
Este miércoles se cumplen dos meses de instalada la segunda legislatura. A pesar del tiempo que ha pasado, las reformas del Gobierno avanzan a paso de tortuga, por no decir descarnadamente que están trabadas, como ocurre con salud y pensiones, que esperan su segundo debate en las plenarias de Cámara y Senado, respectivamente.
El próximo martes, la plenaria de la Cámara en el orden del día presenta en el primer lugar la reforma de salud. Se espera que en esta oportunidad sí sea votada la ponencia mayoritaria para segundo debate, que recoge el proyecto del Gobierno, y si es aprobada, que posteriormente la mesa directiva designe los integrantes de una comisión accidental en representación de los distintos partidos.
Dicha comisión, que fue aprobada por la plenaria de la Cámara con el voto de la mayoría de los partidos que se oponen a la reforma en los términos que quiere el Gobierno –que trae cambios drásticos como eliminar las EPS–, tiene la misión de consensuar cerca de 400 proposiciones que se presentaron para ajustar y tener un texto que deje tranquilos a las distintas bancadas y a todos los actores del sistema.
El presidente de la Cámara, Andrés Calle, había señalado que conformaría esa comisión la semana anterior, pero no ocurrió así porque la reforma de salud no fue agendada.
Algunos a quienes les gusta hilar delgado consideran que Calle, quien es cercano al Gobierno, no agendó en esa oportunidad el proyecto porque no se contaría con los votos que aseguraran la aprobación de la ponencia para segundo debate.
El Gobierno es consciente de que, tras perder las mayorías en Cámara y Senado por la fractura de la coalición en abril pasado, debido a la salida de los partidos Conservador y de la U, debe ceder en varias de las pretensiones que tiene en este proyecto. Sin embargo, una ganancia en este momento es que la reforma siga en trámite y dar la pelea en segundo debate, en donde incluso tiene la expectativa de intentar lograr poner de su lado a la mayoría de los parlamentarios liberales y deslizar algunos votos de la U, y así sacar casi ileso el texto que impulsa.
El peor escenario en este momento para la Casa de Nariño es que la reforma de salud se hunda por el archivo de la ponencia para segundo debate, lo cual sería para la administración Petro la peor derrota hasta el momento en el Congreso.
Entonces, la comisión accidental en caso de que sea integrada, si aprueba la ponencia, significa una espera más para iniciar el debate del proyecto mientras ésta hace su trabajo.
El presidente de Cámara dijo que "suspenderemos el debate para dar el tiempo de que la comisión accidental se reúna el tiempo que sea necesario y suficiente, que consideraremos de acuerdo al número de proposiciones que tenemos, al debate que se requiera, más allá de limitar el tiempo, y que pueda darse con amplitud y con plenas garantías”.
Reforma pensional
La semana anterior avanzó algo el trámite para el segundo debate de la reforma pensional que se debe dar en la plenaria del Senado, pues se realizó una audiencia pública en la Comisión Séptima de la Cámara, en donde se escucharon los planteamientos de los parlamentarios, así como de actores del sistema como los fondos privados y de Colpensiones (el fondo público), entre otros.
La senadora Norma Hurtado Sánchez, una de las coordinadoras ponentes para el segundo debate de la reforma, explicó en días pasados a EL NUEVO SIGLO que les ha tomado tiempo presentar el respectivo informe de ponencia "porque estamos esperando que se hagan las nuevas modelaciones financieras con la sentencia de la Corte".
Expuso la senadora "que la modelación la hacen el Ministerio de Hacienda, el Ministerio del Trabajo, los actuarios. Y también lo que es la transición de las mujeres, que quedó en 750 semanas, se necesita sacar adelante esa modelación financiera, y lo hacen los técnicos del Ministerio de Hacienda".
En esto, Hurtado hace referencia a la reciente sentencia de la Corte Constitucional por una demanda a la Ley 797 de 2003, en la que tumbó la exigencia de 1.300 semanas de cotización para que las mujeres obtengan la pensión de vejez, dejándola en 1.000 semanas.
Los ponentes también tendrán en cuenta los insumos que surgieron de la citada audiencia pública, para terminar de construir el respectivo informe para el segundo debate de este proyecto.
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Es decir, que la expectativa más optimista sería que dicho informe sea radicado ante la plenaria del Senado a principios de octubre próximo. Entonces, la reforma pensional sigue en sala de espera para segundo debate, en donde se prevé un pulso duro por varias de los artículos que preocupan a algunos sectores.
Uno es la obligación que impone de cotizar en Colpensiones a los trabajadores que ganen hasta tres salarios mínimos mensuales. Por esta vía saldrían de los fondos privados 18 millones de afiliados.
Reforma laboral
El pasado 24 de agosto la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, radicó nuevamente la reforma laboral, proyecto que se hundió en la pasada legislatura en medio de la polémica por sus alcances. El Banco de la República en un estudio alertó que incrementaría de forma importante los costos a las empresas y por ello se recortarían al menos 450 mil empleos.
La iniciativa está a la espera de que se radique la ponencia para el primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara, en donde la discusión se prevé que será enconada porque los partidos de oposición e independientes dicen que el Gobierno hizo pocos ajustes al texto que presentó en la primera oportunidad.
La semana pasada, la ministra de Educación, Aurora Vergara Figueroa, fue al Legislativo para radicar el proyecto de ley estatutaria de Educación, con el cual sostiene que se saldará una deuda histórica del Estado al cumplir con el artículo de la Ley General que hace 30 años exigió expedir una "ley especial de carácter estatutario".
Vale señalar que este es apenas uno de varios proyectos nuevos que el Gobierno hace meses anunció que presentaría, así como hay otros en que, dijo, insistiría porque se hundieron en la primera legislatura.
Sin embargo, es poco lo que se sabe de ese paquete legislativo. De algunas iniciativas, los respectivos ministros o personas encargadas en el tema han dicho que trabajan en ello. Pero a ciencia cierta no es claro si serán radicadas o no este semestre.
Se hace referencia a la ley de sometimiento a la justicia que presentó el Ejecutivo en la pasada legislatura para negociar con los grupos armados multicrimen, dentro de su política de paz. Sin embargo, la iniciativa no avanzó por las prevenciones que generó en las bancadas independientes y de oposición, además de los reparos del fiscal general, Francisco Barbosa, quien dijo que entre otras cosas podría beneficiar a los narcotraficantes.
El ministro de Justicia, Néstor Osuna, anunció en junio pasado que “las sesiones ordinarias terminaron, pero el Congreso sigue, el Gobierno sigue. Entonces aquellos proyectos que son prioritarios para el Gobierno los volveremos a presentar”.
En esto que dijo el ministro también entra el proyecto que presentó su cartera buscando la humanización y modernización del sistema carcelario, pero la iniciativa se hundió por falta de trámite pues no logró consenso en las bancadas sobre lo que propone.
Igualmente hay una serie de proyectos nuevos que el Gobierno ha anunciado que radicará en esta legislatura; sin embargo, por el momento no da noticia de cuándo lo hará.
Uno de ellos es la reforma a los consejos de juventud para empoderarlos, pues en la ley que los creó apenas pueden hacer propuestas para esta población a los gobiernos nacional, departamental y municipal.
También se está a la espera de las reformas a la Ley de Servicios Públicos, al Código Minero, la reglamentación de la Jurisdicción Agraria y a la Ley 30 de Educación Superior, entre otros.
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