Bares y restaurantes perdieron 95% de empleos: Ospina | El Nuevo Siglo
Sábado, 29 de Agosto de 2020
Redacción Nacional

El impacto de la pandemia golpeó con  más fuerza a esta importante actividad en el país

El Presidente de Asobares habló con EL NUEVO SIGLO sobre las proyecciones de reactivación económica de uno de los sectores más golpeados por la pandemia.

EL NUEVO SIGLO: Antes de que comenzara toda la etapa de cuarentenas, ¿cómo estaba el sector de bares y restaurantes en Bogotá?

CAMILO OSPINA: El sector de los bares antes de la etapa Covid-19, era un sector que tenía cerca de 28.000 establecimientos registrados, 17.000 de los cuales estaban registrados con actividad principal 5630, que es la de expendio de bebidas alcohólicas para consumo dentro del establecimiento. Esa es la actividad como tal de bar.

Y como actividad secundaria había poco más de 11.000 establecimientos. También tenemos registros de actividad terciaria y cuaternaria; esto es importante señalarlo porque es el panorama es importante dado que da el panorama de la formalidad de nuestro sector en Bogotá.

Entonces, teníamos cerca de 33.000 establecimientos registrados en alguna de esas cuatro actividades, que es lo que autoriza como tal la Cámara de Comercio, para que una empresa o un establecimiento desarrolle hasta cuatro actividades económicas y así las registra en su certificado de matrícula mercantil.

ENS: Ese panorama, ¿cuánto le generaba a la ciudad y cuántos empleos ofrecía?

CO: Cerca de 70.000 personas son las que esos establecimientos ocupan en Bogotá. Y esta cifra se duplica con casi otras 70.000 personas que son llamadas para trabajar en la operación de fin de semana de jueves a domingo, para reforzar los temas de mesa y bar, de logística, de cocina, de vestidores, de aseo, etc. Ahí hay una gran mano de obra que necesita nuestra actividad.

Ahora, de acuerdo con el DANE, en la última encuesta anual de servicios, nuestro sector, el de bares y restaurantes, genera cerca de $9,1 billones anuales a nivel nacional. No puedo decirte de cuánto será la pérdida exactamente, pero ya se perdió la mitad del año. Podríamos estar hablando de cerca de $4,6 billones a nivel nación.

ENS: ¿Cuántos locales o marcas han tenido que cerrar de forma definitiva y cuántos empleos se han perdido?

CO: En este momento, con registros de cancelaciones al 31 de julio -aún no tenemos el corte de la Cámara de Comercio más actualizado y que estamos pendientes de obtener-, cerca del 23% de lo establecimientos señalaron que era insostenible la situación y que cerrarían sus puertas de manera definitiva.

Este es un porcentaje que a la fecha ha ido aumentando. Esa intención de cierre fue la que arrojó el observatorio económico de julio y por cada mes que ha pasado, se han aumentado el número de cierres.

Y en materia de empleo se perdieron el 95% de los mismos, ante la imposibilidad de seguir manteniendo ya fuera las nóminas u ocupando los diferentes oficios que por ahora están suspendidos. El 5% restante es del personal administrativo pero a nivel operativo, que es el grueso de las nóminas, se perdieron muchos empleos.

Adicionalmente, la principal causa de los cierres fue la insostenibilidad del arriendo, del costo fijo de este. Muchos, el 80,5% de los establecimientos, dijeron que no habían podido llegar a un acuerdo con sus arrendadores y ante la imposibilidad del pago, generando cero ingresos, les tocó entregar los locales.

ENS: ¿Tienen alguna propuesta para la reactivación de los bares y las discotecas en la Capital?

CO: El proceso de recuperación económica que se ha planteado -lo hicimos en el Concejo de Bogotá-, nosotros lo dividimos en dos etapas: la primera es la de reactivación, que es lo que se estaría iniciando a partir de septiembre: prender motores y la puesta en punto de los establecimientos en términos de requisitos de funcionamiento, de control de plagas, de saneamiento básico, de medidas de bioseguridad, de primeros pedidos, etc.

Y la segunda fase, que es de la recuperación. Nuestra industria tiene una particularidad y es que lo que ya no se vendió va a ser difícil recuperarlo en términos de futuras ventas porque tenemos las dos variables de ocupación y rotación. La ocupación es el porcentaje de la foro que vas manejando durante la operación y puedes estar al 80%, al 85% o al 100% de sillas ocupadas. Y la rotación, que es cuántas veces utilizas una mesa, ya sea dos, tres o veces en una jornada de trabajo.

Nosotros tenemos esos máximos y no contamos con la posibilidad de generar más de esa determinada ocupación o rotación; cuando ambas se perdieron por la clausura, esto ya es dinero perdido que no se va a poder recuperar.

Entonces para nuestro sector, la recuperación en ese sentido no es viable. De lo que nosotros hablamos es de volver a mínimos antes del Covid-19 y eso dependerá de temas de rebrotes y de generación de confianza en los consumidores.

ENS: ¿Cómo evalúan las medidas para la reapertura del sector y el piloto de “Bogotá a Cielo Abierto”?

CO: Frente al piloto de “Bogotá a Cielo Abierto” nosotros la apoyamos. Es una iniciativa que tiene toda la intención de abrir las puertas de los establecimientos y como decimos, este es el momento de prender motores. Los empresarios tendrán que evaluar si el tipo de operación planteada en este piloto para sus respectivas empresas, conceptos y operación es rentable o no. Eso ya será una decisión de cada uno de los empresarios.

Pero desde Asobares acompañamos a la Administración Distrital en ese sentido y ya sabemos que con el nuevo Decreto 1168, será un dinamizador importantísimo para que las pruebas piloto se puedan dar con la venta de bebidas alcohólicas, que generan cerca del 50% de la caja de los establecimientos en términos de ventas.

ENS: Antes de que comenzara la pandemia, Asobares quería sacar adelante el proyecto de “Bogotá 24 horas”. ¿Cree que las nuevas circunstancias le den un nuevo aire?

CO: Definitivamente. El tema de una “Bogotá 24 horas” va a ser determinante porque lo que hemos venido planteando y lo hicimos con la Alcaldesa, es que podemos aprovechar la amplitud horaria de las 24 horas del día, porque si se trata de reducir la movilidad de las personas, la amplitud horaria y la de diversificación de las actividades comerciales en esa amplitud de aprovechamiento de las 24 horas, pues definitivamente es fundamental.