Coletazos y riesgos del regreso talibán al poder en Afganistán | El Nuevo Siglo
CENTENARES de afganos desesperados por huir del régimen talibán se tomaron el aeropuerto de Kabul e intentaron subir a la fuerza a aviones comerciales o militares de Estados Unidos
Foto Agence FrancePress
Martes, 17 de Agosto de 2021
Redacción internacional

Todo menos esperanza es lo que ha generado la retoma de Afganistán por parte los talibanes, la que asesta un fuerte golpe a la credibilidad internacional, revive la “amenaza terrorista” global, ‘dispara’ el riesgo de una guerra civil y presagia una grave crisis humanitaria.

Se veía venir tras el prematuro retiro de las tropas internacionales y el caos que allí se vive desde este fin de semana, con escenas asombrosas en el aeropuerto de Kabul de gente tratado de aferrarse a un avión militar o buscando desesperadamente un vuelo que les permita huir del nuevo régimen, fueron más que un dejá vú con lo registrado en Saigón hace 46 años, una manifestación pública de los temores que despiertan el anunciado emirato islámico.

El mensaje político “más moderado”, la implementación de un Consejo hacia la transición del poder liderado por quienes paralelamente a la ofensiva terrestre dialogaban con el debilitado afgano no calman a propios ni extraños porque el coletazo del golpe talibán es de alto impacto tanto dentro como fuera del país asiático. Aquí los más relevantes:

1. Trago amargo para EE.UU. Aunque el presidente Joe Biden decidió que no le iba a "pasar esta guerra" -la más larga en que se ha involucrado su país- a otro presidente, aceleró la salida del grueso de tropas pero sin el cumplimiento del acuerdo de Doha que había establecido su antecesor. Pese a la millonaria inversión en dólares, perder la vida 2.500 estadounidenses, otorgar apoyo militar y preparar a las fuerzas afganas no se logró en estas dos décadas construir una democracia y ese hecho, criticado por sus tradicionales rivales como Rusia, empeña la imagen de la potencia mundial. Los republicanos han señalado que la afana decisión del mandatario demócrata es su mayor error en política exterior y advierten que ello es catastrófico para la credibilidad de Estados Unidos en el mundo porque no solo envía el mensaje de que ya no inspira miedo, sino que abandona a sus aliados, haciendo referencia a las conversaciones gobierno y talibanes.

2. Mayor desastre político en 65 años. Las críticas a Biden provienen de diferentes lados. Para citar solo dos de ellas, el de su eterno rival Rusia que a través de su cancillería expresó que “situación en Afganistán es el resultado del experimento histórico estadounidense en ese país”, mientras que el Reino Unido aunque lo calificó como “un fracaso de la comunidad internacional”, lanzó sus dardos directos contra Washington por “no entender que las cosas no se arreglan de un día para otro”, según expresó a través de su ministro de Defensa. Por su parte el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, el conservador Tom Tugendhat, refiriéndose al rol inglés en el conflicto sostuvo que es el "mayor desastre individual de la política exterior de su país desde la crisis del Canal de Suez" en 1956, porque se abandonó a quienes durante años colaboraron a ese esfuerzo internacional.



3. Que renuncie: Trump. "Es hora de que Joe Biden dimita en desgracia por lo que ha permitido que le ocurra a Afganistán, junto con el tremendo aumento del covid-19, la catástrofe de la frontera, la destrucción de la independencia energética y nuestra economía paralizada", dijo el expresidente Donald Trump en un comunicado. En el mismo agrega que "la salida fallida de Afganistán de la Administración Biden, incluida la frenética evacuación de estadounidenses y afganos vulnerables de Kabul, es un vergonzoso fracaso del liderazgo estadounidense". En la misma línea se pronunció el  líder republicano en la Cámara Alta de Estados Unidos, Mitch McConnell, calificó dedo de "vergonzoso" el papel de Estados Unidos y fue más allá al indicar que Biden, tendrá "las manos manchadas de sangre" por la gestión "absolutamente desastrosa" de la crisis en Afganistán.

4. ¿Errores del Pentágono? Crecen las voces críticas con el accionar del Pentágono que fue el encargado de preparar al ejército afgano, el que colpasó en tal solo diez días de ofensiva talibán. Washington gastó USD83.000 millones en su esfuerzo por crear un ejército moderno y eso significó una enorme dependencia del apoyo aéreo y una red de comunicaciones de alta tecnología en un país que no la tenía. Además los afganos, muchos de ellos jóvenes analfabetos en un país que carece de la infraestructura para equipamiento militar de última generación, no pudieron implementar una resistencia seria contra un enemigo menos equipado y aparentemente superado en número. El Pentágono aseguró ayer que parte del fracaso en su misión fue porque “faltó liderazgo del gobierno afgano”.

5. Caos en el aeropuerto. Huir, de cualquier forma al nuevo régimen, fue el objetivo común de miles de personas desesperadas en Kabul. Así una marea humana se precipitó hacia lo que es la única salida del país y que está custodiada por soldados norteamericanos, quienes mataron a dos hombres armados que intentaban aprovechar el pánico y la confusión para atacarlos. El mundo presenció asombrosas imágenes de miles de personas esperando en la pista, y grupos de jóvenes, sobre todo, se agarraban a las pasarelas o las escaleras, intentando subir a un avión. Una de ellas muestra a decenas corriendo cerca de un avión de transporte militar estadounidense que iba a despegar intentado de aferrarse a sus flancos o a las ruedas. Familias aterradas, con niños asustados, intentaban huir, con sus pesadas maletas buscaban desesperadamente un vuelo comercial, los cuales fueron cancelados. Esas imágenes evidencian de la comunidad internacional que no logró evitar la reconquista del poder por los talibanes.

6. Biden tuvo que hablar. Ante las desastrosas imágenes descritas, el presidente Joe Biden se dirigió a la Nación justificando su decisión de poner fin a una guerra interminable. Como astuto veterano de la política estadounidense, pero sobre todo conocedor como el que más del conflicto afgano ya que cuando fungió como vice de Obama dio algunas directrices, se esperaba que tuviera una política más clara y efectiva frente a ese conflicto. Tras enfrentar un alud de críticas por los medios estadounidenses, incluidos los que habían saludado con alivio su elección en noviembre pasado, hablan de "desastre" (CNN), o de un Biden "a la defensiva" (Washington Post), al igual que New York Times que escribió “sea visto como justo o injusto, la historia recordará que Joe Biden fue quien presidió la humillante conclusión de la experiencia estadounidense en Afganistán", el mandatario aseguró que los talibanes no tendrán acceso a las reservas monetarias del banco central de Afganistán guardadas en cuentas en Estados Unidos y que ascendían a USD 9.400 millones en abril.

7.  Respiro para Al Qaeda. La guerra contra el terrorismo que lanzó el presidente estadounidense, George W. Bush, tras los atentados del 11-S vuelve prácticamente a su punto de partida con el retorno talibán al poder, sabido su empatía con Al Qaeda que llega inclusive a que muchos de sus líderes estén refugiados en suelo afgano. En su informe de julio pasado, el comité de la ONU encargado de hacer seguimiento de las sanciones contra Al Qaeda y Estado Islámico destacaba que el grupo que fundó Bin Laden "está presente en al menos 15 provincias afganas, principalmente en las regiones oriental, meridional y sudoriental". Ante el resurgimiento de la amenaza terrorista global, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, llamó a la comunidad internacional a unirse para evitar que “Afganistán nunca más sea usado como plataforma o refugio de organizaciones terroristas". El tema lo tratará en reunión extraordinaria el Consejo de Seguridad.

8. En peligro lugar arqueológico. El regreso de los talibanes vuelve a poner en peligro el patrimonio cultural y natural del valle de Bamiyán, veinte años después de que se perpetrara la destrucción de sus colosales Budas. La destrucción de los Budas de Bamiyán, en Afganistán, a manos de los talibán en marzo de 2001 se difundió por todo el mundo. "Los nichos vacíos de los gigantescos Budas del valle de Bamiyán, en Afganistán, son un recordatorio perpetuo de nuestro deber de proteger el patrimonio cultural, y de lo que las generaciones futuras pueden perder si no lo hacemos. En la actualidad, estos nichos están inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial como parte del sitio 'Paisaje Cultural y vestigios arqueológicos del valle de Bamiyán'", ha señalado la Unesco.