El envío del empresario colombiano Alex Saab a Estados Unidos, que lo acusa de fraude, lavado de activos y de ser el testaferro del régimen de Nicolás Maduro, está cada vez más cerca después de que ayer el Tribunal Constitucional de Cabo Verde autorizó la extradición.
Esta decisión se produce tras un año de embrollo judicial de este empresario, de 49 años, detenido en Cabo Verde, África, cuando su avión, que se dirigía a Irán en una misión que le fue encomendada por el gobierno de Nicolás Maduro, aterrizó para abastecerse de combustible.
Fue cuando las autoridades de ese país detuvieron a Saab con fundamento en una circular Roja de Interpol que solicitó la justicia de Estados Unidos, que lo señala del lavado de millones de dólares.
En marzo pasado, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS) pidió la liberación de Saab porque considera que fue arbitraria su detención y además el proceso en su contra sería ilegal.
Pero el Supremo de Cabo Verde desestimó esta petición y autorizó la extradición del empresario, que se encuentra en arresto domiciliario.
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De momento, se desconoce cuándo se producirá su envío a territorio estadounidense.
Con su socio, Álvaro Pulido, también acusado de lavado de dinero, Saab habría transferido presuntamente 350 millones de dólares fuera de Venezuela a cuentas extranjeras de su propiedad o que controlaban. Ambos podrían ser condenados a hasta 20 años de cárcel.
El gobierno venezolano, que otorgó a Saab la nacionalidad y le aporta apoyo diplomático, calificó la detención de "arbitraria".
De contratista de viviendas sociales en Venezuela, Alex Saab pasó a manejar una gigantesca red de importaciones para el gobierno de Nicolás Maduro, que le dio un título de embajador y luchó incansablemente para evitar su extradición a Estados Unidos.
Hijo de un empresario libanés, asentado en Barranquilla, Saab comenzó como vendedor de llaveros promocionales antes de incursionar en el sector textil, con 100 almacenes que exportaban a más de 10 países, según biografías oficiales.
Guiado por su espíritu de empresario cosmopolita, Saab busca trasladar su capacidad emprendedora más allá de las fronteras y llega a Venezuela interesado en el ramo de la construcción.