Dolosas chuzadas | El Nuevo Siglo
Viernes, 23 de Agosto de 2019

“Ninguna autoridad judicial aceptaría esa prueba”

Otrora las chuzadas generaban toda la indignación: violación a la intimidad, abuso de poder, persecución, intimidación… ¿Esto sí se lo pueden atribuir al gobierno Uribe? ¿Pero si son sobre Uribe, están bien?

No, chuzar a un expresidente es muy grave. Debería existir un acervo probatorio serio para que pudiera ordenarse la interceptación de una línea telefónica ¿O es que los jueces sí pueden violar la privacidad cada vez que les plazca?

Tan no había ningún indicio para chuzar a Uribe, que explican que fue un error. Válgame Dios. ‘Que un congresista dio su número’. Esta primera mala excusa fue demostrada como falsa. ‘Que no se habían dado cuenta’, claro que sabían. Tanto que el chuzado sale premiado hacia el despacho del magistrado Arango en la JEP, reconocido por maltratar al expresidente en redes sociales.

Ninguna autoridad judicial en el mundo aceptaría esa prueba. Es ilegal y muy grave. Sin embargo, acá es legal. Cambiando toda la jurisprudencia y la ley. Porque claro, el todo se vale contra Uribe parece una regla.

Testimonios en contra del senador Cepeda, señalándolo de ofrecer beneficios para obtener declaraciones contra Uribe hay muchísimos. Puedo contar por encima 10 nombres. Muchos lo han dicho en medios. La Corte archiva el proceso y considera que no hay mérito para investigarlo. Muy bien. Tendrán sus razones. Evidentemente contrasta con el hecho de que un testigo, uno solo, contra Uribe amerita una indagatoria.

Monsalve, un criminal condenado a 40 años de cárcel merece credibilidad, nos dicen. Fue visitado 9 veces por el senador Cepeda, de las 21 citas que pidió. Recibió beneficios económicos de la fundación “Solidaridad con los Presos Políticos”, que le llevó Cepeda. Para la época que el papá de Monsalve trabajaba en Guacharacas la familia Uribe no era ya propietaria. Monsalve no se desmovilizó como paramilitar con Justicia y Paz de 1995. Los miembros del “Bloque Metro” dicen que no hizo parte de ellos. Lo que se sabe es que era un “rastrojo”. Asesinó, secuestró, extorsionó en Caquetá y ahora, a cambio de su declaración, lo incluirán en la JEP, dizque como paramilitar. Ese beneficio significa que quedará libre por decir “la verdad”.

Esta es la justicia que nos impusieron en La Habana. Magistrados que recogen a quienes persigan a Uribe con ilegalidades. Y un sistema donde hampones quedan libres si cuentan “la verdad”. Mejor decir una mentira a la JEP y ser libre, que mantener la verdad y estar en prisión. La cuestión es saber quién dice la verdad y quién miente. Ejercicio que es muy difícil, más cuando los magistrados ya tienen una idea de lo que es cierto ¿Cuál es verdad? La que los magistrados consideran como cierta.   

Quiero pensar que quienes persiguen a Uribe desde la izquierda están convencidos de que es un delincuente, y que no obran con dolo. En esta hipótesis están siendo utilizados por un criminal común que declarando mentiras quedará libre.

Si, por el contrario, esa izquierda está actuando con dolo, estamos en una estrategia para doblegar a quienes nos sentimos representados por Uribe. De lo que se trata es de hacernos moralmente iguales a los delincuentes que hoy posan de líderes. Quieren que todos seamos o hayamos sido criminales para lavarse la sangre que tiene encima, diciendo que la culpa es de todos. No, no es. Cada uno es responsable de lo que hace. Quienes empuñaron armas en contra de los colombianos y que asesinaron o consideraron que asesinar era válido, jamás podrán mirarnos a los ojos, como si aquello no hubiera pasado.