Las ‘joyas’ musicales que trae la inteligencia artificial | El Nuevo Siglo
‘BeethovANN 10.1’, fue la pieza creada gracias a un programa de esta tecnología, inspirada en la que sería la 10ª sinfonía de Beethoven.
Foto AFP
Jueves, 9 de Septiembre de 2021
Redacción Cultura con AFP

La fuerza de evolución tecnológica no solo se mantiene hoy en día en el límite del desarrollo de nuevas herramientas virtuales o tangibles que faciliten la vida de la humanidad, sino que además sobrepasa las fronteras del mundo de las artes, haciendo posible mediante la inteligencia artificial que máquinas o algoritmos pinten cuadros, escriban obras literarias o compongan música.

Esto último ha cobrado protagonismo desde hace algunos años, pues se ha demostrado que a través de la inteligencia artificial se han recuperado melodías de históricos compositores, se puede componer al mejor estilo de estrellas del rock como The Beatles o incluso se facilita la creación de una canción, dejando ‘joyas’ a su paso, inscritas en la historia de la música.

Beethoven inédito

El caso más reciente incluye a un Beethoven inédito. Se trata de una obra inconclusa del compositor alemán que fue reconstruida con ayuda de inteligencia artificial.

El resultado se pudo disfrutar hasta este mes a través de una experiencia en vivo, que inicia cuando el director de orquesta levanta su batuta y la música empieza a sonar ante un público expectante, que intenta descubrir la huella de Beethoven en una melodía basada en unas cuantas notas suyas pero completada con la ayuda de la inteligencia artificial.

La obra, interpretada en una sala de Lausana (Suiza) por la orquesta Nexus, está inspirada en un puñado de notas que el genial compositor alemán dejó, posiblemente fragmentos de su 10ª sinfonía, y fue terminada en unas horas gracias a la tecnología.

En cuanto estuvo terminada, la orquesta ensayó esa pieza inédita durante un rato y, esa misma noche, la presentó en un concierto. La obra se llama BeethovANN 10.1 y fue creada gracias a un programa de inteligencia artificial. “ANN” se refiere al acrónimo (en inglés) de Red Neuronal Artificial, una de las formas de la inteligencia artificial.

“No sabemos demasiado bien cómo resultará. Está esa parte un poco imprevista, pero hay que entender que no es el resultado lo que cuenta, sino el proceso”, explicó días antes a la AFP Guillaume Berney, el director de orquesta.

Detrás de BeethovANN 10.1 está Florian Colombo, un violoncelista que ha dedicado largos años al proyecto de enseñarle a una máquina cómo componer siguiendo el estilo de uno de los más grandes músicos de la historia.

El pasado jueves, Florian Colombo abrió el fichero Symphonie 10.1 en una gran pantalla y, con un solo clic, generó la partitura final para la obra, que dura unos cinco minutos.

Tras ello, Guillaume Berney efectuó algunos ajustes armónicos y la pieza fue presentada al público esa misma noche. Este viernes está previsto realizar una segunda representación.

“Es bastante genial ver esto, es como estar en la unidad de maternidad, es un nacimiento", afirmó el director de orquesta, con las primeras hojas de la partitura en la mano. “En cuanto a lo que veo a nivel armónico, estamos más bien en la época de Beethoven, así que podemos decir que es un éxito”.



Con un solo clic

Durante el ensayo, Florian Colombo confesó su “emoción”. “Hay un toque de Beethoven pero esto es verdaderamente BeethovANN, es algo por descubrir”, apuntó.

“Hay algunas cosas que están muy bien, otras que están fuera del estilo pero es agradable. Quizá le falta la chispa del genio”, señaló el director de orquesta, sonriendo.

Colombo, investigador informático de la prestigiosa Escuela Politécnica Federal de Lausana, educó a las redes de neuronas artificiales con los 16 cuartetos de cuerda de Beethoven y sus acordes particulares, y luego le pidió que compusiera a partir de fragmentos lo que habría podido convertirse en la 10ª sinfonía.

“La idea es poder apretar el botón y tener la partitura completa para la orquesta sinfónica entera, sin más intervenciones que mi trabajo previo”, explicó el investigador, que empezó con el proyecto “hace casi diez años”.

El objetivo del investigador, que está creando una empresa emergente, es “aportar esas herramientas a los músicos profesionales, a los aficionados, a las orquestas, para que todo el mundo [...] pueda componer de manera lúdica [...] o crear partituras a la medida de necesidades específicas”.

Y si alguien ve en esta idea un insulto a Beethoven, Guillaume Berney responde: “Esto no es en absoluto ofensivo. Los compositores de la época eran todos vanguardistas. Siempre buscaban nuevas formas de hacer las cosas”.



Sistemas que imitan

Dentro de los pasos agigantados que ha dado la inteligencia artificial está la creación de un sistema con el que se pueden realizar obras al mejor estilo de Johann Sebastian Bach, llamado DeepBach.

Creado por Gaetan Hadjeres y Francois Pachet, quienes han estudiado todas las creaciones del maestro alemán, este sistema permite acercarse al estilo del músico clásico a partir de patrones que los informáticos encontraron en las composiciones, pues según los expertos, sus obras tienen procesos algorítmicos.

Por otro lado, también está el programa de Sony, Flow Machines, el cual logró escribir una canción inspirada en los Beatles, que tuvo como base una canción compuesta por Benoit Carré.

La canción se titula Daddy’s Car, en la que se puede percibir con claridad el estilo que tenía el famoso grupo de Liverpool. Así mismo, esta máquina compuso The ballad of Mr Shadow, inspirada en estrellas como Cole Porter, Irving Berlin, George Gershwin o Duke Ellington.