Latina. El mayor dinamismo global ha permitido que países exportadores de materias primas, como Colombia, se hayan visto beneficiados por incrementos en los precios de estos productos.

En particular, la persistencia del precio internacional del petróleo en niveles cercanos o superiores a los US$70 por barril es un hecho de gran relevancia para la economía colombiana. El fortalecimiento de la demanda externa y la mejora en los términos de intercambio estimulan el comercio externo y las exportaciones del país.

A julio de 2018 el valor en dólares de las exportaciones totales registró un crecimiento anual de 16,2%, soportado por aumentos en el grupo de bienes de origen minero (32,4%), en particular petróleo y carbón. Para el período enero-julio, las exportaciones totales crecieron 14,9%, las de origen minero 21,0% y las del grupo Resto 12,3%, entre las que sobresalen las ventas externas de productos químicos, vehículos automotores y minerales no metálicos. Solo las exportaciones agrícolas registraron un retroceso al contraerse 4,9% durante este período, debido al menor valor de las exportaciones de café y de banano.

Las importaciones de bienes también vienen ganando dinamismo, lo cual es un síntoma de recuperación de la actividad económica en el país. En efecto, el valor en dólares de las importaciones en junio creció 11,9% frente al mismo mes de 2017, mientras que para los primeros seis meses del año presentaron un crecimiento de 7%. Se destacan las compras externas de materias primas destinadas a la industria, las cuales crecieron en junio 17,1%, y en el primer semestre se expandieron 12,9% anual.

Importaciones

Asimismo, las importaciones de bienes de capital vienen aumentando, en especial para la industria, cuyo crecimiento en los primeros seis meses del año fue de 10,9% anual. La expansión del comercio de bienes que se ha presentado en la primera parte del año es coherente con un déficit de la cuenta corriente muy similar al registrado en 2017 (3,4% del PIB).

Aunque el déficit continuará siendo financiado por inversión extranjera directa (IED), dichos flujos serán menores a los registrados el año anterior debido al efecto de base de comparación, originado en los recursos recibidos por empresas del sector de las comunicaciones.

Se espera que la IED esté impulsada, en buena parte, por las inversiones destinadas al sector minero y petrolero. Otros recursos provendrán de la contratación de préstamos por parte. Al descontar el efecto base la IED aumentaría impulsada por las inversiones destinadas tanto para el sector minero-energético como para el resto de sectores. Cerca de un 30% de la IED en los últimos años se ha dirigido al sector minero (petróleo y minas y canteras), y el 70% restante a otros sectores, principalmente a transporte, comunicaciones y manufacturas.

Los datos del PIB (ajustado) para el segundo trimestre, publicados recientemente, también mostraron un repunte significativo en la dinámica de las exportaciones reales totales, al pasar de una contracción anual de 0,3% en el primer trimestre a una expansión de 2,6% en el segundo.

Las exportaciones en dólares de productos diferentes a bienes primarios están creciendo a una tasa anual cercana al 14%. Las importaciones reales también se recuperaron al registrar una expansión anual de 4,8% en el segundo trimestre frente a una contracción de 1,4% en el primero. Esto se explica por las mayores compras externas de maquinaria y aparatos eléctricos y de bienes de consumo intermedio.

Finalmente, la información del PIB por el lado de la oferta muestra que los sectores económicos que más crecieron en el segundo trimestre fueron los servicios profesionales, la administración pública y defensa, y el agropecuario, en tanto que la construcción y la minería presentaron contracciones. En síntesis, las cifras del PIB muestran una economía que ha empezado a ganar dinamismo de manera sostenida, pero en la cual subsisten diferencias importantes en el desempeño de sus componentes, tanto de demanda como de oferta. Esta heterogeneidad requiere atención por parte de las autoridades para identificar las razones que impiden un mejor desempeño de los sectores rezagados.